6 de agosto de 2014

Argentina para los argentinos

Cada vez que aparece la noticia de un "nieto recuperado", que fue apropiado ilegalmente en los años de la guerra sucia, uno se siente reconfortado. Esa persona podrá ahora conocer a sus padres biológicos y (si así lo desea), estrechar vínculos con ellos. Sin embargo, no puedo dejar de pensar en los "desaparecidos en democracia" (como los definió el ex Gobernador Felipe Solá), entre ellos: Jorge Julio López (de quien no se supo más nada luego de que declarara contra represores de los 70), la Dra. Giubileo (que trabajaba en una institución psiquiátrica allá por 1985), María Cash, y muchos más que en este momento no recuerdo. Me gustaría que las organizaciones de DD. HH. pusieran un poco más de empeño para dar con el paradero de estos argentinos. 

Por otra parte, ocurrieron catástrofes y atentados dolorosos en nuestro país, y muchas organizaciones de DD. HH. no se pronunciaron al respecto, condenando los mismos. Con excepción de Adolfo Pérez Esquivel, orgullo argentino y Premio Nobel de la Paz 1980. Por ejemplo: Voladura de Río Tercero, atentado a la Embajada de Israel, atentado a la AMIA, tragedia del boliche República Cromagnon, tragedia de Once, etc. No les estamos pidiendo soluciones, dado que son hechos que ya ocurrieron y como tales no se puede volver el tiempo atrás. Sí estamos pidiendo que, dada la influencia y la buena relación que mantienen con el Gobierno, ejerzan la presión necesaria para que todos los familiares que piden Justicia puedan encontrar un poco de paz con una condena ejemplar para todos los culpables. Punto Final. 

Antes de apagar la luz

Jueves por la tarde en la ciudad. Si me pagaran por escribir acá, seguramente el resultado sería más provechoso. O en todo caso, me exigiría...