Nunca te pasó que fuiste a una fiesta donde había mucho alcohol y algunas otras cosas más, y terminaste al otro día "fusilado", con la mente en blanco, sin acordate qué sucedió la noche anterior? Pues bien, en 2003 la Argentina se despertó de una larga borrachera que duró más de 10 años, con la "Fiesta del 1 a 1" (todavía me resulta insólito que nos hayamos creído que 1 peso era igual a un 1 dólar). Yo viví la década del '90: sí, estaba bueno acceder a productos importados, por ejemplo. Pero también traían cualquier clase de baratijas y basura, total aquí nadie controla nada. Además, a pesar del "1 a 1" vigente, te cagaban igual: en 1997, un compact en Musimundo costaba 18 pesos/dólares. Mientras que en EE. UU. salía USD 9,99. Casi el doble nos robaban los hijos de puta. Y cuando mencioné a 2003, no lo hice como apoyo al "modelo nacional y popular" que todavía goza de buena salud. Yo reconozco, y no me cuesta nada admitirlo, que a partir de 2003 la economía se recuperó notablemente y pudimos salir de ese estado de pesadumbre generalizado. Lo que ocurre es que el tiempo pasó, y nada (ni nadie) es eterno. Ahora estamos atravesando una recesión, que desde el Gobierno podrán denominarla con los eufemismos que deseen, pero que es real. Sería un acto de justicia y de compromiso político entregarle al Presidente que asuma en 2015 un país con las cuentas en orden. Punto final.
Disco recomendado del día:
Charly García, "Cómo conseguir chicas" (1989, Sony Music)
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9 de agosto de 2014
Antes de apagar la luz
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