23 de noviembre de 2014

Hay un "Plan B"?

Me gustaría seleccionar los textos de este blog que creo mejor elaborados, y publicarlos en un libro. Mirando el camino recorrido, uno se da cuenta de la diversidad de situaciones y hechos que ha abordado desde este modesto lugar. Otra cosa que estoy empezando a hacer, es "pulir" viejos posts: noté que había algunas frases que no me convencían, y mucho tiempo después, revisando el archivo, decidí cambiarlas. 

La mayoría de la gente ya piensa en 2015. Porque este modelo, así como está, va por inercia, y es poco probable que vaya a cambiar un ápice de sus lineamientos. El problema es que, hasta el año que viene, no hay "Plan B": el Gobierno no le encuentra la vuelta al embrollo que el mismo generó en más de una década. Ya se acabó la bonanza, el crecimiento del PBI que iba al compás de los commodities, se acabó la esperanza y la ilusión en buena parte de la sociedad. Es el fin de un ciclo, y podríamos tomarlo como tal. Lo mismo sucedió con Menem. Pero lo que uno empieza a vislumbrar, es que los candidatos que se sacan fotitos como estrellas de rock tampoco tienen la menor idea de qué van a hacer. Es como cuando tenés una casa en alquiler, se termina el contrato, y la encontrás destruida. O la refaccionás como podés, o la seguís alquilando en las condiciones en que se encuentra. Lo que tiene el peronismo ortodoxo es que siempre va detrás de un "líder", de un "conductor". No importa que sea un inepto, lo que importa es seguirlo mientras esté al mando y contribuir a la causa. El radicalismo se jacta de no ser verticalista, pero es un partido que cada vez se hunde más en sus propias contradicciones, viviendo del pasado, de los grandes hombres que lo representaron, y que ya están muertos. Los radicales que hoy se desputan las migajas del poder no les llegan ni a los talones, y tan endeble fue su convicción por los principios del partido que se hizo común hablar de "radicales K". La billetera compra voluntades, compra votos. Esto no es nuevo, sólo que ahora está mucho más sistematizado y evidente. Mejor disfrutar lo que resta de 2014 de la mejor manera posible y dejar que las cosas vayan sucediendo "por decantación". Punto final.

A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...