29 de julio de 2019

Ultimo lunes de julio

Lunes por la noche en la ciudad. Termino esta jornada muy cansado, con ganas de irme a dormir lo antes posible, la verdad es que me está hartando la campaña electoral. Y eso que son las Primarias, cuando lleguen las Generales ahí te quiero ver. Anduve mucho en bici, porque quería llegar rápido a todos lados y culminar una serie de trámites. A veces se vuelve un tedio algo que debería ser sencillo y sin mayores complicaciones. La burocracia argentina es de tal magnitud, que se te va la vida esperando que te salga la jubilación cuando ya pasaste los 65 y estás hecho pelota después de haber laburado 30 años o más.

Trato de vivir el día, pensar en el corto plazo, descansar la mente y dejarme llevar por alguna melodía de la radio, porque de lo contrario no podría hacerle frente a todo. Cuantas mas responsabilidades asumís, más difícil resulta poder cumplir con todas ellas.


Hay pequeñas cosas que nos gratifican y que por tenerlas incorporadas no nos damos cuenta, como una taza de café, una ducha caliente, compartir una cerveza con amigos o una noche con alguna señorita. Me pasa, no les voy a negar, que esas pequeñas boludeces que uno ya da por sentado no las tiene en cuenta, cuando hay muchas personas que no pueden satisfacer sus necesidades básicas.

Pero como digo siempre, eso no es consuelo. Es decir, no es para conformarse y dejarse estar. Es natural aspirar a más, buscar mejorar y no quedarse estancado. Todos queremos progresar, sentir que vamos avanzando. Siempre sentí que hay un divorcio entre la dirigencia política y los intereses de la gente. No entienden lo que el ciudadano necesita, y cuando finalmente hacen algo suele ser demasiado tarde. Es como si no pudieran percibir la realidad, porque no caminan la calle y viven encerrados en sus despachos. También les gusta perder el tiempo en Twitter, y sentirse estrellas del cyberespacio en ese lugar difícil de etiquetar que Beatriz Sarlo denominó "Celebrityland". Y quiero hacer la salvedad de que el ejercicio mediático de la política y el abuso militante de la Web lo hacen tanto los kirchneristas como los opositores. Creo que se parecen más de lo que suponemos.

Sinceramente hay gente a la que le encanta hacer conferencias para no anunciar absolutamente nada, cuando todo se podría resolver enviando la información respectiva a los medios por un simple mail. Por suerte tenemos la música, los libros, las películas, y un montón de distracciones que nos salvan del naufragio, de lo contrario la vida sería un asco. Cada uno busca sus momentos de distensión, y así como yo no entiendo que un tipo se gaste fortunas en "tunnear" un auto y convertirlo en una nave espacial, mientras hay quienes no entenderán al que busca la la edición importada de un disco, o un par de zapatillas de determinada marca. Con el tiempo aprendí que cada persona actúa y se comporta conforme ciertas ideas preconcebidas que arrastra desde varias generaciones, y también influye su propensión a aceptar las nuevas modas que impone la globalización. Debo decir que el teclado de esta notebook es una cagada, motivo por el cual les pido disculpas por cualquier error de tipeo durante el trasncurso de estas breves líneas. Punto final.

26 de julio de 2019

Un viernes destemplado y lluvioso: preparando la agenda para el finde

Viernes desapacible en la ciudad, con una persistente llovizna que calaba hasta los huesos. Para mañana el pronóstico anuncia que volverá el sol, que siempre te pone garra y pilas si lo contrastamos un un día nublado y húmedo como el de hoy. 

Esta tarde pasé buena parte del día organizando los discos, películas, y libros que tengo, en rigor de verdad no son muchos, pero nunca falla que cuando buscás un título determinado tenés que empezar a revolver las cajas de cartón donde guardo todo ese material. Estamos viviendo tiempos duros, en estos días de transición hasta las PASO, y todos quieren "anotarse un poroto". Lo que puedo afirmar es que, contrariamente a lo que se cree, los medios periodísticos no nos "salvamos" con las publicidades de campaña, en un extra que se percibe dos veces al año y que hay que saber administrar. No hice presupuestos exorbitantes a los candidatos, seguramente otros colegas habrán cobrado más que yo por sus servicios. Pero es algo que no me preocupa, cada cual hace su juego, todos los referentes políticos tienen mi número de celular y saben dónde vivo, de manera que si una minoría no quiso hacer pauta, allá ellos. Lo digo sin ningún resentimiento o rencor. 

Ya tengo casi decidido mi voto, puede suceder que lo que ocurra en los días sucesivos me haga cambiar de parecer, pero no lo creo. Lo razonable sería que los candidatos comprendan que, por darnos publicidad a los medios, no necesariamente compartimos su modo de hacer política, y por ende no los votaremos. Mi diario digital, Lobos 24, tiene buena consideración entre la sociedad porque siempre hemos tratado de ser coherentes, de no tergiversar los hechos, y de hablarle al vecino sin subestimarlo. No me agrada las publicaciones que pretenden simplificar algo que es intrínsecamente complejo, como para bajarlo al nivel del lector promedio. Lo que puede resultar difícil de entender, se explica de la forma más clara posible, pero nunca suponiendo que el lector no lo va a comprender porque es difícil. A decir verdad, con la avalancha de información que hay en Lobos, muchas veces son ellos quienes nos corrigen, hacen sugerencias, o aportan algún dato que se nos escapa. Y ello es sumamente valorado, al menos para mí. Los periodistas nos podemos equivocar como cualquier persona. Sin embargo, debo afirmar que en mi caso nunca fue por mala fe. Pudo ser por error, pero no por omisión. 

El propietario de un medio de comunicación asume la total responsabilidad de lo que aparece publicado, lo cual no es poco decir. O a veces, es compartida. Si un entrevistado vertió determinadas expresiones, corresponde que se haga  cargo de lo que dice, pero una parte de la responsabilidad es nuestra como editores. Por eso, publicar cualquier rumor o comentario que circula en la calle es poco prudente si no está chequeado con las debidas fuentes, es de manual. En lo que a mí respecta, seguiré tratando de superarme y de lograr brindar la información precisa, dentro de mis limitaciones. Les agradezco a todos quienes me acompañan en este camino que emprendí hace ya 15 años y que continuaré mientras Dios me dé fuerzas. Punto final. 

23 de julio de 2019

Mi único competidor soy yo mismo

A veces pienso en cómo hacer rendir más cada día, "sacarle el jugo", exprimirlo como si fuera una naranja. Por eso desde hace unos meses me levanto más temprano, desayuno con unos mates, entro a los portales de noticias, busco algún texto interesante para publicar en mi diario digital..en rigor de verdad, son cosas que siempre hice, pero estoy en una etapa en la cual pretendo que cada día traiga consigo, al menos, algo digno de ser contado. Así fue como nació este blog, allá por 2005, con notas que quizás giraban en torno a otras cuestiones que en aquel momento eran de mi interés. Hoy puedo decir que son pocas las cosas que me generan interés o admiración, porque vas perdiendo la capacidad de sorpresa, o de asombro, como suele decirse. Si viviste 40 años, hubo mucho que ya  escuchaste, ya leíste, o viste, entonces tus horizontes se orientan a obras más complejas. Este año se dio la oportunidad de hacer televisión, algo que anhelaba, y me di cuenta de la masividad que tiene, porque mucha gente que antes ni me saludaba ahora me reconoce por la calle porque me vio en la tele. Por supuesto, estamos hablando de un modesto canal de cable, ¡no soy una celebridad! Ni quisiera serlo, porque perdería intimidad. 

El trabajo, además de esfuerzo y sacrificio, requiere tener temple. Porque la gente se cree con derecho a insultarte y decirte cualquier cosa por una red social, y no podés caer en la bajeza de responder a esos agravios. Poco me importa lo que se diga sobre mí, mientras no afecte a mis seres queridos. Sin embargo, lo que más hace falta, es constancia. Rebobinar la cinta, pensar cómo empezaste y adónde llegaste, darte cuenta de que todo eso (mucho o poco) fue mérito tuyo, sentirse satisfecho pero no bajar la guardia nunca. Porque los elogios son peores que los agravios: es más fácil que te los creas. Uno mismo debe ser consciente de sus capacidades, aunque el resto del mundo sostenga lo contrario.

Yo sé lo que puedo hacer y aquello que me limita, de hecho todos tenemos limitaciones. Por ello, desconfiá de los que te soban el lomo, y empezá a creer que vos podés porque valés como persona. Si todos tuviéramos las mismas aptitudes, no habría distintas profesiones o formas de realizarse laboralmente. No me imagino mi vida fuera del periodismo porque es lo que mejor sé hacer. Pero si algún día la guita no me alcanza o mis ingresos no repuntan, habrá que trabajar de lo que sea, y como sea. Punto final. 

22 de julio de 2019

Mirando hacia atrás: una historia compartida

Habiendo transcurrido el Día del Amigo,  tengo ganas de pensar en mis amistades. Las que fueron y las que aún permanecen. Los que murieron por las injusticias de esta puta vida y los que siguen como yo, peleándola en la trinchera. Los que siempre estuvieron y aquellos que aparecen de vez en cuando. No hago distingos, todos son mis amigos. Y los recuerdo porque considero que lo merecen. No es que yo los elegí, nos elegimos mutuamente para compartir un camino por las afinidades que tenemos, es evidente que hay cosas en común.

Y hay que comprender, que los amigos no soy incondicionales, ni están siempre. No son enfermeros que te cuidan todo el tiempo! Son gente con compromisos laborales al igual que vos. No demandes más de lo que te pueden dar. Porque cuando te convertís en una persona demasiado demandante, comenzás a agobiar y cansar al otro, aunque tus motivos sean válidos. 

Al igual que sucede en las Fiestas, procuremos no pensar en quienes no están, porque fallecieron o viven lejos, sino en quienes eligieron dedicar su tiempo para compartirlo con vos. No es fácil lograrlo, a veces la balanza se inclina hacia el lado opuesto. Pero hay que aprender a vivir con lo que tenemos, y obrar en consecuencia. 

También es frecuente que te hartes de vos mismo, porque ni siquiera vos te aguantás tu forma de ser. No es culpa del resto de la sociedad, sos vos que no le encontrás la vuelta a las cosas y te terminás enredando solo. O hacés catarsis con gente inadecuada para ello, quejándote de todo como si tu interlocutor tuviera a su alcance un paliativo, una solución. 

Por todo lo expuesto, agradezco a quienes se acuerdan de mi existencia fuera de lo laboral, quienes me motivan y me ponen pilas, quienes están desde hace años cultivando la amistad, esa vieja pasión de los argentinos que no se da de la misma manera en otros lugares del mundo. Punto final. 

20 de julio de 2019

DÍA DEL AMIGO Y UN HITO HISTÓRICO QUE QUIZÁS NO FUE TAL



Mediodía de sábado, transitando el ya clásico "Día del amigo", es momento oportuno para esbozar algunas consideraciones sobre el particular.
En distintos foros (radio, TV, mails en cadena, diarios, etc.) se ensalza y se aplaude la idea del doctor Enrique Febbraro, odontólogo de profesión, de haber promovido la institución del 20 de julio como "Día del amigo", sin reparar en las razones que motivaron tal iniciativa.
Desde luego, siempre es bienvenida toda ocasión que propicie el encuentro entre personas que cultivan una amistad, y a menudo el 20 de julio es una excusa para tal fin, lo cual no deja de ser un hecho plausible.
Ahora bien, en los considerandos de su moción, el doctor Enrique Febbraro expuso la importancia que había significado para la ciencia y la investigación la llegada del hombre a la Luna (20/7/1969). El interrogante que surge, casi por inercia, es: ¿qué tiene que ver esto con la amistad?
Cito a continuación un fragmento del texto publicado en el sitio www.prensarotaria.com.ar , en el cual se reproduce una entrevista realizada al citado profesional:

El 20 de julio de 1969, mientras miraba por tevé la llegada del hombre a la Luna, se prometió a sí mismo que ese sería para siempre el Día del Amigo.
Antes de que el Apolo 11 regresara a la Tierra, desde su consultorio de Lomas de Zamora, donde vivía entonces, envió mil cartas a cien países y, a vuelta de correo con 700 respuestas, había quedado fundado el Día del Amigo.
Cuando Neil Armstrong pisó la Luna y dio “un pequeño paso para el hombre y un gran salto para la humanidad”, consideró que había madurado su idea de dedicarle un día al amigo. Dice Febbraro: “Escuché que el alunizaje del módulo era un gesto de amistad, desde la humanidad hacía el universo. ¡Ya está, es el día elegido!, dije. Hoy se celebra en unos cien países y esta en la agenda del corazón de los argentinos”.

Más allá de las razones por las cuales Febbraro escogió esta fecha para honrar la amistad, uno no puede evitar -aun con la mejor buena voluntad- pensar en el contexto político de la época, que estaba lejos de ser, precisamente, "amistoso".
En efecto, desde mediados de la década de 1950 comenzó a surgir entre la dos potencias mundiales de aquel entonces (los Estados Unidos y la Unión Soviética) una compulsa por lanzar objetos al aire, que se dio en llamar "la conquista del espacio", "la carrera espacial", y otros títulos pomposos que nos remiten a una mala película de ciencia ficción.
Estoy convencido de que al gobierno de Estados Unidos no le interesaba en lo más mínimo fomentar la amistad entre los pueblos mientras a través de la NASA lanzaba sus petardos desde Cabo Cañaveral. Su principal objetivo era imponerse a la Unión Soviética en todos los campos que le fuera posible (deportes, ciencia, arte, arsenal bélico), para demostrar con golpes de efecto y acciones de alto impacto mediático las bondades del capitalismo y de la economía de mercado en contraste con un sistema supuestamente opresor y dictatorial como era el comunismo. Quisieron llegar a la Luna antes que los soviéticos -cosa que consiguieron- y de este modo opacaron la hazaña y los padecimientos de la perra Laika (convertida hoy en un ícono kitsch) el 3 de noviembre de 1957, cuando los rusos pusieron el órbita al satélite Sputnik 2. Como si fuera Cristóbal Colón al arribar a las Antillas, el inefable astronauta Neil Armstrong, ni lerdo ni perezoso, se encargó de dejar en claro que el "alunizaje" era un mérito estrictamente estadounidense, y por si hiciera falta, plantó en la superficie lunar la bandera del país del Norte (hubiera sido mejor la de la ONU). En realidad, yo soy uno de los locos que sostienen la teoría conspirativa de que el histórico alunizaje nunca existió, y que las escenas que todos vimos por televisión se filmaron en el mayor secreto en el desierto de Arizona o Nevada.
Vale decir que, en plena Guerra Fría, nada estaba más alejado que la amistad. Por tal motivo, tomar al 20 de julio como "Día del amigo" no sé si resulta acertado, se ensalza un hecho que en su momento causó una conmoción mundial, pero que hoy no le interesa prácticamente a nadie. OK, el hombre llegó a la Luna, ¿y qué? ¿En qué medida el tan mentado alunizaje ha sido, como expresó Armstrong "un gran paso para la humanidad"? ¿Qué avances notables (derivados del "alunizaje") se tradujeron en un mejoramiento de la calidad de vida de la población?

Como frutilla del postre, me acabo de enterar que el doctor Enrique Febbraro fue candidato dos veces al premio Nobel de la Paz (!!!).
Los dos renglones escritos más arriba me eximen de mayores comentarios. Y bueno, ya que estamos, ¡Feliz día, gente!

19 de julio de 2019

Llegó el fin para una semana complicada

Por fin se termina esta semana, que en realidad no es más que un ciclo de 7 días en los cuales pueden suceder muchas cosas o bien puede que no pase nada. La cuestión es que tuve que hacer una inversión importante para reemplazar la cámara de fotos que uso para mi trabajo. No sé si lo comenté acá, pero en una competencia atlética en la Av. Alem, alguien me empujó accidentalmente y cuando estaban largando los corredores y me disponía a tomar imágenes, la vieja cámara Canon cayó contra el asfalto y fue prolijamente aplastada por los entusiastas deportistas. Recién cuando salió el pelotón principal la pude recoger, no había forma posible de que yo me metiera en el medio antes, me hubieran linchado. Pues bien, constaté entonces que funcionaba "algo", lo básico para sacar fotos, pero la vida útil era muy limitada, por los golpes que padeció la citada cámara. Lo que la salvó del naufragio definitivo fue su cuerpo metálico. Fue entonces que me propuse un largo peregrinar buscando por Facebook y Mercado Libre cámaras pocket a un precio razonable, algo que no abunda. Logré dar con varios contactos, que por lo visto no tenían la menor intención en vender, entonces uno se pregunta para qué carajo publican en Compra Venta Lobos, por ejemplo. Moraleja: nunca más sacar fotos cuando estén largando los corredores, ni siquiera de la vereda. Mejor evitar futuros incidentes, no? Sobre todo con mi modesto equipamiento.

Al final, pude conseguir dos cámaras Sony usadas, que llevan una tarjeta de memoria especial, y que tienen una antigüedad promedio de 8 años. Eso sí, en muy buen estado. Gasté cerca de $ 4.300 por las dos. Son las que estoy usando actualmente y que tienen prestaciones básicas, pero necesarias para ilustrar una noticia periodística. Muchas veces no se pueden obtener buenas fotos con el celular, a menos que sea de alta gama. Pero ya está, dentro de un tiempo lo voy a amortizar. 

Luego se me rompió el reproductor de DVD, y empecé a pensar si no estaba meado por los perros, de que las cosas empezaran a romperse en efecto cadena. Y otra vez el boludo tuvo que ir a buscar un aparato nuevo o usado en buenas condiciones. En este último caso fue más fácil de conseguir. Nuevo, solo hay Blu Ray, los DVD convencionales no se fabrican más. De manera que tuve que hacer una serie de gastos totalmente inesperados, que me "fundieron", si bien tenía un fondo de reserva para este tipo de casos. Porque en el hogar, siempre falla o se rompe algún artefacto, a todos nos pasa. 

La conclusión se que deberé transitar lo que resta de este mes con bolsillos flacos, por causas ajenas a mi voluntad. Y uno sabe que de vez en cuando hay que renovar insumos, pero una cosa es adoptar nueva tecnología y otra es tener que rebuscártelas con parches porque no siempre encontrás en el mercado aquello que buscás. Yo a la cámara Canon la había pagado 800 pesos en su momento, ahora debe estar más de 3.000. Pero bueno, ahora tengo dos Sony, una que uso todo el tiempo y otra que la conservo para que no me vuelva a pasar lo mismo. Y del DVD, mejor ni hablar. Otro gasto que podría haber postergado, pero que tarde o temprano, sobre todo a quienes nos gusta ver películas, iba a tener que hacer. Punto final. 


15 de julio de 2019

En el camino de la superación: mi mundo privado

Lunes, comienzo de semana, y me reencuentro con el teclado luego de haber permanecido unos días alejado de las letras. En parte porque se dio así, o quizás de algún modo inconsciente lo busqué, lo que puedo afirmar es que sentía un hartazgo general, propio de la campaña política que no da respiro. Creo que todos cargamos con alguna mochila, el tema es cuando esa carga se vuelve demasiado pesada y no logramos hacer catarsis de alguna manera. Estoy en una etapa de mi vida en la cual debería haber conseguido determinadas metas u objetivos que aún no logro concretar, y eso es algo que me fastidia. Pero no puedo culpar a nadie por ello. 

Lo que puedo decir, es que lucho para ser cada vez mejor en mi trabajo, porque el camino se hace al andar. Me alejo de aquello que me molesta y me reencuentro con los afectos y los amigos de siempre, gente buena y que hay que cuidarla porque es valiosa y tiene mucho para dar. 


Me levanto temprano, desayuno, enciendo la tele y lo que me ofrece la pantalla es lamentable. Programas chotos, programas berreta, una pareja de boludos haciendo comentarios sobre lo que pasó en el programa de Tinelli de ayer, un cocinero que cree que todos podemos gastar una fortuna en aceite de oliva, cortes de carne caros, especias, condimentos, etc. Refritos de series viejas, como El Zorro y El Chavo,  bloopers. Nada que tenga que ver con la realidad, excepto por la intervención de algún periodista que comente brevemente las novedades de los casos policiales que adquirieron notoriedad, como la Masacre de Monte. Con lo que cuesta poner al aire un programa y hacerlo rentable, uno no puede menos que pensar en el espacio desaprovechado. Cuántas personas están esperando su oportunidad de darse a conocer, cuántos la vienen remando desde hace años ser tenidos en cuenta por un canal de televisión. Y quizás sea una espera eterna, porque hoy todo se ha vuelto extremadamente frívolo y estúpido. No abundan los programas bien producidos, en los cuales se note una mínima inversión. No se puede ser tan soberbio como para subestimar a quienes consumen estos productos, porque la TV por cable no llega a todos los sectores y los canales de aire siguen cosechando una franja importante de la audiencia. Pero lo que sí puedo decir es que hay un temor a arriesgar, a brindar una propuesta nueva. Todo los que vemos en la tele está sustentado en base a formatos que incentivan la "buena onda", como si la vida fuera una permanente sonrisa. Falta, ante todo, la posibilidad del debate serio. Dos tipos que discutan en cámara por algo importante, no por el jurado de "Bailando por un sueño". Por ejemplo, anoche en el canal de noticias de América hubo un debate bastante interesante entre un economista liberal cuyo nombre no recuerdo y el referente de izquierda Jorge Altamira. Se habló de capitalismo, de crisis económica, de estatización de empresas, en fin, de cosas que nos pueden cambiar la vida de verdad. Y está bueno que dos personas con ideas casi irreconciliables se sienten en una misma mesa para exponer lo que piensan y dejar que el televidente se forme una opinión.

Hay pocos programas periodísticos en la TV abierta, y parece que estamos demasiado pendientes acerca de "en que lado está" cada uno. Nos fijamos mucho si Fulano es oficialista, si es opositor, y no nos damos un tiempo para escuchar qué tiene para decir el periodista en cuestión. Cada uno puede hacer la lectura que desee de un determinado mensaje, pero no nos quedemos en la mezquindad, y no renunciemos a nuestros derecho a pensar la realidad. Cuando dejamos que los demás piensen por nosotros, también estamos permitiendo que decidan por nosotros. Por ejemplo, el cofundador de Apple, Steve Jobs, fue noticia con motivo de su fallecimiento. Nadie se preocupó por explicar cómo llegó a manejar una de las empresas más exitosas del mundo, y tardíamente se difundieron imágenes de su célebre discurso en la Universidad de Stanford. Fue un emprendedor, un tipo exigente consigo mismo y con los demás, quizás demasiado tirano con sus empleados. Pero parece que en Argentina no "vende" ese tipo de modelos, nos inclinamos hacia la vulgaridad y el facilismo. Vivimos sometidos por los dictados de un grupo de "iluminados" que deciden qué se muestra y qué no. Me pregunto si Steve Jobs hubiera triunfado de haber nacido en Argentina, donde todo el mundo busca pisarte la cabeza cuando ven que tenés talento y capacidad para algo. Me pregunto también cuántos minutos de su programación le dedicaron los programas "mañaneros" a recordar a Steve Jobs, o a tantas personas que nos sirven de inspiración. Y digo esto porque no hace falta ir muy lejos para encontrar historias de vida que son motivadoras, y que promueven valores como la perseverancia y el sacrificio. No es mi intención demonizar todo aquello que se emite por TV, porque no soy un retrógada o un reaccionario, pero es evidente que vivimos en una burbuja, y que conseguir información de calidad y con auténtico rigor periodístico es una tarea cada vez más difícil. Punto final. 

13 de julio de 2019

El desafío de jerarquizar la profesión

La mejor forma de pelear por un futuro mejor para nuestros hijos,sobrinos, etc, es dedicándoles tiempo, prepararlos para lo que deberán afrontar siendo adultos. Aunque probablemente, cuando lleguen a esa edad, la sociedad será totalmente distinta a aquella que supimos conocer. Ese es el problema con el cual lidiamos, la brecha generacional, y que no hay una "escuela para padres", sino que estamos frente a un escenario en el cual los desafíos serán otros, y habrá que asumir un rol preponderante en la nueva construcción de la Argentina. Lo que nosotros podemos aconsejar o aportar será poco útil dentro de diez o veinte años, sobre todo respecto a las nuevas formas de comunicarse. Podemos dar por descartado que los diarios en papel están atravesando una crisis, por lo tanto los medios que nuestros jóvenes elegirán para informarse serán totalmente diferentes, con celulares o tablets. Y es aquí donde entra a jugar nuestra capacidad de empatía, de ser asertivos, de comprender que nuestros padres y abuelos probablemente también imaginaron  una sociedad distinta a la que nos toca vivir.

No existe manera de predecir cómo serán los cambios económicos en un país tan imprevisible como el nuestro, que está a merced de personas que sólo piensan en el libre mercado y desconocen la realidad de los trabajadores que construyen día a día el futuro. Cada operario que se queda sin trabajo, es una familia que queda en la calle sin ninguna contención.

 Ya no me interesa pensar si Macri será reelecto o no, porque ello lo dirá la voluntad popular. Es una democracia representativa, no está a nuestro alcance (o no corresponde) influir en la inclinación del electorado. Yo en esta campaña política les doy a todos los partidos el espacio que necesiten en mi diario, siempre que paguen. No laburo gratis, y menos aún para hacer proselitismo. Porque yo merezco la misma consideración que el resto de los medios de Lobos, sean digitales, radiales o impresos, entonces lo que yo hago es pautar un precio por las notas que quieran hacer, o por los spots publicitarios. Mi conciencia cívica no se vende, lo que vendo es un producto. Por eso, a veces, hay que poner un huevo en cada canasta para que todos los candidatos queden conformes. Y desear que aquel que asuma los destinos de Lobos, tenga capacidad de gestión. Punto final.

9 de julio de 2019

Sigo detrás de la trinchera


Mi mayor vocación siempre ha sido escribir para intentar analizar la realidad que me rodea, que a veces escapa a mi capacidad de comprensión porque aquello que nos toca vivir se torna complejo. Principalmente, complejo de explicar. Tengo 40 años, pero nunca dejo de aprender, muchas veces me veo superado por lo que sucede, entonces tenés que barajar y dar de nuevo, replantearte dónde estás parado. En un escenario de crisis, sumado al clima electoral, bien vale la pena estar atentos a lo que pasa, porque nada es casualidad y lo que ocurre es consecuencia de una dirigencia mediocre, de políticas económicas equivocadas, y de un profundo desconocimiento sobre cómo adoptar medidas de reactivación. Ser populista no es un defecto ni un insulto, o al menos no debería serlo. En cambio, el neoliberal que se rige por las leyes del mercado es un canalla. La gente tiende a votar según su experiencia personal, por ejemplo, si le fue bien con los K, los volverá a elegir. No se piensa a nivel "macro", con un criterio amplio y teniendo en cuenta todas las variables. Los argentinos estamos cansados de que nos prometan propuestas imposibles de llevar a cabo, totalmente absurdas y que carecen de todo asidero. Sin embargo, es como el famoso "mentime que me gusta", nos complace sentirnos engañados. 

Se puede aprender a vivir mejor, pero necesitamos las condiciones para hacerlo. De lo contrario, sería como pretender tomar un plato de sopa sin cuchara. Creo que después de las elecciones, gane quien gane, habrá algo de estabilidad en el humor de la sociedad que se traducirá en el ánimo de la gente, de todos nosotros. Pero deberemos soportar varios meses todavía hasta octubre o noviembre, en el caso de un eventual balotaje. No es momento de tomar decisiones apresuradas, ni de dejarse llevar por los impulsos de la manada. Por una vez en la vida, dejemos la maldita grieta de lado y empecemos a pensar en la salud y la educación, que realmente dan vergüenza. Necesitamos salud pública de calidad, hospitales dignos, y escuelas en condiciones edilicias adecuadas para dictar clases. No se puede tener tranquilidad en el reino de la improvisación. En la Argentina, tenemos un Congreso que es la "caja" de la corrupción y la amoralidad, con senadores y diputados que ganan en un mes lo que al laburante promedio le cuesta un año conseguir. Tomar a la política como un medio de vida y como un modo de enriquecerse es lo que hace a los sudamericanos ciudadanos subdesarrollados. Y ahora que todos están felices y contentos por el acuerdo entre el Mercosur y la UE, esperen a que se plasme en los hechos. Va a ser, para los europeos, como la segunda Conquista de América. Punto final.  


Adiós a De la Rúa

9 de Julio, enciendo la tele por la mañana y me entero de que murió Fernando De la Rúa. Sin lugar a dudas, De la Rúa no será recordado de la mejor manera por la historia. Fue un mandatario inepto, incapaz, que recibió un país con una deuda millonaria, mientras agonizaba el "1 a 1". Porque muchos argentinos querían seguir con la fiesta menemista, y él los complació diciendo que convertibilidad se iba a mantener. No supo poner freno a la fuga de dólares, a la creciente desconfianza en un país que había privatizado las empresas públicas por monedas, a precio vil. No me viene a la memoria que haya tomado alguna medida acertada en beneficio de la sociedad, aunque duró tan poco como Presidente, que su paso por la Casa Rosada fue casi un suspiro. En el medio renunció el vicepresidente, se recortaron los salarios a los empleados públicos, De la Rúa tomó la decisión más equivocada de su mandato al designar a Cavallo como Ministro de Economía, y todo estalló por los aires. Y aquí entra a jugar también una historia de conspiraciones y traiciones, como bien documenta Miguel Bonasso en su libro "El palacio y la calle". Alfonsín no conspiró directamente, pero hizo todo lo posible para que Duhalde sea presidente. Después tenemos a los peronistas al acecho, al monje negro radical "Coti" Nosiglia, a Cacho Alvarez, y un grupúsculo que tomaba decisiones en la mesa chica mientras Buenos Aires se incendiaba y se desató una represión feroz que costó 27 muertos. ¿Quién dio la orden de reprimir? Obviamente, De la Rúa no estaba ajeno a lo que sucedía, y menos aún sus ministros. 

Lo que vino después es por todos conocido, y el ostracismo del "presidente aburrido" también, se recluyó un buen tiempo porque temía que la gente lo linchara en la calle. Impulsó la flexibilización laboral (léase precarización), a fuerza a coimas o sobornos, que aunque nadie pueda probar con certeza, es un secreto a voces que los sobres circulaban por el Congreso para comprar la voluntad de los senadores díscolos. Un tipo que se jactaba que se había preparado toda la vida para ser Presidente, y cuando finalmente asumió en esa nefasta Alianza, no supo qué hacer ante los reclamos de la gente. De hecho, la misma clase media que lo votó fue a cacerolear a Plaza de Mayo para que se fuera, porque la corrupción se tolera, pero que te confisquen tus ahorros no. Por lo tanto, podemos concluir con que no fue honesto, no fue responsable, y su fragilidad se tradujo en desaciertos que llevaron al hambre a los argentinos. Punto final. 

8 de julio de 2019

Lunes con sol: Comenzando la semana de la mejor manera

Lunes feriado en la ciudad. Me gusta hacer rendir cada día, sea soleado o nublado, de forma tal que las horas no transcurran en vano, que encontremos un motivo para decir que no vinimos a este mundo al pedo. Todo aquello que vamos perdiendo en las hojas del calendario es lo que merece ser rescatado del olvido. Si yo no hubiera padecido un simple gripe y se hubiera tratado de algo más grave, todavía tendría que estar tirado en la cama. Y el ocio improductivo es lo que menos me interesa, porque la vida es demasiado corta como para no asumir un rol activo en nuestro devenir cotidiano. En medio de esta ola de frío que nos toca atravesar, hoy el termómetro nos dio un respiro con una jornada a pleno sol, y salí a la calle como cualquier otro día, el mundo no se va a detener por lo que diga el pronóstico. Tengo mis bajones como la mayoría de la gente, pero trato de superar esos momentos pensando en lo que pude conseguir y alcanzar, y todo aquello que aún estoy en condiciones de lograr. Ser un mejor periodista, superarme, abrir el juego a lo que esté por venir. En esta profesión, lo más valioso es la credibilidad. Si la gente no te cree, no te tiene en cuenta como fuente de información, o piensa que estás tergiversando la realidad.

Ser creíble es lo que suelen anhelar los candidatos políticos, pero en mi caso, desde mi rol de periodista, debo informar con la verdad, aunque a algunos les duela o les desagrade. La cantidad de medios que hay en nuestra ciudad es considerable, casi diría que es más de lo que se podría esperar por la cantidad de población que tenemos, y ello hace que vos debas venderte como producto para conseguir auspiciantes y clientes. No hay otra manera de vivir que no sea consiguiendo comercios que confíen en la información que brindás. Y en este escenario de crisis, hay que ofrecer promociones que resulten atractivas, buscarle la vuelta. Del mismo modo que lo hace cada uno desde su laburo. Cuando sos trabajador autónomo, si te fundís o te va mal te jodés vos solo, difícilmente puedas poner excusas o echarle la culpa a alguien. Por eso continúo con este blog, porque aquí expreso lo que siento, analizo la realidad aunque lo haga de un modo meramente vocacional (sin fines de lucro). Para lo demás, tengo mi portal de noticias LOBOS 24. A disfrutar esta semana a pleno y que nada nos haga bajar los brazos. Punto final. 

4 de julio de 2019

Sobreviviendo en el día más frío del año

Recién hoy puedo decir que estoy bien, que salí del letargo y de la abulia tras casi una semana padeciendo una gripe que me castigó de manera inusitada. Me costó recuperar las fuerzas, el entusiasmo, la voluntad, porque todo lo que te debilita y te tira a la cama no es para nada bueno. Agradezco a mi familia que me bancó en todo momento, sobre todo con la mufa y el malhumor que tenía al sentirme prisionero de mi propio cuerpo. No hay bien más valioso que la salud, y no hay plata que pueda comprarlo. 
Hoy es el día más frío del año, y sin embargo tuve que salir a hacer cobranzas y trámites, son cuestiones que hacen a la economía doméstica y que tenía que resolver. Basta con abrigarse bien y soportar el viento helado con una bufanda. Este invierno aparenta ser más crudo e inestable que en años anteriores, del mismo modo que en principios de este año atravesamos una ola de calor. Mientras tanto, se intensifica la campaña política, ya casi todos los partidos en Lobos han presentado a sus candidatos, y como siempre sucede, al momento de las PASO puede haber alguna sorpresa en los resultados. Yo tengo casi definido mi voto, por supuesto que lo mantendré en reserva, y en rigor de verdad a quién pueda votar yo es irrelevante, porque mi opinión no es representativa de la mayoría. 

Llega un punto en el cual pensás en otras variables que antes no tenías en cuenta, porque eras más joven y no te afectaban, pero si tomo como ejemplo lo que gasté en remedios para poder reponerme, me indigna vivir en un país donde el acceso a la salud sea tan costoso, por el lobby que hacen los laboratorios que son los formadores de precios. La gente suele enfermarse con mayor frecuencia en los meses de invierno, pero muchas veces tenés que seguir trabajando, porque la rueda sigue girando y no hay posibilidad de tomarse uno o dos días para hacer reposo. Y ver cómo en Buenos Aires hay miles de personas en situación de calle, que quedaron totalmente excluidas y permanecen a la intemperie, es todo un signo de los tiempos que corren, con un ajuste que ni siquiera da respiro en tiempos electorales. Punto final.  

A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...