29 de julio de 2019

Ultimo lunes de julio

Lunes por la noche en la ciudad. Termino esta jornada muy cansado, con ganas de irme a dormir lo antes posible, la verdad es que me está hartando la campaña electoral. Y eso que son las Primarias, cuando lleguen las Generales ahí te quiero ver. Anduve mucho en bici, porque quería llegar rápido a todos lados y culminar una serie de trámites. A veces se vuelve un tedio algo que debería ser sencillo y sin mayores complicaciones. La burocracia argentina es de tal magnitud, que se te va la vida esperando que te salga la jubilación cuando ya pasaste los 65 y estás hecho pelota después de haber laburado 30 años o más.

Trato de vivir el día, pensar en el corto plazo, descansar la mente y dejarme llevar por alguna melodía de la radio, porque de lo contrario no podría hacerle frente a todo. Cuantas mas responsabilidades asumís, más difícil resulta poder cumplir con todas ellas.


Hay pequeñas cosas que nos gratifican y que por tenerlas incorporadas no nos damos cuenta, como una taza de café, una ducha caliente, compartir una cerveza con amigos o una noche con alguna señorita. Me pasa, no les voy a negar, que esas pequeñas boludeces que uno ya da por sentado no las tiene en cuenta, cuando hay muchas personas que no pueden satisfacer sus necesidades básicas.

Pero como digo siempre, eso no es consuelo. Es decir, no es para conformarse y dejarse estar. Es natural aspirar a más, buscar mejorar y no quedarse estancado. Todos queremos progresar, sentir que vamos avanzando. Siempre sentí que hay un divorcio entre la dirigencia política y los intereses de la gente. No entienden lo que el ciudadano necesita, y cuando finalmente hacen algo suele ser demasiado tarde. Es como si no pudieran percibir la realidad, porque no caminan la calle y viven encerrados en sus despachos. También les gusta perder el tiempo en Twitter, y sentirse estrellas del cyberespacio en ese lugar difícil de etiquetar que Beatriz Sarlo denominó "Celebrityland". Y quiero hacer la salvedad de que el ejercicio mediático de la política y el abuso militante de la Web lo hacen tanto los kirchneristas como los opositores. Creo que se parecen más de lo que suponemos.

Sinceramente hay gente a la que le encanta hacer conferencias para no anunciar absolutamente nada, cuando todo se podría resolver enviando la información respectiva a los medios por un simple mail. Por suerte tenemos la música, los libros, las películas, y un montón de distracciones que nos salvan del naufragio, de lo contrario la vida sería un asco. Cada uno busca sus momentos de distensión, y así como yo no entiendo que un tipo se gaste fortunas en "tunnear" un auto y convertirlo en una nave espacial, mientras hay quienes no entenderán al que busca la la edición importada de un disco, o un par de zapatillas de determinada marca. Con el tiempo aprendí que cada persona actúa y se comporta conforme ciertas ideas preconcebidas que arrastra desde varias generaciones, y también influye su propensión a aceptar las nuevas modas que impone la globalización. Debo decir que el teclado de esta notebook es una cagada, motivo por el cual les pido disculpas por cualquier error de tipeo durante el trasncurso de estas breves líneas. Punto final.

Última nota de 2024: Para el baúl de los recuerdos

  Esta es la última nota que escribiré durante lo que resta de 2024, así que no abusaré de vuestra paciencia en la lectura.   En primer lu...