Si una familia o un grupo de amigos no logran ponerse de acuerdo, menos aún se podrá alcanzar ese objetivo para la sociedad en su conjunto. Esto es así porque cada cual cuida su "quintita" y no hay una visión amplia de lo que nos pasa. Creemos que somos víctimas individuales de algo que afecta a todos, aunque de distinta manera.
Permanecemos
demasiado tiempo oprimidos por una maraña de prejuicios que nos bloquea, y
cuando finalmente intentamos derribar esa muralla, no sabemos qué hacer con la
libertad. Ir a un determinado lugar, vestirse de determinada manera… es un
proceso que implica despojarse de la “obligación” de caerles bien a los demás. Te
sacás una mochila de encima, porque aprendés que una dosis de egoísmo no viene
mal y que tenés que pensar en vos mismo, de lo contrario nadie lo hará en tu
lugar. Las grandes creaciones de la historia de la humanidad comenzaron siendo
resistidas hasta que la mayoría las asimiló. Entre ellas, el rock, que ya lleva
más de 50 años y por ello se reinventa constantemente. Me podrán decir que si nos dejamos llevar
por las olas, terminaremos en el medio del mar sin saber cómo salir. Pero es un
riesgo que hay que correr, aventurarse a lo nuevo.
Más de una vez tenemos la sensación de que está todo inventado, y de que lo que tiene apariencia de “nuevo” ya alguien lo pensó antes. Internet nos cambió la vida y la forma de comunicarnos, pero antes lo hizo el teléfono. El impacto de Internet y de las redes sociales sólo es comparable con la televisión. La cantidad de gente que mira TV se ha reducido notablemente, porque han surgido otras formas de distensión y entretenimiento. En lugar de ir al cine, te quedás en tu casa viendo una serie por Netflix. El streaming, o transmisiones en tiempo real, también son una novedad porque permiten que cualquier persona con un celular sea protagonista de una noticia periodística.
Todos estos cambios nos ponen a los periodistas ante nuevos desafíos. La exigencia es mayor, y tiene que ver con pensar nuevas estrategias que sean atractivas para el lector. Yo me enteré de la noticia de la muerte de Maradona por Twitter, por ejemplo. Claramente, un signo de los tiempos que corren: un tema se vuelve tendencia y todos los demás siguen al rebaño. Sentarse a escribir una columna de opinión, ya sea en papel o en la computadora, parece un hábito olvidado. Pero los que nos resistimos a que nos den todo "masticado" y buscamos saber por qué pasan las cosas, continuamos eligiendo ese camino de analizar la realidad, además de que la crónica de un hecho cualquiera se vio superada por la inmediatez de las redes. Nos estamos viendo pronto. Punto final.
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