1 de diciembre de 2013

Primer post de diciembre

Hola amigos, aquí estoy de regreso con el blog. Empieza hoy un mes en el cual mucha gente tiende a hacer balances, no precisamente contables, sino de las metas y objetivos que se han planteado para este año. Yo trato de evitar ese ejercicio, pero es casi inevitable pensar en aquellas cosas que uno quiso concretar y por determinados motivos no pudo. O bien en aquellos logros que conseguimos y que no esperábamos alcanzar. El 2014 será un año de transición, dado que no habrá elecciones, y la atención pública estará puesta en el Mundial de Fútbol y en los avatares de la economía. Parece que por fin, tardíamente, el Gobierno está reconociendo la inflación. Pero eso no es suficiente: hay que tomar medidas concretas para frenarla. El señor Guillermo Moreno dejó una pesada herencia que costará mucho tiempo mitigar. No obstante, sería ingenuo suponer que el polémico funcionario actuó sin el aval de la Presidenta: de hecho, fue Cristina quien decidió removerlo y lo "premió" con el cargo de agregado comercial en la Embajada Argentina en Italia. En el caso del nuevo Jefe de Gabinete, por lo menos vemos que habla con la prensa y no ostenta el estilo abúlico y condescendiente de su antecesor, Abal Medina. Pero como todos sabemos, a las palabras se las lleva el viento. Habrá que ver si lo que Capitanich declama en público, que es una voluntad de diálogo, se plasma en acciones concretas. 

El país necesita volver a ser creíble para atraer inversiones, sin que esto signifique ser un cipayo o un vendepatria. Fíjense que el Gobierno, cuando expropió YPF, anunció que no compensaría en absoluto a Repsol, y ahora está negociando un acuerdo con la petrolera española. Sucede que Repsol no se quedó de brazos cruzados e hizo lobby entre los países de la Unión Europea para bloquear las exportaciones argentinas de biodiesel, que constituían una importante fuente de ingresos. Por eso sostengo que una cosa es el "relato" y otra la realidad. La mayoría de nosotros celebramos que YPF vuelva a ser del Estado, del mismo modo que los ferrocarriles, pero si ello implica indemnizar a las empresas concesionarias el costo puede ser demasiado alto y los beneficios recién se verán en un largo plazo. 

Tengo visitas en casa, de manera que este post es breve y cortito. Ya habrá oportunidad para reencontrarnos en los días sucesivos, antes de la sidra y el pan dulce. Saludos!!!


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  Esta es la última nota que escribiré durante lo que resta de 2024, así que no abusaré de vuestra paciencia en la lectura.   En primer lu...