28 de septiembre de 2015

Lunes tranquilo en la aldea

Lunes otra vez. A comenzar a rebobinar la cinta y seguir. Sinceramente la vida ha sido demasiado buena conmigo, me ha permitido ejercer mi profesión, tener un lugar en la sociedad, acceder a la educación, y gozar de buena salud (toco madera). Lo único que espero, en esta recta final rumbo a octubre, es que lleguen las elecciones y se termine todo, porque se está desmoronando la economía y desde la Casa Rosada salen a tapar agujeros endeudándose con China, la única potencia mundial que todavía nos tira unos pesos (o yuanes). Hay que decir, obviamente, que los chinos no son boludos, y que este endeudamiento de un Gobierno que se está yendo por la ventana, seguramente quedará de "herencia" para el que tome la posta, aún cuando sea el propio Scioli. En cierta manera, hemos vuelto al "sálvese quien pueda": a Scioli lo dejan hacer desde el Gobierno, pero le han puesto "marca personal", parafraseando al léxico futbolero. El ex motonauta tiene que hacer malabares para decir que va a cambiar algo cuando precisamente el proyecto kirchnerista tiene orden de "no innovar". El Gobernador podrá parecer timorato, pero tampoco es ningún gil, y con tal de llegar a ser Presidente está dispuesto a arrastrarse por las alfombras de la Rosada. Y si gana, como todo parece indicar, va a estar demasiado "encorsetado" como para tomar decisiones de fondo. No se confundan, Néstor y Cristina no son Perón y Evita ni en el mejor de los sueños. Algo me hace pensar, sin embargo, que esta película ya la vimos. El 25 de octubre a la noche tendremos la respuesta definitiva. Punto final.

A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...