28 de diciembre de 2015

Estoy de regreso!!!


Buenas noches, amigos. Entre las Fiestas, un poco de pereza y falta de inspiración, tuve un pequeño paréntesis con ustedes. Pero aquí me tienen nuevamente. Algunos sostienen que los blogs están en extinción, o que son parte de otro período de estos cambios cotidianos en Internet que no nos dan respiro. Yo hace años que escribo aquí, y mientras el cuerpo aguante, seguiré haciéndolo. Pero eso sería algo así como "mirarse el ombligo", y no tiene demasiado sentido ser egocéntrico. Creo que este 2015 que está pronto a culminar me ha dejado muchas enseñanzas, y tengo la convicción de que 2016 será mejor. Yo siempre pienso que lo mejor está por venir. Claro está que cuando no es así te frustrás, pero hay que tener la capacidad para tener un pensamiento amplio, una visión clara, "abrir la cabeza", pensar en nuevos proyectos, y no permitir que nadie nos quite la ilusión. Ojo, no digo que haya que vivir de ilusiones porque eso también es contraproducente, a lo que me refiero es a esa ilusión por lo nuevo, por lo que está por venir.

Muchas veces nos planteamos objetivos demasiado ambiciosos para cada nuevo año. Es mejor plantearse metas que estemos en condiciones de cumplir, para no defraudarnos nosotros mismos y sentir que realmente podemos lograr lo que nos proponemos. Vivimos en una sociedad exitista, porque hoy estás en el podio y mañana nadie se acuerda de que existís. Y a veces me pongo a pensar en cuántos actores de impecable trayectoria, artistas plásticos (y esa gente que nos hace un mundo un poco mejor), que esperan que les suene el teléfono porque necesitan trabajar. Muchos actores consagrados, que hace 20 años estaban en la cresta de la ola, hoy sufren que ninguna productora los convoque para hacer una novela, una miniserie, un unitario, o lo que sea. Por suerte, nos queda el teatro. Nunca me gustó demasiado, pero cuando ves una obra bien hecha, ya sea por los actores vocacionales de Lobos, o si te vas a la calle Corrientes, te das cuenta de la cancha que tienen los tipos. No me gusta el "teatro de revista", ni las obras de Carlos Paz o Mar del Plata donde ves solamente culos y tetas. Y para concluir este sencillo texto de hoy, considero que cuando te sentás en el teatro, o en el cine, tiene que ser algo que te conmueva. De lo contrario, en un escapismo más. Punto final. 

A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...