11 de diciembre de 2015

Un día histórico


Ayer, 10 de diciembre, los argentinos vivimos un día histórico. Para disgusto de algunos y júbilo de otros, el Ing. Mauricio Macri asumió la Presidencia de la Nación. Sin lugar a dudas, no será tarea sencilla para él y sus Ministros poner en marcha un país convulsionado, con una inflación que no cesa, con reclamos de los sindicatos, con niveles crecientes de indigencia y pobreza, y con cierto sector (no todos desde luego) acostumbrado a vivir de "la teta del Estado". Es momento de dar lugar a los que quieren trabajar y terminar con los ñoquis, los vagos, y los incapaces para tener un cargo público. Nombrar a la ex CEO de General Motors, cuyo nombre no recuerdo, como Presidenta de Aerolíneas Argentinas, es una decisión acertada. Mariano Recalde tenía nula experiencia en cómo manejar una empresa, sólo sacaba chapa por su militancia o su filiación política que lo posicionó en ese cargo. Qué mejor entonces, que una empresaria se haga responsable de nuestra aerolínea de bandera. Esto no significa claudicar, ni ponernos de rodillas ante el Imperialismo, ni esas frases tan "demodé". Es una persona que hará rendir a Aerolíneas en su máximo potencial, procurando reducir el déficit sistemático que la empresa tenía. 

Volver a posicionar en el INDEC a personas idóneas, que no deban agachar la cabeza para esconder datos o guarismos preocupantes, resulta alentador. Es hora de sincerarnos, y si los números no son los que le gustan el Gobierno de turno, deberá tomar medidas para que esos números cambien y comience así un círculo virtuoso de la economía al cual todos aspiramos. El intervencionismo patoteril de sujetos como Guillermo Moreno llevó al INDEC al desastre. Por tal motivo, los argentinos nos merecemos cifras confiables de desempleo, inflación y desocupación. 

Macri tiene todo el poder en sus manos. Resta saber, si con el curso de los meses, tendrá gobernabilidad. Porque la oposición no le dirá todo que sí, y retaceará su apoyo cuando a alguno de ellos le toquen el c.... Nadie va a querer rendir cuentas de estos 12 años, nsi hacerse cargo de lo que nos pasó, ni asumir los costos a los que nos llevó una gestión deficiente y que veía como un enemigo al que pensaba distinto. O un jefe de Gabinete que rompió un diario en plena conferencia de prensa porque no le gustó lo que se había publicado. Nunca más preguntarle al otro "de qué lado estás", ni entrar en ese estado de confrontación porque uno lee Clarín y el otro Página/12. Nunca más la intolerancia, pero por sobre todas las cosas... nunca más la estupidez, como la misión argentina a Angola durante el Gobierno de CFK, que fue más una excursión o un viaje de turismo que un intento por establecer acuerdos comerciales con un país que es más pobre que el nuestro y que subsiste como puede. 

No podemos aún establecer, en el día 11, ningún juicio de valor sobre Mauricio Macri en calidad de Presidente. Hay que darle tiempo, tres meses como mínimo, y después de ese plazo, ver los resultados de las medidas que impulsó o implementó. Y no quiero dejar de destacar los gestos de hombría de bien de Daniel Scioli, quien se reunió con el nuevo mandatario y se puso a disposición para colaborar. Del mismo modo lo había hecho con María Eugenia Vidal. Quizás, mirando hacia atrás, si Scioli no se hubiera apegado tanto al discurso cristinista, si no tuviera que hacer malabares para dejar conformes a todos con su oratoria, el Sillón de Rivadavia tendría otro dueño. Pero eso es historia contrafáctica y de poco sirve plantearlo ahora. Llegamos a un nuevo Gobierno, que no tomará decisiones para el PRO, sino para todos los argentinos. Dejemos que pueda hacer su trabajo y si no nos convence, en 4 años le diremos adiós a todos. Punto final.

A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...