28 de mayo de 2022

Declaración de principios (y finales), 2022

 Una de las facetas que más me gusta de mi laburo es hacer entrevistas. De hecho, no me importa tanto el impacto que pueda tener en cuanto a los lectores. Y me gusta, porque es producción periodística propia: Me encargo de todo, desde elegir el lugar de común acuerdo con el entrevistado, hasta desgrabar, editar las fotos, y finalmente publicar el contenido. En el caso del programa de tele que hago, es el formato propio del ciclo televisivo, pero para mi diario digital se vuelve más complejo.

 Sé que los accidentes o las salidas de Bomberos rápidamente generan tráfico en la Web y se viralizan, es un material que "vende" bastante porque los lobenses queremos saber si algún familiar o conocido fue víctima de ese choque o de ese siniestro que estamos informando. Y esto por supuesto, es razonable.

Pero a una entrevista, en el proceso de desgrabación, hay que pulirla miles de veces respetando el contenido original, y tratar de que sea comprensible. Básicamente, no es ni más ni menos que reproducir lo que dijo la persona que elegí para dialogar. Y si lo que vos hacés es un trabajo profesional, y encontrás el "gancho" para que esa nota sea atractiva e invite a leer, el vecino va a sentirse con ganas de conocer lo que vos escribiste. Ya perdí la cuenta de la cantidad de reportajes que he hecho en los últimos 20 años. Nunca falta un funcionario o autoridad que, cuando lo ponés contra las cuerdas, reacciona de forma hostil, o con destrato. Pero el que queda como un intolerante es él/ella, no yo. Nunca respondo a esas provocaciones.

 En Lobos no pasa un día sin que no haya un choque entre una moto y un auto, por citar un caso. No tengo cifras de otros municipios vecinos, pero el tránsito es un desastre a determinadas horas del día. Ayer tuve que salir por la zona céntrica cuando caía la tarde, y era un caos. Más de una vez tuve que esquivar a algún pelotudo que abría la puerta del auto sin mirar para atrás. Y si me lo llevo puesto, terminaré en el Hospital hecho mierda y con consecuencias imprevisibles. La puerta izquierda, que es la del lado del conductor, se abre de repente o en algunas ocasiones el tipo que maneja amaga con abrirla, y mientras esperás hasta que ese hombre se decida qué hacer, los que están detrás tocan bocina como si vos fueras el responsable por el tarado que está delante tuyo. Pero bueno, son cosas que pasan.

Siempre conservo algún reportaje "en parrilla", porque hay días donde la actividad no abunda y es una buena manera de ofrecer algo distinto, siempre que no pierdan actualidad. Se puede "aggiornarlos", pero de ninguna manera desvirtuar el contenido o desvirtuar lo que tu entrevistado te dijo. Que otros lo hagan, no corre por mi cuenta, somos todos grandes y ya sabemos qué es ético y qué no. Hay muchos recursos para explorar la creatividad, que vas aprendiendo con el tiempo. Pero lo más importante, es no traicionar a quienes depositaron tu confianza en vos al aceptar ser entrevistados. Porque si lo hacés, te vas a acusar de tergiversar sus dichos, con justa razón. 

Uno a medida que avanza la charla, va viendo hacia donde va encaminada, y si es necesario repreguntar o no. Si a quienes te leen no les resulta del todo claro, o es confuso, hay que repreguntar para evitar que se convierta en un monólogo que no dé lugar a nada. Si el periodista percibe que una nota tiene sabor a poco o no aporta demasiado, más aún lo va a advertir el lector. 

Yo compito sanamente con mis colegas, pero creo que, ante todo, compito contra mí mismo, porque he corregido notas hasta 10 o 15 veces para darles la forma al darme cuenta de que no me convencían del todo. Lo que más deseo a futuro, es seguir mejorando en mi profesión, y nunca se me va a caer el sombrero para retractarme si me equivoqué con algún detalle. La búsqueda por brindar más y mejor periodismo, en Lobos o donde sea, nunca se abandona. Mis principios serían esos, y mis fines (o mis finales, porque cada etapa tiene un final), podría resumirlos en seguir consolidándome con lo poco o mucho que pueda hacer para no defraudar a quienes confían en mí. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

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