Buen comienzo de
mes. No se trató de nada especial, es cierto, pero cuando encarás una nueva
instancia sin sobresaltos, no es poco. Hoy caminé bastante, entre trámites,
cobranzas, y mandados que siempre hay que hacer para que la casa tenga todo lo
necesario con un bolsillo que no es muy holgado. En las primeras horas de la tarde entré en una especie de sopor,
realmente sentía mucho sueño, lo cual era comprensible porque anoche había
dormido pésimo y hoy me levanté temprano. Sin embargo, ahora que estoy próximo
a finalizar el día, esa somnolencia ha menguado. Lo que sí siento es el cuerpo
cansado por la caminata. A veces pienso que sería una buena idea poner en
condiciones mi vieja bicicleta y comenzar a pedalear por el parque o por calles
con poco tránsito, pero si no lo he hecho hasta ahora es porque me conozco y sé
que el entusiasmo por las cosas se me va rápidamente. Me imagino feliz con la
bicicleta durante una semana, y luego... de vuelta al galpón donde se guardan
todas las porquerías viejas.
Por algún motivo,
me cuesta hacerme la idea de que el mes comenzó un martes. Ello hace que esta
semana se me antoje más "corta" que las anteriores. Ya veremos cómo
evolucionan los acontecimientos en el correr de los días. Porque la vida es una
batalla que se libra desde lo cotidiano. Por supuesto que encontrás
satisfacciones y motivos para sonreír, pero hay que pelearla. Hay que juntar
fuerzas de donde sea y prepararse para afrontar lo que venga, dentro de lo que
sea previsible, porque a todos hay hechos que nos descolocan por completo.
Quizás estoy exagerando, pero nadie va a hacer las cosas por vos, eso te lo
puedo asegurar. O aprendés a nadar, o te tapa el agua. Nos estamos viendo en
breve.
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