26 de octubre de 2009

Las aguas bajan turbias


Es lunes por la mañana y la ciudad parece un gigante que se despertara luego de la resaca. Desde varios días tengo problemas en la presión de la red de agua corriente. Como consecuencia de esto, el líquido elemento no tiene la fuerza suficiente para subir al tanque, quizá porque éste se encuentra a una altura superior al resto de la viviendas del barrio. Sin embargo, ayer escuché que un vecino le comentaba a otro: "no tenemos agua". Como mi relación con los vecinos es prácticamente nula, no hubiera sabido nunca que ellos estaban padeciendo el mismo problema si no hubiera cazado en el aire ese comentario teñido de preocupación y bronca. Por lo general, sale agua de las canillas del baño y de la cocina (para eso existen las canillas) , aunque se trate de un chorrito débil y cuya intensidad nunca termina por definirse del todo. La situación se complica cuando se trata de la ducha. A veces no hay agua de ninguna clase, en otras ocasiones podés bañarte con agua fría pero será mejor que te olvides de sutilezas y ello incluye el siempre gratificante baño con agua caliente. Hoy por la mañana, por normas elementales de higiene, para comenzar la semana limpio y con buen semblante, me duché con agua fría, y debo decir que a medida que el cuerpo se adapta a la temperatura no parece algo tan terrible. Sería algo así como nadar en las playas de Mar del Plata, donde el agua del mar no alcanza más de 20 grados en pleno verano. En fin de semana transcurrió con mucha actividad, con un River-Boca aburrido y olvidable, y con el compromiso de revalidar todo lo hecho hasta el momento, en distintos ámbitos, tanto el profesional como el personal. Precisamente, no es momento para bajar los brazos o caer en la frustración. Hay que seguir como sea. Octubre comienza a despedirse lentamente y nos deja una última semana antes de que empiece todo el quilombo de las Fiestas, las cenas de fin de año, los actos de fin de curso, y demás eventos que son una pérdida de tiempo, excepto para quienes participan de ellos.

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