6 de octubre de 2009

Un martes bastante positivo (al menos para mí)

Hola, amigos, como están? Hoy, martes, ha sido un día bueno, fructífero, tranquilo. Hago la salvedad de que no se trata de un día bueno porque hayan sucedido cosas particularmente "buenas" o "venturosas", sino porque todas las actividades previstas (tanto laborales, como aquellas que forman parte de la rutina de cualquier persona) se desarrollaron con normalidad y sin ningún inconveniente. A veces uno encuentra satisfacción con el mero hecho de darse cuenta de que el día ha transcurrido sin sobresaltos, en el placer de compartir la mesa con la familia, y en intentar realizar las tareas cotidianas lo mejor posible. Una semana es mucho más que una sucesión de días: es difícil encontrar una semana enteramente buena, donde todo salga tal como uno lo había planeado. Quizás por eso, un día como hoy, en el cual las cosas salieron bastante bien, es un buen motivo para irse a dormir contento, pensando en que mañana puede deparar un panorama totalmente distinto. Y recordando siempre que muchos de los incidentes o percances que nos suceden son por razones ajenas a nuestra voluntad. De manera que cuando uno y "el resto del mundo" parecen hacer una tregua, aunque sea por un rato, no deja de ser un hecho digno de ser destacado.

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A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...