Los dos guitarristas de rock más virtuosos de los últimos 30 años, ya no están entre nosotros. Hablamos de María Gabriela Epumer y del "Negro" Carlos García López. Lo llamativo (o no tanto), es que ambos integraron en distintas oportunidades la banda de Charly García, prócer máximo del rock argentino. Y digo que no es tan "llamativo", en el sentido de que siempre Charly se rodeó de los mejores músicos de su tiempo. En el caso de María Gabriela, falleció a la temprana edad de 39 años, el 30 de junio de 2003. Y el Negro García López, la semana pasada. Particularmente me interesa destacar el rol de Epumer en la banda de Charly, dado que se mantuvo con un estoicismo admirable en las épocas más turbulentas del Señor Say No More. Quienes hayan tenido oportunidad de escuchar el MTV Unplugged grabado en 1995 en Miami, podrán apreciar los impresionantes solos de guitarra acústica de la Negra Epumer, y cómo tenía esa intuición para salvar los baches cuando Charly se quedaba sin voz o se olvidaba la letra de las canciones. Hace poco leí un comentario de un forista del diario La Nación, cuando se conoció la noticia del fallecimiento de García López (otro violero de la puta madre), que decía: "Charly los va a enterrar a todos". El comentario no es casual: Charly, podría decirse, es casi un sobreviviente. En un período relativamente breve, murieron el Flaco Spinetta, Pappo, Mercedes Sosa (íntima amiga de García), Adrián Otero (de la banda de blues Memphis), y otras tantas glorias de la música popular vernácula cuyo nombre no recuerdo en este momento.
En lo que respecta al "Negro" García López, basta con escuchar el disco "Cómo conseguir chicas" (1989), para apreciar los furiosos riffs de guitarra de este hombre. En vivo, del mismo modo que lo hiciera Epumer, llenaba los baches que dejaba Charly con unos solos impecables que te erizaban la piel. Fue, sin dudas, el mejor guitarrista de su generación. Y hasta el final de sus días, lo acompañó a Charly. El Negro era un tipo de carácter: palo y a la bolsa. Una vez que Charly estaba totalmente dado vuelta en un show, y dijo en público que García López lo había iniciado en la droga y el alcohol, el Negro no dudó en bajarle los dientes de un puñetazo. Charly siguió su carrera sin sus "piezas dentales" por varios años, como testimonio de aquella justificada reacción, hasta que le hicieron un implante en los últimos años.
La Negra Epumer, el Negro García López: dos pérdidas irreparables para el rock argentino (no me gusta llamarlo "nacional"). Y me temo que Charly se queda cada día más solo. Punto final.
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3 de octubre de 2014
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