22 de octubre de 2014

El verano llegó hace rato...

El otoño va diciendo adiós: por citar un caso, hoy se registraron temperaturas de 26º C, y si esta tendencia continúa será momento de ir a buscar las remeras, bermudas y camisas de manga corta que dormían plácidamente en el placard. Y cuando eso sucede, nos encontramos con la sorpresa de que hemos aumentado de peso y nuestra remera preferida ya no nos entra. Además, si la ropa no fue guardada adecuadamente, nos provocará asco sentir el olor a humedad y "encierro". Ahora estoy rescatando la ropa de verano, para ver qué sirve y qué no. Como es sabido, uno acostumbra a acumular cosas que luego pierden su razón de ser. Nunca fui muy obsesivo con la ropa, basta no que las prendas me calcen bien para que no haga falta nada más. A veces los colores son chotos: por ejemplo nunca vestiría una prenda amarilla o roja. Creo que el 90 % de mi guardarropa está compuesto por camisas blancas o con diferentes diseños. Y en cuento a las remeras, predominan el negro y el azul. Me parece que es bueno rescatar lo que sirva del vestuario, porque la ropa está carísima, incluso aunque no sea una marca "VIP". 

Espero que surja la oportunidad de ir a la pileta este 2015, y nadar un poco, que me relaja y me pone de buen humor. Pero falta mucho todavía, quién sabe lo que puede suceder. Punto final!

Disco recomendado del día: Soda Stereo, "Comfort y música para volar" (Sony/BMG, reedición año 2007)

Siempre hay una buena excusa

  Cuando pasan varios años sin que te encuentres con alguien y esa persona aparece súbitamente en escena, pueden suceder dos cosas: O que te...