Es así como se pasa el día, y están aquellos que ni se enteran porque se lo pasaron con resaca por una noche de boliche, y otros que todavía no terminan de sacudirse la modorra de una tarde en la cual el sol se asoma por la persiana como si fuera un enemigo.
Es una percepción personal decir que el domingo es incluso peor que el lunes, pero siento que cuando es lunes ya empezás de nuevo y los melones se acomodan solos. En cambio, "el séptimo día" está ahí, marcado con rojo en el almanaque, esperándonos cada semana, pasa hacer que las 24 horas sean un cúmulo de tedio y cuentas pendientes. Porque claro, el domingo te ponés a pensar en todo lo que podrías haber hecho y no hiciste, ese libro que te está esperando para que lo leas pero no tenés el menor entusiasmo en hacerlo, y de este modo gira la rueda hasta la semana siguiente. Si el domingo en cuestión resulta ser un día lluvioso o nublado, más desolador se presenta aún. Desde que el hombre se acostumbró a vivir con un calendario, con un celular, con una agenda, o lo que fuere, ya tenemos todo pautado y establecido, lo cual es un poco deprimente, al menos para mí. Punto final.
Es una percepción personal decir que el domingo es incluso peor que el lunes, pero siento que cuando es lunes ya empezás de nuevo y los melones se acomodan solos. En cambio, "el séptimo día" está ahí, marcado con rojo en el almanaque, esperándonos cada semana, pasa hacer que las 24 horas sean un cúmulo de tedio y cuentas pendientes. Porque claro, el domingo te ponés a pensar en todo lo que podrías haber hecho y no hiciste, ese libro que te está esperando para que lo leas pero no tenés el menor entusiasmo en hacerlo, y de este modo gira la rueda hasta la semana siguiente. Si el domingo en cuestión resulta ser un día lluvioso o nublado, más desolador se presenta aún. Desde que el hombre se acostumbró a vivir con un calendario, con un celular, con una agenda, o lo que fuere, ya tenemos todo pautado y establecido, lo cual es un poco deprimente, al menos para mí. Punto final.