23 de marzo de 2016

Yo también digo "nunca más"

En vísperas de cumplirse el 40º aniversario del último Golpe de Estado en nuestro país, yo también digo: "Nunca más". Aprender de las lecciones de un pasado oscuro que no conocí, puesto que aún era un niño, es fundamental para el crecimiento de una Nación. La democracia es un sistema imperfecto, pero el mejor que se ha logrado concebir hasta ahora. Nunca más a los presos políticos. Nunca más a la persecución ideológica. Nunca más a los planes económicos que llevaron a los argentinos a la miseria y al endeudamiento. Y yendo a los últimos años, nunca más condenar a quien piensa distinto. Rescatar lo bueno de cada vecino, de cada ciudadano, y que ello nos permita mejorar nosotros mismos. No fue tarea fácil recuperar la democracia: fue la derrota en la Guerra de Malvinas la que hizo que la dictadura se derrumbara como un castillo de naipes. 

Nunca más a la lucha armada. Nunca más a la justicia por mano propia. Nunca más pibes que tienen en cerebro limado por el paco mientras otros se enriquecen con el narcotráfico. Nunca más a la mentira descarada de los políticos, que se creen eternos cuando en rigor de verdad fueron elegidos por el pueblo por un período limitado. Nunca más a eternizarse en el poder, a creernos dueños de la verdad, a descalificar al otro, a hacer negociados con el Estado que termina siendo "juez y parte". Nos queda un largo camino por recorrer, reuperado ya el Estado de Derecho, para que todos los argentinos gocemos plenamente de las garantías constitucionales. Hacen falta huevos, decisiones políticas de fondo, tomar el toro por las astas, para que no sigamos en este círculo vicioso de dos o tres años próperos y luego otra vez una crisis. Nunca más escuchemos los "cantos de sirena" de quienes incitan solapadamente a la violencia. Nunca más una Policía corrupta, un Poder Judicial adicto al poder político de turno que deje libres a quienes malversaron fondos del Estado. Juntos podemos lograrlo, quiero tener esa convicción antes de que sea viejo y les diga mis nietos, como me dijeron mis abuelos, que "este país no tiene arreglo". El compromiso es de todos: del albañil, del abogado, del docente, del ingeniero. De una vez por todas, demostremos que somos capaces de torcer la historia llena de desaciertos y atrocidades. Señores, nunca más.

A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...