27 de agosto de 2016

Despertarse de la siesta

Sábado por la tarde, lluvioso y nublado. Pocas perspectivas para esta primavera en ciernes. Finalmente, por lo que pude leer en algunos diarios, el Gobierno aceptaría mitigar el impacto del tarifazo, y segmentar los aumentos. Fue lo que deberían haber hecho desde el principio, de ese modo hubieran evitado que el caso llegara a la Corte Suprema, como terminó ocurriendo. Es triste que cada nuevo gobierno que asume, nos empiece a hablar de la "herencia recibida" como si fuéramos chicos. Desde que tengo uso de razón, todos han apelado a ese recurso desgastado y pueril. Es un pretexto para no admitir que no tienen ni idea de lo que deben hacer. También, vamos a ser benévolos y pensar que no sabían con qué se iban a encontrar. Se presentaron a una elección, la ganaron legítimamente, pero no logran que la gente apoye las medidas, precisamente porque se trata de medidas que perjudican a las clases baja y media. Pero el populismo tampoco nos ha dado satisfacciones, ya tuvimos 12 años para comprobarlo. La demagogia, el decir lo que al otro le gusta escuchar, no conduce a ningún lado. Aliarse con países que están aún peor que nosotros no trae ningún tipo de solución, porque no se atraen inversiones. A todos los que dicen admirar la supuesta resistencia del pueblo "bolivariano" contra el capitalismo, los invitaría a quedarse dos semanas o un mes en Venezuela, pero no en calidad de turistas, sino viviendo como el habitante promedio de Caracas. 
La "grieta" y los discursos de barricada flaco favor han hecho a que los argentinos sepamos la verdad. Y la resistencia K, no aporta demasiado, más que un desesperado intento de inmolarse y defender a quienes deben rendir cuentas ante la Justicia. ¿José López fue un "perejil" con 9 millones de dólares (que para ellos es un vuelto) o alguna vez veremos presos a sus jefes políticos? Punto final.

Siempre hay una buena excusa

  Cuando pasan varios años sin que te encuentres con alguien y esa persona aparece súbitamente en escena, pueden suceder dos cosas: O que te...