Todos sabemos que es casi un hecho que el dólar pegue un nuevo salto hasta límites insospechados, por la incertidumbre que hay y la especulación financiera. Eso no sería mayor problema si la suba de la divisa no se trasladara a los precios minoristas. El Gobierno es conscientes de que "quemar" reservas para contener la escalada de la divisa no es la mejor solución, es un recurso inútil y agotado.
La mayoría de la gente apuesta a ganar, o a salir lo mejor parada posible, ante un panorama poco alentador. Pero hay muchísimos factores que escapan a tu alcance y que ni siquiera merece la pena mencionarlos. Cuando apostás, como sucede en los juegos de azar, hay dos alternativas, ganar o perder. Y el problema es que interpretamos algo que nos llevó mucho esfuerzo y no nos salió bien, como una derrota o un fracaso. ¿A quién no le ocurrió alguna vez? No existen los triunfadores natos. La vida es prueba y error, así de simple.
Por ese motivo, no podés pensar que todo el mundo está en contra tuyo y que el dueño de la verdad sos vos.
Hay momentos en que hay de jugársela, cualquier sea el resultado. Tenés que saber que vos estás siendo tu propio enemigo si no actuás de una vez. Si no te "activás", como se acostumbra decir ahora. Y no voy a negarlo, no es nada fácil encontrar un estímulo, un incentivo. Al principio te va a costar empezar de nuevo, pero tenés dos opciones: o salís a la calle y te involucrás a lo que pasa en la sociedad, en tu propia comunidad, o te quedás encerrado entre cuatro paredes. Una vez más, la decisión es tuya. Punto final.
La mayoría de la gente apuesta a ganar, o a salir lo mejor parada posible, ante un panorama poco alentador. Pero hay muchísimos factores que escapan a tu alcance y que ni siquiera merece la pena mencionarlos. Cuando apostás, como sucede en los juegos de azar, hay dos alternativas, ganar o perder. Y el problema es que interpretamos algo que nos llevó mucho esfuerzo y no nos salió bien, como una derrota o un fracaso. ¿A quién no le ocurrió alguna vez? No existen los triunfadores natos. La vida es prueba y error, así de simple.
Por ese motivo, no podés pensar que todo el mundo está en contra tuyo y que el dueño de la verdad sos vos.
Hay momentos en que hay de jugársela, cualquier sea el resultado. Tenés que saber que vos estás siendo tu propio enemigo si no actuás de una vez. Si no te "activás", como se acostumbra decir ahora. Y no voy a negarlo, no es nada fácil encontrar un estímulo, un incentivo. Al principio te va a costar empezar de nuevo, pero tenés dos opciones: o salís a la calle y te involucrás a lo que pasa en la sociedad, en tu propia comunidad, o te quedás encerrado entre cuatro paredes. Una vez más, la decisión es tuya. Punto final.