9 de agosto de 2021

Todo puede pasar

 Primer día de la semana. En líneas generales, cada uno conoce bien qué cosas puede hacer y qué no: me refiero a las capacidades o aptitudes. Pero no es infalible, porque muchas veces emprendí proyectos que creía poder concretar y no salieron como yo esperaba. O se dio a la inversa: cosas que pensaba que no conseguiría hacer y terminaron dando buenos resultados. Por ejemplo, como ustedes saben, por un error involuntario, perdí todos los archivos de notas periodísticas que tenía (La famosa carpeta "Mis documentos"). Había material importante dentro de esos cientos de archivos, que nunca más podré recuperar. Al día siguiente de que me sucedió esto, puse la notebook en una mochila y recorrí, uno por uno, todos los "Técnicos de PC" de Lobos. Ninguno me dio una respuesta alentadora, a saber: "Me la vas a tener que dejar a ver qué tiene"; "No tengo turno hasta la semana que viene"; "Lo mejor es hacer un formateo completo". Esto último es una chantada o falta de conocimiento: Yo no quería que me vuelvan a instalar todo otra vez, sino un recupero de datos. Pero bueno, di vuelta de página y mientras tanto la voy piloteando. Sólo confío en mi Webmaster (la persona que me administra la página y se encarga de los diseños publicitarios).

No me gusta aferrarme a lo seguro, pero tampoco puedo tirarme a la pileta diciendo a todo que sí y quedando mal con mis lectores o clientes. Hay medir los riesgos y buscar un equilibrio, como todo en la vida. Si vos te capacitás, vas a poder ampliar el espectro, probablemente. Lo más importante es estar a la altura de las expectativas. Porque si te largás a la aventura de hacer cualquier cosa sin un mínimo conocimiento, nada saldrá bien y vas a defraudar a los demás que te pagaron por un laburo mal hecho. 

Ayer (domingo) fue un día horrible, llovió todo el día, ante la falta de paraguas no podía salir a ningún lado y otra situación que me pasó en el medio del limbo, es que no tenía material suficiente material para publicar. Era previsible que, después de haber atravesado un "veranito" la semana pasada con mucha humedad, el diluvio estaba a la vuelta de la esquina. Tengo algunas formas de distensión y en ese sentido quiero ser claro: no me puedo quejar. Tengo televisión, música, películas, libros...lo que me pasó es que por un lado me parecían buenas alternativas, pero por otro no me sentía en la voluntad de hacer nada. Me puse a ver unos capítulos de "Los Simuladores", que están muy buenos, y no mucho más, porque tuve el inconveniente de que al caer tanta agua de golpe, empezaron a aparecer goteras en la pieza, cerca de donde está el taparollos de la persiana, y cerca además de un enchufe. Por lo tanto, antes de que el disyuntor cortara la luz o de tocar accidentalmente un cable y quedarme "pegado" de la corriente, preferí no tocar nada hasta que se secara un poco, lo cual sucedió hoy. 

Por eso, este lunes lo disfruté bastante, en principio porque dejó de llover y de a ratos asomaba el sol. Y asimismo, se podía salir de las cuatro paredes. Tuvimos suerte de que no nos tocó un desastre natural como ocurrió en Saladillo. La última vez que en Lobos tuvimos un fenómeno parecido fue en febrero de 2012, una cola de tornado que ocasionó una voladura de techos, caída de árboles, postes del tendido eléctrico...me acuerdo de todo eso como si hubiera sido ayer. Alguna vez voy a escribir una crónica de cómo viví yo ese momento, que fue de una forma bastante particular. Pero eso quedará para otra oportunidad.

En este momento, tengo que estar con todas las pilas para enfocarme en la campaña electoral, y para cumplir con los partidos que aceptaron hacer propaganda en mi diario. Esto recién empieza. Ya lo he hecho varias veces y no es nuevo para mí, si bien cada campaña tiene un matiz diferente. Este año, se presentarán 8 listas en Lobos para las PASO. Más de la mitad no van a llegar al "piso" de votos válidos que les permitan competir en noviembre. La puja se va a dar entre oficialismo y oposición (léase PJ), y algunos otros partidos que puedan obtener un caudal aceptable de votos. El resto de las listas no tiene ninguna chance, porque la gente no los conoce. O si los conoce, es motivo suficiente para no votarlos. Ironías de la vida. Pero habrá sorpresas, siempre las hay. Intuyo algunas, pero todo puede cambiar de un momento a otro, excepto las listas, ya que venció el plazo para presentarlas. El que gane en estos comicios, desde luego que será el favorito para 2023. El pulso de la sociedad no es el mismo que el de los políticos, que muchas veces no logran comprender esto. Puede pasar de todo en 2023, aunque algunos crean que corren "con el caballo del comisario". Nos estamos viendo pronto. Punto final. 


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