4 de agosto de 2021

Trapos sucios

Por fin me hice un "hueco" y puedo volver a escribir en este espacio. Es un hábito que me apasiona, lo hago en forma vocacional, y ya lo tengo incorporado hasta que llegue el día que canse o aburra de hacerlo. Este miércoles me tocó cubrir nuevamente la presentación de una lista a nivel local, en este caso por "Juntos" (una línea de Juntos por el Cambio que disputará las internas con el radicalismo). Siempre que me invitan a estos actos políticos, yo voy, aunque no sea más que una mera formalidad. Es una forma de "sembrar", porque uno espera que llegue el momento de cosechar algo de dinero en la campaña. Pero aun si no me pagaran, cuando presentan las listas intento cubrir periodísticamente lo que pasa, porque puede que no sea de interés para mí, pero sí para los lectores. Si en el diario digital publicara solamente lo que me interesa, habría varias notas que ni aparecerían. Pienso que todo medio de prensa debe tener una mirada amplia, y si un hecho merece ser contado en detalle, corresponde redactar una crónica más extensa, siempre procurando que la lectura sea amena. 

Antes desgrababa discursos completos que terminaban convirtiéndose en largas parrafadas sin sustento, pero desde hace unos años cambié el enfoque: en primer lugar, porque demanda mucho tiempo, y en segundo, porque nadie se toma el trabajo de leer un texto de esa naturaleza de principio a fin. Además, los discursos políticos suelen ser repetitivos o redundantes, o repletos de frases hechas que quedan bien para la tribuna pero que no significan nada. Desgrabar un discurso de 15 minutos, en su totalidad, es una tortura, y probablemente de ese tiempo sólo se puedan rescatar dos o tres frases que tengan algún impacto, o una chicana a los adversarios de las que nunca faltan. Eso es lo que vende, porque la gente ya está cansada de promesas. 

Hablando de promesas: En 2019, en una entrevista de TV que le hice y que está grabada, el Intendente Etcheverry se comprometió a terminar las viviendas del Barrio Amarillo. Pues bien, lo poco que se hizo sigue ahí, como un elefante blanco, como un monumento a la inoperancia y la desidia. El grosor de las paredes (reitero, las pocas que permanecen en pie) es tan escaso que una futura casa de ese tipo de construcción no soportaría ningún temporal. A los pobres les dan a cuentagotas casas que parecen "de cartón", pero si vas a ver donde viven ellos, los funcionarios que se creen dueños del poder eterno, está todo prolijito, paredes pintadas y revocadas, algún que otro chalet con quincho y pileta...  sin tener en cuenta que varios de ellos poseen más de una vivienda. Nadie les pide que vivan en un rancho de paja. Sin embargo, pienso que deberían tomar el ejemplo de Pepe Mujica, el ex Presidente uruguayo. Hizo un culto de la austeridad, gobernó un mandato, no aspiró a otro pese a su popularidad, y se mandó a mudar. Cabe aclarar que en el vecino país no está permitida la reelección inmediata, es decir que debería haber esperado cinco años (el tiempo que dura el mandato allá) para volver a ser candidato. Al principio, Mujica me parecía una caricatura, o mejor dicho una impostura: un viejo desaliñado y con buena labia que quería mostrarse como un ciudadano humilde y sencillo. Pero está claro que no es así, y mi percepción y consideración hacia él fueron cambiando. El único vicepresidente argentino contemporáneo que llegó al poder, y murió en la pobreza al punto de no aceptar una pensión vitalicia, fue Elpidio González (pueden googlearlo si no saben quién es).

 No sé cuánto gana un concejal acá en Lobos, pero más de uno (aunque desarrolle una actividad laboral aparte), vive prácticamente cuatro años de su "dieta". Ojo: De ninguna manera estoy desmereciendo la tarea de los concejales, que deben existir como representantes del Deliberativo. Y conozco a varios que ya cumplieron su mandato y honraron el cargo. Pero tengo la impresión de que para muchos es una buena manera de llevarse todos los meses la platita a su casa, cuando sesionan dos o tres veces por mes, sesiones a las cuales no concurre nadie excepto ellos mismos. Las únicas ocasiones en que el recinto recibe algo de público, son cuando asumen las nuevas autoridades (cada dos años), o cuando se inicia el período ordinario (todos los 1° de marzo). Haciendo estas salvedades, nadie concurre al Concejo, y es un error nuestro como vecinos no hacerlo. 

La sesión más concurrida que recuerdo, fue por la cuestión de los tarifazos de luz y gas. Seguramente fue en 2018. Nunca antes, pese a que llevo tiempo yendo al recinto, había visto tantos vecinos, incluso con pancartas y carteles. Por supuesto que 200 o 300 personas no se movilizan espontáneamente, no seamos ingenuos: algo hay en el medio, alguien convoca. Creo que en esa ocasión fue el Movimiento Evita. Fue una muestra evidente del poder que alcanzó esta organización en Lobos, mientras durante mucho tiempo, varios subestimaban su real dimensión. 

Para cerrar, creo que el primer período kirchnerista (de 2003 a 2007), fue bastante aceptable. Claro que Duhalde ya había hecho el "trabajo sucio" al derogar el "1 a 1", que ya no daba para más. Reitero, los cuatro años de Kirchner fueron positivos en líneas generales, hasta que se dedicaron a "hacer caja", a quedarse con los vueltos (de millones de pesos), y a la corrupción casi indisimulada. De CFK rescato algunas cosas, por supuesto, como la AUH, pero no se me viene a la memoria mucho más. En fin, es la opinión de alguien que no está afiliado a ningún partido y que no tiene compromisos políticos con nadie. Ahora resta ver lo que vendrá. Punto final.

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