Siempre he entendido a la inteligencia como una capacidad de resolver situaciones problemáticas. O adaptarse a una nueva realidad. Creo que lo demás, lo ilustrado que seas por haber leído libros e informarte antes de entrevistar a una personalidad destacada (por citar un caso), te es útil solamente para ese fin. Todo lo que digo no va en contra del hábito de leer, que me encanta. Es la palabra más precisa que pude hallar: El autor debe "enamorar" al lector.
Podríamos hacerlo extensivo a las películas o a la música. Si el comienzo de un libro, de un film, o de un disco, es mediocre, poco incita a continuar con eso. Pero no deja de ser interesante cómo los escritores van "tramando su literatura", al decir de Borges. Pobre Borges, hasta el día de hoy siguen publicando pelotudeces que él escribió sin ánimo literario y que siquiera dan lugar a un libro, pero sus herederos y los editores siguen currando. Algo parecido me pasó con Cortázar. Hace poco publicaron una serie de charlas que dio en la Universidad de Berkeley, en 1980. Es soporífero, porque se trata de charlas o ponencias académicas que nada tienen que ver con los relatos que lo consagraron. No sé, yo no compraría ese libro si tuviera que incursionar en su obra. No sería la mejor opción para conocerlo como escritor.
Yo no me considero una persona "problemática", pero si esperás que te diga todo que sí a cualquier estupidez que hagas, conmigo no cuentes. Lo máximo que puedo hacer es disimularlo en la campaña política, si es que me estás pagando como medio de prensa.
Ayer vi por HBO una película sobre Elvis que (dicen) fue muy elogiada, pero que no me convenció. No es verosímil. Elvis parece gay (no tengo nada contra ellos, es una percepción), y no como el Rey del Rock & Roll que se llena la cama de groupies. La reconstrucción de época hace agua por todos lados, ya que todos los Cadillacs y demás de la década del '50 aparecen relucientes, como si recién hubieran salido de fábrica. No hay ninguno embarrado, o sucio. Eso no es real. La carrocería de esos vehículos o de cualquier otro no tiene ni un mínimo rayón que denote el desgaste de su uso. Otra cosa sería si vos querés ficcionalizar y que la película tuviera una lejana reminiscencia a Elvis. Pero no es éste el caso, creo que lo único que podrán vender es el soundtrack o la banda de sonido original. Hasta la biopic de Maradona está mejor hecha, así que con eso he dicho suficiente.
Tema dos: Espero que cuando haya que votar a un próximo gobierno, la gente tenga h… y se haga cargo de lo que venga. Eso incluye la posibilidad de votar a CFK: Ojo, digo sin dramatizar, porque ante un resultado que puede ser categórico no se puede subestimar la voluntad popular. Está claro que quienes la respalden desean una continuidad de este modelo que tuvo a Alberto como protagonista de una película muda, y consideran que la única persona en condiciones de garantizar liderazgo es la actual Vice. No es saludable, por otra parte, ser apocalípticos o suponer que todo se va a derrumbar en los próximos meses. De hecho, en el futuro habrá que designar un nuevo Ministro de Economía ortodoxo, si comprendemos que la economía es una ciencia (o casi) donde las recetas son siempre las mismas. Si la oposición hace un papel lamentable, como lo ha venido haciendo hasta ahora, difícilmente logrará convencer al electorado de que pueden ser una alternativa de gobierno, y la gente se los hará saber en las urnas. En realidad, nadie puede saber qué sucederá en los próximos cuatro años, más aún en un país tan volátil como la Argentina. Cuando los cánticos triunfalistas y la lluvia de papelitos de colores del Mundial hayan cesado, comenzará a develarse nuevamente el país real. Y habrá que gobernar, hacerle frente a la crisis que no da tregua, negociar con las organizaciones piqueteras, afrontar el pago de la deuda externa, los problemas de vivienda, y tantas otras cuestiones que son claramente visibles pero que hacemos un esfuerzo por ocultar.
Si se reitera el
discurso que escuchamos en lo cotidiano sobre “la derecha”, o la puja contra
los medios "hegemónicos" como el Grupo Clarín, estamos al horno. Eso
fue en 2008, y atrasaríamos muchos años si continuamos enroscándonos en lo mismo, con una Ley de Medios que ya no existe tal como los entusiastas legisladores K la sancionaron. Porque, pese a que hay medios de prensa que son abiertamente opositores, deben existir
como ocurre en cualquier democracia, y el Gobierno de turno debe tener la
virtud de la tolerancia ante las críticas. Ellos también tienen medios afines o
amigos, pero eso no te lo van a decir. Tienen que bancarse lo que venga hasta
el 10 de diciembre de 2023. No por nada, hay un gran signo de interrogación que
atraviesa todo nuevo escenario político. Nos estamos viendo pronto. Punto
final.
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