1 de abril de 2023

Mi voto no es positivo

 El último día de marzo fue el primero del año en el cual sentí frío a la intemperie. Bueno, era algo que tarde o temprano iba a ocurrir, y me imagino que habiendo transcurrido ya un cuarto de este 2023, será una constante con la que deberemos convivir como en los ciclos anteriores. No sería sorpresa que atravesemos una ola de frío polar, porque hace dos años consecutivos (o tres) que venimos con intervalos de temperaturas inusuales para la época. 

Son todas suposiciones. Lo que no es ninguna especulación, es que abril marca el inicio de la campaña política aunque las fechas que establece el calendario electoral difieran con ello. Si te ponés a pensar, estamos a 4 meses de las PASO. Y para consolidar o instalar a un candidato con posibilidades serias, no es tanto tiempo como yo suponía antes. Sería bueno que los partidos se jugaran por las internas abiertas, que no es lo mismo que las PASO porque se dan antes que éstas, y es entonces cuando los postulantes son elegidos por sus afiliados y cualquier vecino independiente que no pertenezca al padrón de otra fuerza política. Súper difícil de explicar, pero relativamente fácil de implementar. Pero hay algo que no reviste complejidad. Parafraseando al ex vicepresidente Cobos, "mi voto no es positivo". A título personal, yo no estoy dispuesto a avalar por tiempo indeterminado aquello que ya muestra un inevitable desgaste. Hay dirigentes que, sin tener que indagar muy lejos de Lobos, se han enriquecido o han visto incrementado su patrimonio desde que están en la función pública. Es algo que yo no voy a permitir desde mi modesta posición de ciudadano, aunque el 99 % del electorado piense en contrario. En Lobos están pasando demasiados hechos graves e inadmisibles como para permanecer indiferente o guardar silencio, que es lo que está haciendo el oficialismo municipal creyendo que el hermetismo es una estrategia y no un actitud de evidente complicidad. 

La gente no es estúpida, o al menos me inclino a pensar que no toda la gente reviste esa condición. Si durante 4 años no hiciste nada por un determinado barrio y cuando estás en campaña aparecés de la nada y caés como "peludo de regalo", eso se nota. Se nota ahora, y se notaba antes, cuando gobernaban otros. Desde Salgado 40, nunca vieron con agrado el hecho de realizar conferencias de prensa porque para ellos es un obstáculo molesto tener que responder preguntas de medios críticos. Han buscando mil maneras de no hacer anuncios públicos por esa vía, pero para la fotito siempre están. Preguntar no debería ser motivo de preocupación si el funcionario de turno puede brindar una explicación convincente o satisfactoria hacia la opinión pública. El periodista cumple el rol de  nexo entre el poder político y la sociedad, no es alguien a quien le corresponda asumir un protagonismo. De mi parte, puedo decir que siempre lo he entendido así. A mí no me van a pasar por encima, porque cualquiera que tenga honestidad intelectual cuenta con la capacidad de analizar lo que está pasando y de expresarlo sin eufemismos. No vaya a ser cosa que Fulano se vaya a ofender... no, nada de eso, porque si hay quilombos internos en el seno del Municipio, tendrín que ser sus autoridades las primeras en salir a resolverlos con medidas ejemplificadoras, no escondiendo la basura bajo la alfombra. Hay muchos funcionarios que me respetan, y yo les retribuyo ese trato. Quienes no lo hacen, deberían saber que no pueden esperan nada de mí, porque ese modo de actuar roza el abuso de poder. 

Quien hoy está en la cresta de la ola, corre el peligro de dejarse embriagar por ese poder, como si fuera un whisky o un licor. Pero cuando el efecto se termina y aparece la resaca, se acabaron los "amigos del campeón" y todo vuelve a foja cero. Deberían saberlo a esta altura, y no ser tan ingenuos como para pensar que acá se puede administrar a la gestión pública con el criterio de un patrón de estancia. Lo que se logró hacer y que redundó en una mejor calidad de vida para los lobenses, no se discute, pero tampoco esperen colgarse una medalla por eso como si fueran atletas olímpicos. Si se duermen en los laureles por alguna que otra iniciativa positiva que tuvieron, van por mal camino. Es lo que les corresponde hacer, para eso están ocupando una posición de privilegio. Hasta que llegue otro que obtenga más votos, les gane, y todo vuelva a resetearse, como si se tratara de un dispositivo móvil. Si se da ese resultado, los mismos deberes y la misma responsabilidad les caben a los que obtengan el favor del electorado y deban hacerse cargo de una nueva gestión. Nos estamos viendo pronto. Punto final.   


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