La libertad de expresión que ejerzo, la hago con responsabilidad, por lo tanto no puedo ampararme en ello para afirmar o decir cualquier cosa. No voy a claudicar, esto lo repito todas las veces que sea necesario, porque si yo estoy convencido de que voy con la verdad, poco me importa lo que los demás digan. Vemos que el Intendente lanzará un decreto para flexibilizar actividades, todas ellas deportivas, pero se corrió el falso rumor de que ello alcanzaría a bares y restaurantes. Hoy sabemos que no es así. No me desvela la primicia, sino informar con la verdad. Por supuesto, algunos podrán criticarme o cuestionarme, pero mi premisa ha sido siempre mantener la credibilidad. No importan ya los anunciantes, los avisos y las publicidades, porque nadie va a apostar en un producto periodístico que no se ajuste a la verdad. Decir la verdad a medias, es peor que mentir. Siempre lo tuve en claro. Por eso, desestimar el tema de las fases como hizo hoy un funcionario, me parece muy negligente, porque por algo se creó ese modo de segmentación de la cuarentena.
Sigo leyendo Clarín y La Nación, pero no considero que esos
medios sean dueños de una información que carezca de una actitud tendenciosa. Vivimos en
una época en la cual el rol de periodismo es muy cuestionado, y no está mal que
se abra el debate en ese sentido. Pero me refiero a un debate serio, honesto,
donde cada uno dé a conocer su línea editorial y no tenga reparos en admitirlo,
porque de lo contrario seguiremos forjando instituciones prehistóricas como la
Academia Nacional de Periodismo o ADEPA en la cual un grupo de "notables" se
arroga el derecho de decir qué está bien o qué está mal o defienden intereses sectoriales. La Sociedad
Interamericana de Prensa defiende los intereses de las empresas periodísticas
pero no de los trabajadores que la integran, lo cual constituye una postura
claramente corporativista. Ojo, no estoy hablando de "La Corpo" tal
como la entienden los K, sino que me refiero a que los que hacemos periodismo
nos sentimos a menudo indefensos porque no hay ningún sindicato o gremio que
salga a respaldarnos cuando nuestros derechos son vulnerados. Es cierto que hay medios hegemónicos, nunca dudé de ello. Por si todo esto fuera poco, hay muchos de esos conglomerados que reclutan pasantes y les prometen posibilidades de hacer carrera en
ese medio a cambio de mano de obra barata y trabajo en negro. Así estamos. Como
verán, estatales y jubilados no son los únicos afectados por "el
modelo" que se pretende instalar, aun con sus aciertos y errores que ya mencioné
varias veces. Punto final.