Fin de semana caluroso en la ciudad. Hay saludos y expresiones de deseo que son comunes para el comienzo de un año. Pero más allá de las salutaciones, en esta oportunidad se trata de un capítulo especial en la historia del siglo XXI, para casi todos los países. 2021 puede representar una paulatina recuperación rumbo a la normalidad, o bien un recrudecimiento de las restricciones si se produce un rebrote. Creo que todos estamos cansados y agotados luego de haber vivido un 2020 terrible. Pero vale la pena preguntarse, ¿Cómo era tu vida antes de la pandemia? Porque quizás no cambió demasiado, de hecho hay gente que vive encerrada en su casa la mayor parte del día, con o sin virus. Lo que más se extraña es el contacto personal, ya hemos hablado de esto en otra nota. La humanidad mostró una fragilidad y vulnerabilidad nunca antes vista, seamos conscientes de eso. Ni siquiera los países desarrollados adoptaron medidas eficaces para evitar nuevas víctimas. Todos nos preguntamos, también, cómo sigue esto, o si las dosis de la vacuna alcanzarán para toda la población. En ese sentido estamos iguales: con incertidumbre, sin saber qué va a pasar. Hay una fecha para el inicio del Ciclo Lectivo, pero nadie tiene la menor idea de cómo va a ser. La "educación virtual" ya cumplió su ciclo, es algo que no se puede sostener porque fatiga a alumnos y docentes por igual.
Mi optimismo ante el futuro varía según el modo en que se dan los hechos. Probablemente dentro de dos meses no piense de la misma manera. Cuando comiencen las clases y se reanude la actividad a pleno, allá por marzo, veremos qué pasa. El aumento de casos que se está dando en el AMBA se debe, en síntesis, a que la gente se hartó de una cuarentena excesivamente larga. Es comprensible, no lo justifico pero es absolutamente entendible. Quienes menos se cuidan son los jóvenes, por eso en varias ciudades balnearias se montó un cordón policial para evitar las juntadas en la playa. No sé si resultará efectivo o no, porque esos pibes se habrán juntado en otro lado y listo. Al parecer el protocolo en la playa es bastante estricto, y yo no me sentiría cómodo vacacionando en estas condiciones. Pero bueno, es lo que hay, porque este verano también es atípico.
Le tengo un poco de miedo a marzo, por el mal recuerdo del año anterior, aquel 20/3 que quedará grabado en la memoria de muchos. Pero la vida continúa y nadie se baña dos veces en el mismo río. Mientras tanto, el oficialismo y la oposición hacen su juego, poco les importa la crisis sanitaria. Están mirando de reojo las elecciones de este año. No estoy cierto si habrá "voto castigo". Reitero mi pronóstico de que el peronismo volverá a ganar en la Provincia, no estoy diciendo que es malo o bueno que eso ocurra, sólo digo lo que parece intuirse en la amplia geografía del Conurbano. Ese Conurbano que todos demonizan, pero que en tiempos de campaña buscar seducir porque hay muchos voto en danza. Nos estamos viendo pronto. Punto final.
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