19 de enero de 2021

La verdad de la milanesa

Ayer empecé la semana con el pie izquierdo: tuve que hacer unos trámites en Pago Fácil que me insumieron tiempo y no salieron del todo bien porque el pago tardó en acreditarse. Fui a cubrir la llegada de Manu Andújar en el acceso a Lobos. Se me superpusieron los horarios y no pude con todo. Después de almorzar dormí una siesta excesivamente larga, con lo cual me perdí buena parte de la tarde. En este rubro es fundamental actualizar las noticias lo antes posible. Pero, en fin, hay veces que no se puede. 

Este martes me levanté más temprano de lo habitual, había activado la alarma del celular para que no me sucediera lo mismo del día anterior. Y a decir verdad, la mañana me rindió mucho más. Con el transcurso de las horas el sol empieza a pegar fuerte, y salir a la tarde no está en mis planes salvo para ir al súper o algo parecido. Y soy el primero en mostrar insatisfacción cuando el trabajo no sale como espero. Porque los lectores se merecen un producto de calidad, siempre lo he entendido así. No obstante, a veces es mejor esperar ante un rumor que nos llega, y chequear su veracidad antes de publicar. Después es demasiado tarde: Ya no tenés marcha atrás, porque la noticia se viraliza por las redes sociales y es una bola de nieve imposible de detener. Todos los que nos dedicamos al periodismo no hemos "tragado un sapo" alguna vez. Y si hay que pedir disculpas, o hacer una Fe de Erratas, no tengo problemas en hacerlo, si corresponde. Lobos parece la casa de Gran Hermano, todos te están mirando a ver lo que hacés, si te equivocás o no, y ello ocurre porque a la gente le gusta ver la paja en el ojo ajeno. Si vas con la verdad, y tenés pruebas de lo que estás diciendo o afirmando, no vas a tener problemas. De ese modo, estás explicando que las declaraciones que hizo Fulano corren por su exclusiva cuenta y que vos no adherís a ellas. De lo contrario, estaríamos "matando al mensajero", como suele decirse.

Cuando empecé con esta profesión, era demasiado susceptible a los comentarios u opiniones de terceros. Hoy, con 20 años más encima, cambié de actitud, y trato de darle a cada hecho su justa dimensión. Pienso que la vida siempre da revancha, y ese momento hay que saber retenerlo, como si fuera una cápsula, para poner primera y arrancar. Como sostengo siempre, es mentira aquello de que "el tren pasa una sola vez". No, abundan las oportunidades, simplemente que a veces no nos conviene aceptarlas. Por ejemplo, si me ofrecieran un trabajo en Tierra del Fuego. Lo pensaría varias veces, ¿Quién no? Cada cual es prisionero de sus propias decisiones. Punto final. 




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