Lunes 25 de octubre en la ciudad. A Charly García prefiero recordarlo como era hace 15 o 20 años, cuando todavía podía componer y cantar, antes que iniciara su proceso de autodestrucción. Siempre me atrajo su música, podría decirse que fui (y sigo siendo) un fan más, pero eso no me volvió incondicional ante lo que fui viendo con el paso de los años. Es un milagro que esté vivo, pero es evidente que está muy medicado, con movimientos erráticos, en los casos en que puede moverse. Nada dijo la prensa al respecto, el cumpleaños de Charly transcurrió en el recuerdo de viejas glorias pasadas en lugar de hacer foco en su presente. De hecho, como no recuerda las letras de sus propias canciones, en la transmisión televisiva se vio con claridad que tenía un telepromter a su disposición.
Quizás fue un piadosa omisión para ocultar la verdadera situación del ídolo de varias generaciones. Ya no tenemos a Maradona, sólo nos queda Charly.
Tema 2: "Si no mejora la economía, es difícil que ganemos. Está todo muy caro", me dijo hoy un viejo militante peronista. No es "viejo" por su edad, sino más bien por propia militancia, digamos. Es la primera persona que, aunque sea en una conversación privada, logra dimensionar cuál es el problema. La inflación es muy alta. Hay que pagarle a los fondos buitre y demás acreedores. La plata no alcanza, y mucha gente votó a J X C como un castigo a la actual gestión, más que por convicción. El Gobierno ha hecho todo tan mal, y de un modo tan torpe, que ya no tiene forma de justificarse, ni siquiera puede culpar a Macri. Si hay algún signo de reactivación, se debe a que en 2020 tocamos fondo, es un efecto rebote y no una realidad objetiva. Sería, a grandes rasgos, como comparar 2002 con 2003. Mientras tanto, se está discutiendo una ley de flexibilización laboral que permita despedir empleados más fácilmente, con el pretexto de que ello, a su vez, facilitará futuras contrataciones. Vale decir, que es una vuelta más hacia la precarización del trabajo y los "contratos basura".
Está claro que, si no recuperan la iniciativa política, la oposición se va a hacer un festín y empezará a marcar la cancha, algo que paulatinamente ya está ocurriendo. Pero claro, es más fácil echarle la culpa a los medios que a la propia ineptitud.
En Lobos, el Frente de Todos no sólo no va a ganar, sino que es posible que pierda votos en contraste con 2019. Y hasta puede pasar que pierda una banca en el HCD. Al no haber liderazgo ni conducción, un partido netamente verticalista está caminando a la deriva. Puede suceder que, si queman los últimos cartuchos, consigan sumar voluntades y hacer una mejor elección de cara a noviembre, más allá de que ningún modo les alcanzará para dar vuelta los números de septiembre. Pero no puedo dejar de destacar que, pese a todo, están haciendo un esfuerzo importante por recuperar protagonismo y sumar adhesiones. Y los jóvenes (tanto del PJ como de "Juntos") están asumiendo un rol importante en ese sentido, poniéndose la campaña al hombro.
En una próxima nota profundizaré más sobre esto. Amigos, nos estamos viendo pronto. Punto final.
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