Se viene otro fin de semana largo. "Largo" en el más obvio de los sentidos, es decir, por su extensión. Y largo también, porque para mí es tiempo muerto, hay que llenar el diario con notas todos los días (por eso justamente es un diario), y no siempre hay material disponible. Como estamos en una época en la cual todos necesitamos laburar, no creo que muchos comercios vayan a permanecer cerrados cuatro días. Tenía previsto una consulta médica para el lunes, pero por esta cuestión, pasará a la semana subsiguiente. Cambiando de tema, la mayoría de ustedes ya habrá leído la nota publicada por Clarín esta mañana, respecto a los agrotóxicos en Lobos y a la apelación que hizo el Municipio para evitar proveer de agua potable a vecinos de la Laguna y de otros sectores. Lo más vergonzoso, es que la periodista que la escribió consultó a las autoridades, y la respuesta que recibió fue tan insulsa y burocrática que no resiste el menor análisis. Si al diario más leído del país le responden con un argumento de no más de dos renglones, ¿Qué nos queda para los medios locales e independientes, que obviamente tenemos mucho menos poder y alcance de lectores? Mientras tanto, la Ordenanza de Medio Ambiente (o el proyecto de la misma), sigue durmiendo en algún cajón, hasta que pasen las elecciones. No conozco a ningún concejal que haya dicho: "Señores, esto es imperioso tratarlo ahora". Los motivos podrán ser diversos, pero el más evidente es no entrar en un terreno que a ninguno de los partidos dominantes le resulta cómodo, o le conviene, durante una campaña electoral.
Ahora, si el oficialismo se impuso en las PASO por más del 50 % de los votos (sumados los de Juntos PRO y Juntos UCR), a muchos les podría decir: bancátela. Es lo que votó la mayoría, y es muy probable que en noviembre el resultado sea parecido. Nos llenamos la boca hablando de la "voluntad popular" y de una serie de gansadas, pero lo concreto es que estas cifras le otorgan al oficialismo local el margen suficiente para hacer caso omiso a cuestiones que no le interesen o que no impliquen un rédito político. Teóricamente, quien triunfa en una elección no por ello debe avasallar todo lo que no le sea funcional a sus intereses. Nos enseñaron erróneamente que Bartolomé Mitre fue quien sentenció: "La victoria no da derechos", aunque en realidad esa frase pertenece a Mariano Varela, Ministro de Sarmiento. Sea como fuera, ese noble enunciado se ha transformado en una suerte de aforismo cándido y anacrónico que todos se pasan por el culo.
Los ambientalistas no decidieron llevar esta situación a un litigio judicial porque les guste o porque estén al pedo. Por supuesto que también hay que escuchar la otra campana, entre ellas, la Sociedad Rural y todas las entidades vinculadas al campo. Nadie debe estar excluido en el debate. Precisamente, desde la Rural me habían comunicado (porque yo mismo me ocupé de llamar por teléfono a su Presidente), que iban a realizar un informe ambiental por su cuenta para rebatir el que efectuaron los otros. Y que iban a llamar a conferencia de prensa para darlo a conocer. Pues bien, eso nunca sucedió, se limitaron a enviar una solicitada a la que no tuve acceso, es decir: no me la enviaron (es más, la hubiera publicado gratis). Pero sólo salió publicada en un diario. Qué bueno hubiera sido, si el citado informe finalmente se hizo, exponer sus conclusiones ante la prensa y permitir preguntas, si es que algo no quedó del todo claro. De todos modos, no tengo nada en contra de la institución, la relación es buena. Pero estoy planteando las diferencias en la forma de comunicar.
Lo voy a ilustrar con dos refranes muy conocidos. Uno dice: "El que calla otorga". El otro: "El silencio es salud". Ninguno de los dos son concluyentes ni aplicables a los mismos casos. Para el tema que nos convoca, el que prevalece es el primero. No hablar puede significar un encubrimiento de determinados hechos o datos que avalan la posición del contrario. Esa misma posición que pretendés rebatir. Y si hablamos en términos generales, cuando hay un rumor malicioso o no tanto, lo mejor es decir tu verdad, porque de no ser así se forma una bola de nieve que después es imposible detener. Más aún, en tiempos donde los escraches en las redes están a la orden del día. Pero bueno, yo no voy a decirle a nadie cómo debe defenderse. De hecho, si me sucediera algo así seguramente tampoco sabría cómo reaccionar.
El Municipio intenta ganar tiempo apelando a una medida cautelar, para que esto no estalle en plena campaña. Al tomar estado público a través de los medios nacionales, no es posible negar que la problemática existe. Si las preocupaciones de los vecinos pasan solamente por los baches de una calle o por algún semáforo que no funciona, en lugar de la calidad del agua que consumimos, estamos "al horno". Punto final.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario