Miércoles por la noche en la ciudad. Hay cosas que parecen no tener solución, hasta que llega un momento en que arriesgás, le das una vuelta de rosca y el resultado es mejor al que esperabas. Logré que me repararan mi notebook en tiempo récord, y lo menciono porque no es habitual. Me sorprendió gratamente: El tipo vino, revisó, se llevó la compu, me dijo "para tal hora la tenés", y cumplió con todo. Además, no me cobró muy caro. Ya le dije al técnico en cuestión que lo voy a recomendar. Lo más curioso del caso es que no lo conocía, me pasó su número otra persona que está más volcada al software. La confianza de ambas partes permitió que todo saliera bien. Ojalá hubiera más gente así, sin tantas vueltas, y no como muchos que se creen que trabajan en una central nuclear. Pero no es excluyente de la informática: vos vas a la bicicletería porque se te pinchó una goma, o lo que fuere, y te dicen "dejámela que yo te la hago a tal hora, tengo mucho trabajo". Lo más probable que el tipo esté al pedo, haga la reparación el 15 minutos, y te haga esperar para que vos pienses que le costó mucho tiempo y esfuerzo hacerlo. Es algo que nunca voy a entender: si el trabajo te demanda 15 minutos o una hora, yo te voy a pagar lo mismo que vos me hayas presupuestado.
En lo que a mí respecta, si bien es otro rubro, redacto y cargo las notas lo antes posible. Si un día me encuentro con mucho material, voy regulando, y publico lo que considero más importante en primer lugar. Esto no es muy diferente a lo que sucede en la Redacción de los grandes diarios, donde hay pilas de notas "en parrilla", listas para ocupar cualquier bache. Ese tipo de artículos son atemporales, porque no abordan temas de estricta actualidad, lo cual te deja margen para publicarlos a modo de comodín en una determinada ocasión. Esto no significa que sean pavadas o boludeces, sino que resisten un poco más el paso del tiempo.
Lo que pasa es que el diario, como lo conocimos nosotros hace 30 años, no existe más, y no sólo por la decadencia del formato papel. Un periódico cualquiera, hoy por hoy, adopta un tono más frívolo, se parece más a una revista al estilo de "Gente". Esto, entiendo yo, debe formar parte de una estrategia para apuntar a un público lector más amplio. La información "dura", es decir, que requiere un proceso intelectual para comprenderla, cambió notablemente. Si viajás en tren y compraste un diario (toda una rareza en 2021), lo único que querés es echarle un vistazo a los titulares, ver cómo salió Boca el domingo (o el equipo del que seas hincha), y no mucho más. Por esa razón cada vez las páginas tienen menos texto y más fotos. Cualquier medio de prensa busca seducir al lector, y para lograrlo hay varias estrategias comunicacionales que no voy a mencionar aquí. Pero lo fundamental, es pensar para quién escribís, hacia quién o quiénes está dirigido esa nota. Podés emplear un estilo coloquial, pero no vulgar, de ninguna manera hay que subestimar a la gente. Algunos lo hacen, no es mi caso. El problema está en que ese "esfuerzo" por llegar a un público masivo, puede hacerte perder a quienes te fueron fieles desde el comienzo. Es una cuestión que daría para largo, pero prefiero dejarla así. Nos estamos viendo pronto. Punto final.
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