Martes por la noche en la ciudad. Hay días de los cuales uno no quisiera tener registro alguno, borrarlos de un plumazo y dar vuelta de página, y otros que anhelamos atesorar para siempre en la memoria. Ninguna de las dos cosas es posible, más aún si llegaste a cierta edad en la cual tenés una rutina que, para ser considerada como tal, requiere de la repetición: Levantarse, lavarse la cara, cepillarse los dientes, e ir a trabajar. O si quieren verlo de otro modo, salir a la calle. Siempre es mejor salir que permanecer tirado en la cama, excepto que estés leyendo algo o viendo una película.
Es curioso también, cómo nos quejábamos de lo tedioso que se había vuelto agosto, hasta que terminó, como casi todo lo que conocemos. Y ahora, no puedo creer cómo apenas quedan 10 días para que finalice septiembre. Mañana comienza la primavera, todo transcurre demasiado rápido, o es algo que me está sucediendo a mí porque vivo un poco desconectado de lo que pasa. Las noticias se reiteran durante varios días con matices imperceptibles y la verdad es que no me interesa indagar mucho en lo que se conoce como "actualidad política", excepto que tenga que ver con Lobos. Dudo que algo vaya a cambiar en el corto plazo. Pero nadie tiene la bola de cristal, como decíamos hasta hace unos años. Lo que cambió es la forma que tienen los pibes de comunicarse y expresarse.
Pese a todo, aunque intentemos interiorizarnos de un tema que nos intriga o nos provoca curiosidad, hay cosas que no logramos entender. Los humanos nos comportamos de una forma bastante impulsiva e irracional, por lo tanto, creo que ni siquiera la psiquiatría podría dar respuestas a algunos casos. No es extraño que hoy sea mucho más frecuente que se declare inimputable a un tipo que hizo una masacre o cometió un crimen aberrante. No hay motivos que justifiquen un asesinato en masa o que un hecho se vuelva tan perturbador para esta gente que las lleve a disparar a mansalva. Y esto no tiene nada que ver con lo que le ocurrió a CFK. Todas las personas que están circulando en una calle cualquiera se convierten en blancos móviles como si se tratara de un videojuego. Hay que regular la portación de armas y aplicar sanciones ejemplificadoras para que accedan a ellas sólo las personas que el RENAR autoriza. Pero también te pueden matar con un puñal o con un arma tumbera al estilo de una "faca" dentro de la misma población carcelaria. Si no tenés abogados sacapresos o gozás de ciertos privilegios, la vida en la cárcel no es nada fácil, y te van a denegar la excarcelación aunque tengas buena conducta. Claro que, si sos un ex ministro que cumple una pena por corrupción, es mucho más probable que eso pase, por no mencionar que te descuentan los años que estuviste en prisión preventiva. Es una mafia, como tantas otras, si hasta hemos visto fotos de los narcos de Santa Fe, apodados "los monos", que tienen celulares para seguir manteniendo contacto con los que zafaron y continúan dedicándose a la venta de drogas extramuros. Vemos todos los días a presos que recuperan la libertad, y que lo primero que hacen es cometer nuevos delitos. Quizás lo hacen porque saben que no encontrarían un laburo rentable con el prontuario que tienen. Pero esto no digo desde el desconocimiento, porque algún programa de inserción laboral tiene que haber.
La ciudad transita el mismo ritmo todos los días, porque quienes la forjamos somos siempre los mismos. Tal vez los fines de semana se note un poco más de movimiento, pero mejor no pensar en los precios. Es imposible ahorrar, y seguramente no son el único que tiene esa percepción. Es una mierda que la plata no alcance para nada y que buena parte de ella se vaya todos los meses en pagar deudas. Pero yo voy a seguir adelante, porque estoy convencido de que esto no será para siempre. Y no hablo sólo en términos políticos/económicos. Algún día, que no sé si estaré vivo para verlo, nos daremos cuenta de que nadie se salva solo, ni aun los que tienen más guita y sacan provecho de los pobres. Pobreza e ignorancia no son sinónimos, en determinados casos puede haber una relación, de causa y consecuencia, pero conozco gente profundamente ignorante que tiene un buen pasar. Sería bueno que dejemos de estigmatizar las cosas, y que entendamos que no existe la "pobreza digna", porque vivir con lo puesto es lo que te quita la dignidad y las posibilidades de progreso. Al menos, esto viene pasando desde que la movilidad social se volvió inexistente, por lo tanto, nacés pobre y morirás en la misma condición. Y ser de clase media no garantiza mucho más, particularmente en el Interior, porque el egocentrismo porteño lo hace creer que con eso ya pueden darse el lujo de mirar por encima del hombro a cualquiera. En fin, otro día la seguimos. Nos estamos viendo pronto. Punto final.
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