Más de una vez, a los periodistas nos desconcierta la realidad. O mejor dicho, los hechos que tienen apariencia de serlo. Y como debemos informar con precisión, no podemos darnos el lujo de tirar versiones al voleo.
Que otros lo hagan, porque persiguen el propósito de confundir, va en contramano de la tarea que lleva a cabo un periodista que se considere profesional. Y ahora que todos se van lanzando a 2023 "de palomita", apelando a la metáfora futbolera, hay que tomar más recaudos aún. De un lado y de otro, hay sectores operando para ensuciar al adversario. Es necesario indagar cuánto de cierto hay en todos esos rumores. Obviamente, si vos te enganchás y llegás a publicar algo que es trucho, te van a hacer pedazos, y con toda razón. Alguien te hizo pisar el palito o te vendió información falsa. Con las nuevas tecnologías, circulan todo el tiempo audios o chats de WhatsApp que, inclusive si fueran ciertos, no sirven para nada en concreto, no es nada más que puterío, digamos.
Muchas cosas van a ir cambiando hasta agosto del año próximo. Una de ellas, es que muchos van a jugar políticamente por fuera de las estructuras tradicionales de los partidos que representan. Habrá peronistas que irán por fuera del PJ, aquí en Lobos, y aunque sepan que no van a ganar, lo harán porque creen que conseguirán una cantidad importante de votos como para negociar después. Lo que no saben, o no quieren entender, es que nadie es dueño de los votos. Pueden obtener buenos resultados en las PASO por algún factor de la coyuntura, llamalo voto bronca o como quieras. Pero cuando hay tienen que jugarse los porotos, es a todo o nada. Acá los denominados "libertarios", no tienen ninguna chance. Tampoco los "patriotas" que lidera el neonazi Biondini. Son tipos peligrosos, no ellos mismos en sí, sino la gente que los sigue convencidos de que el hartazgo de la clase política se termina si llegan al poder. Todos roban o son corruptos cuando tienen "la caja" a disposición, y ahí no importa de qué partido sean o cómo llegaron a ganar una elección. Pocos, muy pocos, son los que yo podría afirmar que gestionarían con honestidad.
Si el oficialismo municipal continúa cortándonse solo y sin establecer acuerdos con la provincia, no solo es una clara muestra de soberbia. También están privando a los lobenses a acceder a distintos programas que la propia Gobernación tiene pero que requieren que los distintos municipios adhieran a ellos. No hay otra manera posible. Hasta que los dirigentes no tengan una versión periférica y estratégica, eso seguirá de la misma manera. Nadie les va a pedir que sean peronistas, ese es el error clave que cometen. Kicillof no los va a ir a buscar a la puerta de la casa para ofrecerles planes de viviendas o lo que sea. No saben (o no quieren) gestionar donde corresponde, y se dieron por ofendidos porque no les entregaron los patrulleros que habían pedido. Vayan a reclamarlos personalmente a La Plata hasta conseguirlos, ¿No sería mejor?
Tienen buen marketing para ciertas cosas, eso no se puede negar. Pero en algún momento todo eso se termina, y ya es demasiado tarde para ver qué se hizo en concreto y qué no. Podemos analizar qué se hizo de 2015 en adelante, y qué es lo que está pidiendo la gente. Porque ya pasó mucho tiempo como para que le echen la culpa al gobierno anterior. En resumen: Tuvimos un gobierno municipal que duró 12 años, y los que se vendían políticamente como "lo nuevo", ahora están incurriendo en los mismos vicios que decían aborrecer.
Tema 2: Pensemos en el "jueguito discursivo" de los periodistas pagados por el Gobierno, los de la AM 750 o los de Radio 10. Los Pablo Duggan, por ejemplo, que están por doquier. Ellos hablan de "la derecha" refiriéndose al PRO como una contraposición al kirchnerismo. Es decir, que según ese razonamiento los K representarían la izquierda, y eso es falso, porque les encanta la guita y no le impota una mierda defender a los trabajadores. La contraposición de la derecha podrían ser los pibes del Partido Obrero, o el FIT, los militantes. Ni siquiera el pelotudo de Nicolás del Caño que es un tibio y negocia con los K. Luis Zamora, Vilma Ripoll, eran y son de izquierda, y son dirigentes que respeto. Pero no caigamos en la ingenuidad de pensar al kirchnerismo como el movimiento que enarbola las banderas antiimperialista, si estamos viendo que tienen que ir de rodillas al FMI o al Banco Mundial porque no hay un mango en las arcas del Banco Central. No jodamos, ya estamos grandes como para que nos quieran imponer una versión inventada de lo que vemos todos los días, o una realidad paralela.
Recordemos que Gustavo "Gato" Sylvestre estuvo varios años conduciendo "A dos voces" con Marcelo Bonelli. ¿O nos toman por estúpidos? ¿Alguien cree seriamente que Víctor Hugo, Sylvestre, y muchos más, cambiaron de pensamiento y decidieron adherir fervientemente a la prédica kirchnerista a cambio de nada? A vos te piden que creas en los ideales o en la supuesta mística de una facción política, mientras ellos se llenan los bolsillos porque se vendieron al mejor postor. Son prostitutas del micrófono, porque si empezamos a escarbar un poco, acá no se salva nadie, precisamente porque nadie resiste un archivo.
Y es una mentira también, como vengo diciendo hace años, que el kirchnerismo deba luchar en soledad contra los "medios hegemónicos". Ellos compraron medios con el aval de empresarios amigos como Cristóbal López o Fabián De Sousa, más otros empresarios que figuran como editores responsables de algunos medios impresos, y el broche de oro es tener un filósofo o un historiador oficialista como Felipe Pigna. Pigna, además, es mediocre, es un profesor de Historia que le encontró la vuelta para vender muchos libros sobre supuestos "mitos" que él asegura rebatir cuando otros ya lo hicieron antes.
Con todo este aparato, que por supuesto cuesta guita, ya armaste otro grupo de medios de propaganda que de una magnitud muy superior a la que te puedas imaginar, y que no tiene nada que envidiarle a La Nación, Clarín, o Perfil. Si por lo menos dijeran las cosas como son, yo los respetaría. Pero si se empeñan en ocultarlas, y en ocultar la realidad con un relato paralelo, allá los que se comen el verso. Si vos te considerás en las antípodas de la derecha y son K, creo que te equivocaste, o te hacés el gil porque te conviene si sos un dirigente importante. Nos estaremos viendo pronto. Punto final.
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