27 de enero de 2023

27 de enero

 27 de enero en Lobos. Cayó bastante lluvia esta madrugada, fue un alivio luego de varios días excesivamente cálidos. Pero como es natural, la humedad ambiente durante casi todo este viernes nos hizo sudar la gota gorda. En fin, no quiero que piensen que nada me conforma ni que nada me viene bien, es sólo una percepción.

Más de una vez nos vemos superados por los hechos, por la mediocridad y por la estupidez ajena (ésta última se propaga a más velocidad que cualquier bacteria, se los aseguro). Este posteo esboza ideas generales, porque no me he propuesto ir hacia lo particular, sino enunciar una serie de experiencias que son compartidas -en mayor o menor grado- por todos quienes tenemos una determinada edad y debemos sobrevivir en "la ley de la selva". Si no lográs imponerte, siempre habrá alguien dispuesto a pisarte la cabeza. Imponerse puede asociarse erróneamente a la violencia, pero yo creo que hay que aprender a posicionarse con lo que uno sabe hacer.

Por supuesto, no podemos vivir imaginando teorías conspirativas, dado que la mayoría de las veces son nuestros propios actos los que nos conducen al desastre y al desconsuelo.

Anoche, mientras hacía "zapping radial", buscando alguien que tuviera algo interesante para decir, el locutor o conductor trazó una semblanza de 2009, vaya a saber con qué motivo. Siempre nos surge esta cuestión personal de las asignaturas pendientes, de aquello que nos habíamos propuesto el 1º de enero y que transcurridos poco tiempo no hemos concretar, ya sea porque el envió inicial se esfumó rápidamente o bien por factores externos. Para no irme de tema, mientras escuchaba el programa de radio y daba vueltas en la cama, recordé a quienes eligieron involuntariamente el 2009 para dejar este mundo, y mi mente se detuvo en figuras tan disímiles como Raúl Alfonsín, Michael Jackson, Farrah Fawcett, el talentoso periodista y analista de política internacional Oscar Cardoso, y muchos más que en este momento no recuerdo. 

Pero ahora estamos en 2023. Creo que puede convertirse en un año raro y atípico, por motivos que exceden largamente el espacio de un texto conciso, pero lo digo más allá de la política. Los argentinos siempre encontramos un “rebusque”, una persistente capacidad de reinventarnos cuando vemos que la mano viene complicada, apelamos ese arte cuasi-camaleónico, para no bajar la guardia pensando segundo mes del año, que se me antoja sin grandes definiciones, al menos por lo que percibo a diario. Todos están mirando hacia sus propios intereses, ligados a la coyuntura económica, como si fuera la salvación y viniera el Arca de Noé a rescatarnos antes del naufragio. Quizá por eso, en varias notas anteriores, y sin asumir el rol de coaching porque me parece una chantada, yo diría que debajo de toda esa hojarasca nos aguardan las cosas sencillas de la vida, porque quienes triunfan en el mundo de las finanzas, el espectáculo o el arte son un grupo minoritario, nosotros no somos más que seres anónimos para las estadísticas o para un Gobierno cualquiera, personas comunes de clase media -algunas con más aptitudes que otras- que luchamos para permanecer en esa delgada línea y no descender todavía más.

Me despido con estas modestas reflexiones hasta el próximo post, y nos estaremos reencontrando pronto. Punto final para el día de hoy.

24 de enero de 2023

El desafío de seguir adelante como se pueda

Martes 24. No recordaba la última vez que había escrito una nota en el blog, este sencillo rinconcito, despojado de toda solemnidad. Pero sí puedo precisar por qué no lo hice antes: Porque no encontraba temas interesantes para abordar, y antes de postear estupideces, prefiero llamarme a silencio. 

Ayer estaba “trabado” con un cuento al que no terminaba de darle forma, pero pasó algo durante ese día que me motivó a escribir casi tres páginas de Word, o poco más. De todas maneras, por ahora no deja de ser un borrador, escribí lo que me salió y no pasó por el filtro de la corrección, de eliminar adjetivos innecesarios, y de que el relato en su totalidad vaya discurriendo de un modo natural. Introducir personajes o situaciones forzadas, creo que es lo que desorienta al lector. Sobre todo si aparecen de la nada, aunque hay una corriente de autores que cultivan ese estilo. 

Hace no mucho tiempo leí un libro de César Aira, un escritor reconocido que se dice que puede aspirar al Premio Nobel, pero no me convenció. No podría afirmar de un modo tajante que escribe mal, pero no es lo mío, no está dentro de los autores que yo elegiría. Aira es un autor talentoso, en el sentido de que él logra narrar de un modo diferente a otros, los basamentos de cualquier obra. Pero nada más tengo para decir, esa es la verdad. No sé, hay gente que detesta a Paul Auster porque se hace farragoso y supuestamente aburrido por intercalar anécdotas o nimiedades, pero lo que él hace es de un modo deliberado y consciente. Y es entretenido, al menos para mí, leer a Auster, pese a que no todo su catálogo es realmente bueno. Tiene libros “flojos”, pero no se le puede pedir a nadie que publique una obra superlativa constantemente. Creo que lo dije varias veces, pero hay notas del blog, de los primeros años, que hoy por hoy no publicaría, me parecen intrascendentes. Uno debe reversionarse.

Podés cansarte de trabajar en un determinado contexto, pero también del ocio, de estar al pedo. Me pasa con frecuencia que no consigo distenderme fácilmente y hasta las cosas que me suelen provocar placer me aburren. Siempre que redacto algo para el blog, lo hago con una idea en la mente, que luego voy desarrollando y a veces lo que termina saliendo es totalmente distinto al texto que imaginé en el principio, cuando me senté frente a la pantalla a empecé a atar cabos, a relacionar un hecho con otro.

Es que aquí, en Lobos, si un día cualquiera de la semana querés salir de las cuatro paredes de tu casa y hacer algo que te cambie el humor, es difícil. Los fines de semana siempre surge algún plan, ya sea porque acordás con alguien salir a tomar algo o porque aprovechás para ver una película por You Tube. Se rompió el control remoto del aparato de DVD y no tengo Netflix, de manera que esas son las alternativas que tengo a mano, además de enganchar algún estreno que haya sido pirateado por Cuevana.

 Pero el resto de los días las opciones son pocas. Esta percepción es compartida con varias personas de mi edad con las que tuve oportunidad de hablar. No abundan los lugares interesantes para personas sin hijos del segmento "+40", digamos.

Muchas veces me he planteado la inutilidad de las conferencias de prensa. No todas, sino las que son una suerte de anuncio de algo que ya todos conocen. Uno ya sabe con qué se va a encontrar: las preguntas obvias, agradecimientos que no le importan a nadie excepto al propio orador, y un cúmulo de errores en lo discursivo que hacen aún más tediosa la tarea de transmitir el mensaje, por ínfimo que sea, al formato de los medios gráficos o digitales.

Me gusta compartir de un encuentro que me permita aprender de gente que hace lo mismo que yo, porque mi intención es redactar lo mejor posible y siempre surgen ideas muy interesantes que salen de lo convencional. Pero debo decir que he tenido ocasión de conversar con periodistas consagrados, que laburan en medios grandes, y me ha decepcionado un poco. Varios de ellos no son nada del otro mundo, simplemente supieron aprovechar la oportunidad. Mi trabajo no es insalubre, pero sí puede volverse excesivamente agotador, por eso llega un punto en que uno hace las cosas de un modo casi automático, y en un momento dado ya no tiene ningún sentido discernir la intencionalidad que se esconde detrás de un elogio hipócrita y de la falsa moral. Uno conoce a las personas y se forma una opinión de ellas no por lo que son, sino por lo que hacen o dejaron de hacer. 

Pero es entonces cuando me pongo a pensar: es lo que elegí. Me manejo a este ritmo porque es lo que elegí, porque soy periodista y en consecuencia si a un grupo de boludos se le ocurre hacer una conferencia de prensa un domingo a las tres de la tarde, hay que estar. Y escuchar, preguntar (de ser necesario), desgrabar y redactar. A veces con dos párrafos alcanza, no da para más. Día, horario, lugar, es lo que importa si quieren promocionar algo. Si el motivo es importante, se puede complementar con un video, hoy las plataformas de redes sociales brindan esa posibilidad que antes requería de una cámara o filmadora bastante sofisticada.

Sin lugar a dudas, es la profesión que más satisfacciones me ha brindado dentro de todas las actividades laborales que hice previamente o que ejercí en forma paralela. A todos nos resulta frustrante comprobar que otro día más se me acaba de escapar como arena entre los dedos. Como dije antes, está bueno tener acceso a los hechos, a la información, y buscar un modo adecuado para transmitirla a la opinión pública. Y a eso hay que saberlo "venderlo" desde los recursos que uno aprendió, por la formación académica y la experiencia posterior. 

Por supuesto, hay gente que se cree con derecho a todo por estar en una posición de privilegio, y los periodistas solemos ser víctimas del maltrato o de que nos descalifiquen cuando a una autoridad de cualquier índole, no solo política, le decimos algo que lo pone en una posición incómoda. Le rompiste el speech, por eso reaccionan así. Pero, quizás, la secretaria de una oficina de seguros, de un estudio jurídico, o de lo que carajo sea, padezca lo mismo, no lo sé.

Pero si hay algo que tengo claro es que lo mejor de la vida no son los halagos, los aplausos y los premios. Sino el simple hecho de que vos mismo sepas que estás haciendo las cosas bien, sin importar el camino que hayas tomado laboralmente, y que uno mismo tenga esa convicción. Nos estamos viendo pronto. Punto final. 


21 de enero de 2023

No es posible aprender sin antes desaprender

(Disculpen los errores de tipeo)

Fin de semana en la ciudad, con mucho calor y humedad.  Una de las cosas que más te reprochás al finalizar el día, es el hecho de sentir que relegaste tiempo que bien podría haberse destinado a compartir con la familia o con los amigos. Relegar implica que hubo que darle prioridad no sólo al laburo, sino a una consulta médica, a tramitar una documentación cualquiera, y el contacto con tus seres queridos se redujo porque destinaste varias horas a algunos de estos menesteres. Todo ello es distinto a desperdiciar o malgastar el tiempo, y creo que uno de los ejemplos más cabales de dilapidarlo es metiéndose en discusiones que no van a ningún lado. 

Cuando te estás por dormir y apoyás tu cabeza sobre la almohada, te das cuenta de que, en ambos casos, a la gente que te quiere de verdad no le diste mucha bola, quizás involuntariamente, pero luego te vas a lamentar más si ese comportamiento se repite y esas personas ya no estarán cerca tuyo por el motivo que fuere. Para relacionarse con la gente hay que comprender que no se trata de un menú a la carta. Yo diría que aunque podemos elegir a nuestros afectos, como seres sociables que somos, nos toca quien nos toca: La moza o camarera del bar, el que está en la cabina del puesto de peaje, el chico que hace delivery. En esos casos el trato personal se limita a actuar cortésmente durante el breve período que dura la conversación y nada más. 

Cuando alguien te pide que lo escuches, uno puede aceptar hacerlo, pero habría que ver si en algún momento se invierten los papeles y esa misma persona estaría dispuesta a escucharte a vos. Por otra parte, en el supuesto de que vos seas el confidente de alguien con el pretexto de que hay una amistad de por medio, no me parece un buen combo. Llega un punto en que todo eso te agobia, porque si retomamos la idea del principio, no siempre se puede brindar al otro una respuesta concluyente, o satisfacer sus demandas que pueden volverse excesivas. Si vos buscás pasar un momento tranquilo y te vienen a interrumpir el descanso con esto o aquello, ya me empiezo a fastidiar. Creo que a cualquiera le pasaría lo mismo. 

Por otra parte, no es un dato menor que todos hemos estado de ambos lados del mostrador, y si no te sucedió aún, en alguna instancia va a pasar que seamos nosotros quienes tengamos la necesidad de expresarnos o de sentirnos acompañados. El hecho de expresarse, por lo general no resuelve nada en concreto, pero siempre es mejor que quedarse con toda esa bronca, incertidumbre, o resentimiento. Es posible que en una situación determinada tengas la desgracia de padecer un accidente y que debas estar internado, hasta ahora nunca me sucedió. Yo antes pensaba que en situaciones límite te das cuenta de quiénes son tus verdaderos amigos, pero la realidad es que ellos no son enfermeros, ni pueden estan con disponibilidad plena para nosotros. Que alguien vaya a visitarte al hospital o a la clínica en una situación hipotética es un gesto enaltecedor que yo nunca olvidaría, pero hay que iniciar un proceso de "desaprender", en todos los sentidos. La gente no actúa como nosotros creemos que debería ser, sino como a ellos les queda más cómodo y práctico. Proyectar una demanda desmesurada hacia los demás es contraproducente, aunque uno lo haga casi de un modo inconsciente. 

En resumen: No esperes cambiar el comportamiento de quienes te rodean, salvo en actitudes muy puntuales que pueden corregirse o enmendarse sin mayor esfuerzo. La gente es como es, y nosotros también a lo largo de los años nos hemos resistido, por esa misma zona de confort que mencionaba, a desaprender, a empezar de cero, a replantearnos por qué somos tan complejos. La personalidad de cada ser humano es compleja, inclusive esto es válido para quienes en apariencia nos resultan demasiado básicos o limitados con su razonamiento. Nos estamos viendo pronto. Punto final.    

17 de enero de 2023

País periférico

 No siempre se puede precisar el momento en que se produjo el famoso "clic" en tu vida, o que te cayó la ficha. Ese día donde ya nada volvió a ser igual por tu propia decisión. Por lo general, te das cuenta después, porque haber elegido un camino diferente repercutirá en todo lo que hagas. Mucha gente va siguiendo un sendero que supone correcto y dentro de la zona de confort, pero llega un punto en el cual ya no se puede continuar avanzando. Entonces lo que pasa es que forzosamente tenés que buscar por otro lado. Todos tenemos alguna capacidad que no desarrollamos en su plenitud, simplemente porque no la necesitamos ejercitar. Yo escribo todo el tiempo, pero también podría dedicarme a otra cosa si veo que no me va bien económicamente. Es muy fácil decir: "Tenés que trabajar de lo que te gusta", cuando vivimos situaciones de gran inequidad laboral. Yo tuve ese privilegio, pero muchos vecinos seguramente no. 

Siempre he respetado el laburo del otro, en la medida que sea honesto, y no me importa si sus ingresos con menores o mayores a los míos. Es un error pensar que para ganar más hay que sacrificarse más. Lo podemos ver como una alternativa, pero sobran ejemplos de gente que incrementó sus ganancias sin tener que cambiar demasiado su dinámica de trabajo. Un obrero que labura en una fundición, el que se levanta de madrugada para hornear el pan, o el que cava tumbas en un cementerio, cumplen con la tarea por la cual le pagan, ni se ponen a pensar si eso que hacen les gusta o no, y es comprensible. Nadie le preguntaría al recolector de basura si le gusta su trabajo, lo que está claro es que todos esos empleos que mencioné y muchos más, alguien los tiene que hacer. La Argentina de la década del '60 no existe más, paulatinamente se fue erosionando toda base de sustentación para quienes caían en la pobreza. Hay una decadencia que se manifiesta en que varios hábitos que tenían valor hace 50 años, y que hoy no le importan a nadie. A nadie le importa leer, ni siquiera el diario, así que menos se puede esperar de una novela o cualquier texto que no sea de actualidad. Con Netflix, es diferente: Ves una serie o una película de dura una hora y media, y chau. Palo y a la bolsa. 

 Es verdad, justo es decirlo, que nunca fuimos tan elevados culturalmente como pensamos. El país no tiene gravitación alguna dentro del resto de las naciones, no ejerce influencia significativa, ni marca tendencia. Por la gran inmigración del principios del siglo XX, las pocas noticias que aparecen sobre la Argentina se publican en diarios o portales de Europa. Para EE. UU. y otros países como Japón que integran el Primer Mundo, no existimos. Eso ya lo abordé en alguna que otra nota, pero tiene que ver con la geopolítica, y en resignarnos a que somos un país periférico, y que por lo tanto, carece de toda incidencia en el contexto internacional. 

Tema dos: No es necesario ser un genio para comprobar que nos falta memoria a los argentinos, y no me estoy refiriendo (en este caso) a la dictadura militar o a crímenes de Lesa Humanidad. Cuando elegimos Presidente, estamos eligiendo un modelo de país, o eso es lo que nos hacen creer. Por supuesto que el candidato que gane nos puede cagar o no cumplir con sus propuestas, pero ese no es su problema. Digo esto porque es recurrente que todos se rasguen las vestiduras con la inflación (que ciertamente es alta), y olvidan que en la década del '90 Menem fue reelecto precisamente porque con un simple truco logró los precios estables, es decir, el célebre "1 a 1" de la Convertibilidad. Ahora resulta que si uno hace una encuesta o un relevamiento casero, pareciera que al Turco nadie lo votó. ¿Cómo es posible que siempre sean los mismos tipos los que quedan bien parados ante la sociedad mientras quienes dicen la verdad asumiendo un riesgo considerable por ello son hostigados por sacarnos de la irrealidad? Algo no está funcionando bien, eso está claro, y no es de ahora. Llevamos muchos años de retraso en todos los órdenes. 

Hay cosas que deberían darnos vergüenza, pero no por haber votado a tal o cual candidato. Al menos, si es que lo hicimos convencidos de que era la mejor opción en ese momento. Ahora estamos transitando otra etapa, una continuidad de un modelo que ya quedó obsoleto. De más está decir también tiene sus deficiencias y no es muy distinto a lo que ya conocimos. El cepo cambiario, las restricciones a las importaciones, el congelamiento o control de precios, son medidas que no van a tener ningún resultado que no sea un intento de contener un desbarajuste fenomenal. Como respetuoso de la voluntad popular, no me cabe otra reflexión que afirmar que esto que estamos viviendo es lo que votó la mayoría, quizás vengan otros peores, no lo sé. Pero si vos votaste un modelo, o te embaucaron con slogans como “volvimos para ser mejores”, ahora hacete cargo. Y cuando llegue la instancia decisiva de las próximas elecciones, basta con hacer un contraste, estadísticas en mano, de cómo estábamos antes y cómo estamos ahora. Bueno, suficiente por hoy, sepan disculpar. Nos estamos viendo pronto. Punto final. 


16 de enero de 2023

Corta la bocha

 El lunes comenzó complicado. En rigor de verdad, se fue complicando progresivamente por situaciones que en sí no eran de gravedad, pero que cuando se juntan, te rompen las bolas. Miren, por ejemplo ayer (domingo), casi de la nada y sin conocerme, recibí el llamado de un vecino (vamos a dejarlo así), para decirme que quería hacer un reclamo por esto y lo otro. Loco, ubicate, lo tuyo no es urgente, no estás pasando hambre ni frío, ni tu casa quedó devastada por un incendio. Nada de eso te pasó, lo único que te interesa es sacar chapa, como si estuvieras hablando en representación del resto de la sociedad, y en última instancia, podrías haberme llamado hoy (lunes). 

Pero este señor no sólo me llamó ayer, y yo atendí ingenuamente porque no conocía el número. Hizo lo mismo hoy, pero como ya lo tenía agendado en el celular, no le di bola. No hay que darle lugar a determinada gente para que interrumpa un momento cualquiera de tu vida cotidiana simplemente porque ellos se creen depositarios de un trato especial. 

Si tomamos el caso de este "vecino" -que si continúa rompiéndome la paciencia lo voy a bloquear de todas las formas posibles-, es evidente no le importó el período de descanso ajeno, ni siquiera se le cruzó por la cabeza pensar que yo tengo cosas más importantes que hacer. No me gusta hablar de mí, pero que yo sea periodista no implica que puedan llamarme a cualquier hora o que yo pueda brindar respuestas sobre temas que me exceden totalmente. La experiencia me dice lo siguiente: Supongamos que vos te embalás y le hacés caso a ese boludo, y después te desmiente o te pide que no lo nombres. El que queda como un gil sos vos, porque lo que publicaste carece de sustento. En fin, creo que después de tantos años algo aprendí, y si querés hacer una denuncia, enviame un texto por mail con tu firma y DNI, si es así te lo publico sin problemas. Uno es periodista pero también es un ciudadano más, nunca me dejé llevar por la vanidad, eso se lo dejo a otros. Me dedico a escribir de la mejor manera posible sobre hechos de actualidad y listo. Parece simple, pero no lo es.  Todo lo que sean pedidos solidarios, de gente que necesita una ayuda porque está atravesando una situación apremiante, desde ya que cuenta con el espacio y la difusión que amerita en mi diario o en mis redes sociales. Pero córtenla un poco con el protagonismo, con ese deseo de figurar como sea, porque de mi parte no les voy a dar lugar a quienes adoptan ese comportamiento. El mecanismo funciona así: Como vos no te la querés jugar, esperás que yo me deje llevar por tu indignación y escriba algo al respecto. Cuando alguien comienza una frase diciendo "Vos que sos periodista...", lo que sigue es tan previsible como inútil para quien me está hablando, porque yo a esta altura no me trago más sapos. Por supuesto que todos somos falibles, y eso implica que me seguiré equivocando y cometiendo errores porque uno nunca termina de aprender. Pero yo manejo la producción de las notas y no me interesa que me usen con un fin determinado, a menos que se trate de una publicidad o de algo así, y que acepten pagarme. De lo contrario, están perdiendo el tiempo conmigo. 

En resumen, si lo que vos reclamás no tiene interés alguno para el resto de la población, podés ir al Municipio, a la Policía, al Juzgado de Paz, o donde corresponda, y tratar de canalizarlo ante esas instintuciones, que para eso existen, si es que tanto te preocupa. El periodismo comprometido es mucho más complejo de definir y de ejercer, en comparación con esas actitudes cuasi infantiles que se repiten de vez en cuando porque nunca falta alguno con una ínfima cuota de protagonismo y que intenta "agitar" para que los demás muerdan el anzuelo. Ya ha pasado varias veces que organizan marchas o protestas en un día y lugar determinado, y cuando vas a cubrir la nota, hay cinco o diez personas. Todos se envalentonan enseguida para escribir en Facebook, pero no para dar la cara y exponerse públicamente. Nos estamos viendo pronto. Punto final. 

14 de enero de 2023

Conflicto de intereses

Sábado 14. Miro el almanaque, y me parece difícil de creer que ya estemos tan cerca de finalizar la primera quincena de enero. Este mes hasta ahora no ha traído novedades en el orden local, ya lo hemos dicho en posteos anteriores. Y a nivel nacional, todos los días los canales de noticias nos están exponiendo a una saturación de información por el crimen de Fernando Báez Sosa perpetrado en Villa Gesell, con toda clase de teorías y especulaciones en torno al comportamiento de los imputados, es decir, los rugbiers. Una cobertura tan avasalladora para el televidente promedio, como la que se hizo en su momento con el asesinato de Ángeles Rawson, y si vos le preguntás a cualquier persona sobre aquel caso, difícilmente se acuerde, y no se trata de culpar a nadie por ello. Cuando los medios agitan tanto a la sociedad, las consecuencias se traducen en dejarnos llevar por la indignación, lo cual no soluciona nada, y ningún periodista debería asumir el rol de un juez o un fiscal. Pero eso ya sería mucho pedir.

Ahora se está hablando mucho, también, acerca de la salud de Jack Nicholson. Bueno, es un señor mayor, de 85 años, que forjó una carrera formidable en el cine. ¿Quién no ha visto alguna película de él? Parece ser que está recluido en su mansión desde hace ya largo tiempo, pero al menos tiene la suerte de no permanecer encerrado en un geriátrico decadente a la espera de lo inevitable. Quizás, lo que genere más preocupación en el showbiz es que no está encerrado entre cuatro paredes junto con otros viejos como él. Eligió estar solo. Muy pocas personas tienen huevos para elegir estar solas. Pero supongo que en el caso de Jack, a lo largo de su vida y de sus compañeros de set, amigos no le faltarán. Cuando la leí, la noticia se me antojó incompleta, porque sus "allegados", no hay demostrado demasiado interés en ir a visitarlo a su palacete, que es el mismo donde habitaba Marlon Brando, otro que transcurrió sus últimos días como un ermitaño. 

Y ejemplos de artistas de renombre en esa misma condición hay (y hubo) muchísimos, como el de J.D Salinger. Llegó un punto que al tipo le fastidiaba que lo reconocieran por la calle o le hicieran preguntas estúpidas. Para los paparazzi, obtener una foto suya era casi un trofeo, considerando que ya era un anciano que se consagró con "El cazador oculto" (también conocido como "El guardián en el centeno" en otros países), una novela transgresora para la época, estamos hablando de principios de los '50. De hecho podría no haber escrito más nada y vivir de las regalías de las editoriales, o de cualquier cosa que se le antojara. Aunque varias fuentes aseguran que continuó escribiendo sin publicar durante varios años, a posteriori, lo único que vio la luz mientras estuvo con vida fue un libro más de relatos breves, y algunas colaboraciones para el New Yorker, la revista más "cool" e intelectual de EE. UU. Cabe reflexionar que aquello que rompe con lo establecido y se vuelve innovador, no siempre reviste calidad literaria, o musical. Pero hay un consenso casi unánime de que es una obra clave de la literatura americana de mediados del siglo XX.

Tuvo dos hijos, y una de ellas Margaret, luego publicó una biografía donde cuestionaba varios aspectos de la "vida familiar" de su padre. Esto es muy común, y es difícil determinar si lo hizo para facturar o si aceptó revelar esos detalles porque realmente habían sido así y creía necesario hacerlos públicos. Para el lector no es sencillo arribar a una conclusión sobre lo narrado porque quien lo hace es alguien cercano al autor. Su otro hijo, Matthew, guardó silencio y las pocas veces que hizo declaraciones fue para refutar lo que Margaret había puesto a la consideración pública sobre situaciones de maltrato o de violencia. Matt nunca habló mal de su padre, a lo mejor no tenía interés en hacerlo cuando con el paso de los años circulaban biografías no autorizadas por doquier. 

 El problema está cuando vos te convertís en un espejismo del que solías ser. Puede que vos no te des cuenta, pero los otros sí. Todo ello se vuelve una verdadera carnicería para los programa de chimentos y los tabloides al estilo The Sun, que existen en todas partes del mundo. Es erróneo pensar que sólo en Argentina consumimos TV basura. Esos formatos están en todos lados porque tienen como target un público determinado que hace foco en la caída en desgracia de grandes figuras, no de ilustres anónimos como vos y yo. La diferencia, quizás, sea esa: Los yanquis sacan al sol los trapitos de gente más o menos conocida, no "construyen" personajes mediáticos. Cualquier persona proyecta una imagen subjetiva, porque uno te podrá ver como un tipo macanudo y de buen humor, y otro como un cínico descarado. Lo único que no se puede controlar es la percepción de los demás, y claramente no sería bueno que sucediera. Puede haber gente que nos diga "qué bien que estás", pero si nos sentimos para el culo, ese elogio no nos importará en lo más mínimo. ¿Y cuando pasa al revés? Sería así: Alguien que nota algo perjudicial o preocupante en vos te lo dice, pero si vos estás convencido de que no hay motivo para alarmarse ante eso, no le darás bola tampoco. Puede ser que no quieras reconocer que tenés un problema (de adicciones o de lo que fuere), o también podemos barajar como otra alternativa, el entorno te ve hecho pedazos porque muchos de los que nos rodean están esperando que vos caigas para verte morder el polvo. Por suerte estos últimos casos no son mayoritarios, pero sí es necesario comprender que hay gente a la que no le gustará verte bien, saludable, con un buen laburo, que hayas conseguido una pareja, y a esta breve lista ustedes podrían ser completándola con lo que quisieran. A veces ni siquiera es envidia, es una cuestión "de piel": No nos quieren, y punto. Lo cual es válido para todos los ámbitos, no sólo para el trabajo, la escuela, o cualquier actividad que implique la necesidad de socializar. Esa misma necesidad que Nicholson decidió dejar de tener probablemente porque considera que lo que hizo hasta ahora ha sido suficiente y no le interesa regresar como actor siendo ya un anciano que queda relegado para papeles secundarios o breves participaciones ante la dificultad de recordar lo que debe decir su personaje. Nos estamos viendo pronto. Punto final.  

10 de enero de 2023

Te espero en la esquina

Uno va aprendiendo las actitudes y las conductas de las personas a medida que las va tratando o frecuentando. Sabemos que nos tocará interactuar con gente desagradable, porque por motivos laborales o los que fuere tenemos que establecer forzosamente una mínima comunicación. Y también están aquellos con quienes se puede lograr una buena química, por eso cuando se comenzó a hablarse de los/las “tóxicos”, yo tuve la sensación de que no era más que otorgarle un nombre a lo ya existente, sólo para vender libros. 

Por ejemplo, si vas a un supermercado, o a una oficina pública, y no te atienden correctamente, ya intuís que va a ser así, aunque no sea lo ideal ni lo que corresponde. Nunca nada es como correspondería ser. Somos nosotros los que nos vamos adaptando a socializar con un entorno que se vuelve hostil o poco amigable en más de una ocasión. Básicamente, la vida no es un club de amigos, ni una cofradía, ni una hermandad. A mí no me importa nada de Fulano, y a él tampoco le interesa lo que yo haga. Funciona de esa manera en la mayoría de los casos. Ni hablar cuando eso ocurre dentro de miembros del mismo grupo familiar, que es muy frecuente aunque pocos lo digan.

Extraño de vez en cuando a muchos amigos que tuve, y no es que hayan fallecido. Aún están físicamente, lo sucedió es que el tiempo fue pasando y cada uno hizo su vida, vale decir que fuimos perdiendo contacto pero sin haber discutido ni tenido una pelea.    

En fin, en el contexto de una ola de calor similar a la de 2022 (aunque para mí levemente menor en lo que va de este año), sólo se advierte tránsito de automóviles y peatones en horas de la mañana, hasta pasado el mediodía, y luego se reanuda desde las 19 hs en adelante. En el resto de una jornada cualquiera, las calles permanecen desoladas, y si tenés algo de tiempo, nunca viene mal la posibilidad de hacer los mandados sin necesidad de tener que padecer ese cuello de botella que inevitablemente se produce en una hora pico, cuando a todos se les ocurre salir. En realidad, no hay mucho para hacer tampoco si uno pretende salir a dar un paseo, y después de la segunda quincena de enero, ya con los bolsillos semivacíos, olvídate de encontrar gente gastando en los comercios, salvo que sean visitantes ocasionales. Los lobenses que no andamos de plan turístico sabemos que a partir de la segunda quincena, hay que cuidar cada moneda.

Hoy estoy tranquilo, demasiado, diría yo. Sin preocupaciones, pero haciendo malabares para encontrarle la vuelta a la escasa actividad pueblerina que nos deja la sensación de un día vacío, como si todos los vecinos de la aldea se hubieran puesto de acuerdo para encerrarse en sus casas con el aire acondicionado o el ventilador, mirando televisión en camiseta. Yo comprendo que la vida cotidiana en los pueblos tiene su propio ritmo, porque siempre he vivido aquí, y no quiero reiterar frases que involuntariamente se repiten cada vez que nos vemos sorprendidos por el nuevo año, y por el verano en sí (calor, mosquitos, etc.). 

Temas dos: A veces reniego de las redes sociales, pero no voy a ser tan hipócrita como para afirmar que nunca entro a ver mi "muro" o mi perfil. Hay gente que replica o comparte memes, están los que copian y pegan frases tirándole indirectas a alguien que bien puede ser una ex pareja, lo cual es una actitud casi infantil, porque al resto de los amigos virtuales de esa persona lo les interesa en absoluto. Están otros con una mirada creativa que se animan a expresar algo más perdurable, aunque yo no expondría mis emociones todo el tiempo, hay cosas con las cuales conviene ser más reservado. El tema de las faltas de ortografía, no sé si es alarmante, porque sé que hay quienes optan escribir mal deliberadamente, o buscan una transgresión estúpida destrozando las palabras.

La comunicación debe regirse por determinadas pautas, y flaco favor le estamos haciendo si nos dedicamos a repetir obviedades, lugares comunes, o a subir selfies compulsivamente. Una foto tras otra en Instagram, no transmite nada, no es el  book de una modelo publicitaria. Se convierte en un pastiche totalmente insípido, que además no provoca ninguna reacción genuina. Es algo que vengo observando hace tiempo ya, porque sé que habrá muchas imágenes que compartirán los que están en alguna playa, y yo a veces no logro entender cuál es el objetivo. Hace unos días, seleccioné tres o cuatro fotos que me gustaban, y las hice imprimir, porque sigo sosteniendo que es lo más perdurable. Si te ponés a pensar, todas las fotos que puedas tener en tu celular o en cualquier dispositivo las podés perder con un virus o con un "clic" equivocado del mouse. Yo me dí cuenta que lo de las fotos y videos se escapa de tu alcance cuando cubrí los festejos por el Mundial. Para mí, ahora que lo pienso bien, hubiera sido más significativo sumarme a ese festejo que testimoniarlo con imágenes. Creo que ha sido el gran hito deportivo de 2022, sin dudas, y va a mantenerse en ese sitial por varios años. 

Mi actividad en Facebook e IG no tiene un gran despliegue, por eso tal vez no tenga muchos seguidores. Prefiero mirar lo que escriben los demás o cuando suben alguna foto interesante, pero no tengo una actitud "militante" o fundamentalista frente a una red social. Cuando descubrimos que detrás de la supuesta amistad no hay más que un intercambio de frases huecas, todo empieza a perder interés. Ojalá podamos preservar aquello que nos permite conocer más al otro, como el mero hecho de encontrarnos en cualquier esquina y detenernos unos minutos a conversar, a verbalizar el vínculo con el otro. A lo mejor lo que sucede es que me siento demasiado viejo como para polemizar contra plataformas que ya son de uso corriente y que, al ser yo mismo usuario de ellas, no puedo excederme en la crítica hacia los demás. Es tan simple como eso. Nos estamos viendo pronto, amigos. Punto final. 

7 de enero de 2023

¿Estalló el verano o estallamos nosotros?

 (Actualizado el 8/1/23)

“Estalló el verano”, diría la placa de Crónica TV. Y en la temporada 2023, como los costos se han encarecido tanto, el turista gasolero promedio no pasa más de cinco días en un lugar como Mar del Plata, sobre todo si es una persona joven que viaja con un grupo de amigos.

Los usos y costumbres han ido reinventándose de tal manera en los últimos 20 o 30 años, que las ciudades turísticas han tenido que reinventarse y adaptarse. Los pubs, los bares con karaoke, los boliches temáticos, y otros lugares de esparcimiento antes no existían, o al menos no proliferaban como en la actualidad. La típica salida a Mar del Plata, hasta no hace mucho, merecía una visita obligada al Casino, y a alguna obra de teatro. Si bien esos hábitos se mantienen, la gente busca permanecer en la playa el mayor tiempo posible y comer algo a la pasada, y me parece perfecto porque no te vas a arruinar las vacaciones dejándole tus ahorros al croupier y viendo una obra de teatro llena de vedettes reventadas y de "mediáticos" que carecen de todo talento para actuar. Lo positivo es que, desde que cobró auge el feminismo, determinados formatos como la comedia picaresca al estilo Olmedo y Porcel, donde las mujeres sólo tenían protagonismo para mostrar culos y tetas, han ido languideciendo (por suerte).

Cuando uno debe salir a la calle a laburar, no se puede vivir eligiendo con quién relacionarse según se trate de oficialistas y opositores. Porque además de resultar inviable, implica ignorar la diversidad del pensamiento. No coincidir con un modo de entender la política es una toma de posición personal, pero los demás tienen derecho a hacer lo que quieran. Total, para los políticos los ciudadanos tenemos tan poco valor (somos un sobre con una boleta cada 2 años), que es una pérdida de tiempo distanciarse de alguien porque asumió una postura ideológica determinada.

Las discusiones trasnochadas no conducen a ningún lado. Los que se oponen a todo tampoco me caen bien: son pesimistas, siempre están presagiando el Apocalipsis y viven esperando que todo explote para que la balanza se incline a su favor. Egocentrismo puro. Todos coincidimos en que De la Rúa fue un presidente para el olvido por su ineptitud, pero justo es decir que ningún dirigente del PJ salió a respaldarlo cuando hizo un llamamiento a un gobierno de coalición. Prefirieron aguardar a que todo estallara y se cagaron en la gente que luego los terminó votando. 

Es lamentable perder una amistad por desavenencias políticas, sobre todo porque no me interesa convencer al otro de cómo tiene que pensar o qué ideas debe defender. Se puede debatir, por supuesto, pero no con un fanático. Si se logra llegar a ciertos acuerdos, como evitar temas de confrontación, también es posible preservar una amistad más allá de diferencias que en apariencia son irreconciliables. Porque haciendo un poco de memoria, antes que existieran debates virulentos como la Ley de Medios, el Fútbol para Todos, o cualquier medida polémica que se haya tomado, yo ya era amigo de esa persona. Entonces, ¿qué me importa el resto? Se supone debo priorizar lo que realmente tiene valor, y que es lo que en definitiva va a perdurar cuando se termine una gestión de gobierno. Quizás ése es el secreto para no dejar que nos venzan las limitaciones del pensamiento vacío y estrecho de los políticos que no son más que un “sello de goma”.

Algún día este blog no existirá, quizás porque perderé el entusiasmo de continuar, y o bien porque adoptaré otra tecnología para poder expresarme.

Si me pongo a pensar en el hipotético proyecto de publicar los posteos en un libro, encontraré numerosas dificultades no tienen que ver sólo con el costo económico. No tendría sentido hacerlo de un modo exhaustivo, representaría un tedio hasta para mí incluir alrededor de 1.800 escritos, sobre todo, sabiendo que yo mismo le encontré el perfil adecuado no desde el vamos.  Tienen que ser textos "atemporales", porque si yo me refiero, por ejemplo, al intento de Golpe de Estado en Brasil, mi opinión no es relevante para incluirla en una antología.

No es literatura lo que escribo acá. Por eso, cuando leo viejas notas, es natural que haya contradicciones en mis propios dichos. Sería leer otra versión, ya caduca, de mí mismo. Como les decía, aparecen temas que ya dejaron de ser actuales, de hecho uno ni se acuerda con precisión por qué escribió eso en ese momento.

Los grandes escritores, dentro de los cuales no soy nadie, consiguen escribir relatos o novelas a partir de hechos aparentemente intrascendentes. Si me preguntan, diría que no se me ocurre ninguno específico, pese a que mi segundo libro ya está en proceso. Pero una crónica bien narrada sobre una noche de boliche o una fiesta de casamiento da para pulirla mucho más y explotarla en una veta literaria. Como lector, siempre el cuento me gustó más que la novela, son contados los casos en que haya terminado la lectura de una de ellas. Hay muchas cosas que uno va notando cuando revisa el camino desandado, y ve que las opiniones han cambiado, que son casi inevitables algunas ideas que no terminan de cerrar porque uno también escribe cuando está enojado o indignado por algo.

Por eso, en breve voy a empezar a trabajar sobre esa cuestión para lograr textos más ordenados pero que no por ello pierdan espontaneidad. Que continúen siendo frescos y actuales, que hablen de lo cotidiano, de lo que está pasando, de lo que dice la calle. Vamos a ver qué resulta en el intento. Punto final.

Abriendo caminos

Muchas veces cuando uno se encuentra con un amigo o conocido, surgen diversos temas de conversación, desde un partido de fútbol, pasando por el estreno de una película, hasta la coyuntura política. Pero si te preguntan “Cómo estás”, lo más habitual es decir “bien” y listo, porque tanto la pregunta como la respuesta ya están incorporadas en el habla coloquial. Si vos estás mal y se lo hacés saber a quien te está escuchando, posiblemente no encuentre nada apropiado para decir o no le interese, más que “ponele onda” o frases que pretenden ser alentadoras. No es así, seamos honestos: No siempre se le puede "poner onda" a lo que estás atravesando, precisamente porque ello implica una limitación que excede el optimismo. Partamos de la base de que a nadie le agrada escuchar problemas ajenos, claro que si revisten importancia en tu vida diaria y no se los expresás a una persona de confianza, te vas a sentir peor, incluso sabiendo que tu interlocutor no puede hacer demasiado por ayudarte. En realidad, están dedicando su tiempo a escucharte, y hay que darle valor a eso. En la sociedad actual, representa mucho, es una actitud enaltecedora. Luego, si esa persona te da un consejo o una sugerencia, queda en vos implementarlo o no.

Cuando uno está complicado con algún quilombo, o "se da manija" por algo que le preocupa, o anda con poca plata, los que permanecen a tu lado son aquellos que te quieren de verdad, los que te bancan ante una situación adversa, los que no te sueltan la mano en medio del vendaval. Yo no dejo de valorar a quienes tuvieron gestos nobles conmigo, es algo que no olvido y que, muy por el contrario, trato de retribuir. Y si me dispongo a charlar con un vecino, trato de no monologar, sino de permitir que él o ella me diga lo que se le ha vuelto una preocupación o un reclamo que busca canalizar a través de la labor periodística. Creo que cultivar una buena relación como comunidad es lo único que nos va a hacer salir del chiquero. 

Muchos se creen inmunes a todo, y es un error: Lo que hoy me está pasando a mí, pongamos por caso, quizás en el futuro puede ocurrirte a vos, sin distinción de clase social o poder adquisitivo. Yo conozco mucha gente que está deprimida o bajo tratamiento de salud mental, algunos de ellos con mucha guita, pero jamás divulgaría sus nombres, no lo haría ni siquiera en una conversación típica de chusmerío. No me gusta que se propaguen rumores infundados sobre terceros y que además no conducen a nada, de manera que yo nunca voy a contribuir a que eso pase. 

Aquellos que te ven como un entretenimiento para hablar de puteríos (rumores) son gente de la cual es mejor alejarse. No tiene sentido perder el tiempo con ellos. No me sentaría a una mesa de café con ese fin, prefiero mirar la pantalla del televisor o cualquier otra cosa en el reducido espacio que tenga un bar. Todos hemos anhelado la soledad o la intimidad en alguna ocasión, y a su vez hemos renegado de ella cuando son sentimos desamparados, porque nos hace falta ese abrazo, esa palabra de aliento. Pero son circunstancias que, afortunadamente, no se dan de forma constante, y como mencioné previamente, queda demostrado que el dinero no te va a sacar del pozo. Claro que, si hablamos de afrontar el costo de un tratamiento médico, te facilita ese acceso, pero no mucho más. Deberíamos tenernos más respeto, partiendo de lo que dije en otro párrafo, y es que nadie está exento. No se trata de indagar sobre la espiritualidad o la filosofía, eso se los dejo a otros. Me refiero a algo más sencillo y palpable, el famoso "todo te vuelve", que aunque parezca una boludez, es bastante certero, y podría citar varios ejemplos. Estoy abordando varios tópicos que en principio parecen no guardan relación entre sí, pero estoy convencido de que sí la hay.

 Si nos sacáramos unos cuantos prejuicios de encima, cada uno haría su camino sin juzgar al otro. Estoy hablando de un contexto normal, no de un pacto entre criminales o asesinos. Me surgió escribir estas líneas porque realmente pienso que es posible encontrarle la vuelta a un mejoramiento de la sociedad, pese a que todos los días la realidad te da un cachetazo y te hace presumir que fuiste un estúpido detrás de una utopía. Hace tiempo ya que Lobos dejó de ser un pueblo "donde nos conocemos todos". Muchas personas que no suelo ver casi nunca, aparecen de la nada los fines de semana, en motos súper caras y por supuesto sin utilizar casco y con el rodado sin patentar. Esa percepción de gente desconocida en un lugar conocido también la tuve durante los festejos del Mundial. A quienes decidan radicarse aquí, no podemos impedirles que lo hagan, sólo que no vivan para delinquir. Y esto último, como es sabido, requiere de la articulación entre las fuerzas de seguridad y el Poder Judicial. Nos estaremos viendo pronto. Punto final. 






 


6 de enero de 2023

Primera semana de enero

Viernes 6. En lo que respecta a Lobos, este mes promete ser uno de los más inactivos de los últimos años. No hay noticias de relevancia, a nivel institucional desde el Municipio no se ha hecho ningún anuncio de magnitud, en parte porque el Intendente se tomó licencia por casi todo este período, y obviamente quien está a cargo interinamente evitará tomar decisiones importantes ante la ausencia de la persona a quien está reemplazando. 

Todo esto que estoy describiendo le otorga al verano lobense una parsimonia espantosa en el comienzo de 2023, lo cual hace que uno deba apelar a otros recursos para poder continuar publicando en el diario material de interés para los lectores. Siempre pongo énfasis en esto último. Un hecho instrascendente, al menos para mí, no merece ser difundido o publicado, porque no le interesa al común de la gente. Por supuesto que muchas veces, por más trayectoria que tengas, se vuelve difícil palpar el gusto popular. Pero confío en que la producción periodística que haga, me permitirá salir del tedio que no conduce a nada provechoso. Indagar en la política vernácula no es algo que esté en mis planes hacer en este momento, además de que toda esa "rosca" termina generando hastío tanto para mí como redactor como para quienes se tomen la molestia de leer una nota de ese tipo. Hay varios políticos venidos a menos a los que les encantaría salir en la foto, pero no cuenten conmigo para ello hasta que no haya definiciones o algún tipo de certeza, ya que las elecciones PASO recién se llevarán a cabo en agosto y es un largo camino por recorrer. Yo imagino que no faltarán los kamikazes de siempre, que se van a tirar de candidatos aun cuando saben que no los votará nadie. No tienen llegada a la sociedad, y ellos lo saben. Quizás serían buenos dirigentes es caso de resultar electos, pero eso no ocurrirá si no se dedican full time a caminar la calle, por lo tanto lo veo difícil. 

Son los últimos días de la primera semana de enero. Semana intensa, por cierto, pero siempre es bueno tomar conciencia de que, hoy por hoy, tener un laburo es casi un privilegio. Este año será clave para consolidar mi diario digital, veremos si armo algo en Instagram, hace rato que lo vengo pensando, pero antes debo cumplir con otros pagos. Cuando queden saldados, veré cómo sigo. Nunca dudé en invertir en mi propio proyecto, si es que tengo los recursos para hacerlo. Para finalizar, no se quejen por el calor, porque es un fenómeno natural. No rompan las b... con eso, salvo que se trate de una ola de calor extrema, similar a la que padecimos hace casi un año, para esta misma fecha en 2022. Nos estamos viendo pronto, gracias por vuestra atención. Punto final.  


4 de enero de 2023

Alguien tiene que hacerse cargo del "desgobierno"

Miércoles 4. Todo parece indicar que la inflación de este mes será alta, no sólo por todo lo que ya conocemos, sino también por un factor estacional, que se da en los meses donde la gente suele vacacionar y demandar dólares u otras divisas. Sin embargo, creo que el precio del "blue" está inflado, y que aquel que desee comprar ahora como un ahorro o inversión está haciendo un pésimo negocio. No soy economista, pero estimo que puede llegar a bajar progresivamente 10 pesos o más, por lo tanto el que compra ahora se va a querer "matar". Hablar de economía siempre puede llegar a volverse tedioso cuando cualquier persona advierte una remarcación frecuente en los supermercados, por no mencionar los precios de las naftas y el aumento de impuestos. Pero este 2023 será un año especial, dejando de lado lo estrictamente político. Hay demasiado río revuelto como para que la gente permanezca mansa y tragándose los sapos cotidianos. A Fernández se le está escapando la tortuga hace rato, enredado en sus propias contradicciones, en la pelea con el Poder Judicial, y en un gobierno que ya evidencia un desgaste notable. El mismo desgaste que atraviesa el país. A más de uno les diría: "Jódanse, es lo que votaron". Macri fue un presidente inepto, pero muchas medidas que en su momento eran sinónimo de ajuste, cobran sentido con el paso del tiempo, me refiero a que el kirchnerismo tuvo que adoptar recetas más ortodoxas que en sí mismas también implican un ajuste. A Massa le encomendaron la tarea de ordenar los números, y aunque sigue habiendo despilfarro en distintas áreas, cortó un poco el chorro porque sabe que hay que llegar como sea a las próximas elecciones. Es poco probable que se vayan a adelantar, pero estamos comenzando el año y pueden pasar muchísimas cosas que inclinen a tomar otro tipo de medidas. 
Si la gente tiene plata para gastar y si ese dinero le rinde, casi todo el trabajo de "ingeniería" ya está hecho. Básicamente, que los vapuleados pesos recuperen algo de su valor y que a su vez se recupere el poder adquisitivo. Pero eso no se consigue de un día para el otro, tendrían que haber reaccionado antes. Macri tuvo una devaluación catastrófica en 2018, y Alberto se encontró con un escenario similar en junio de 2022, con la renuncia de ministro Guzmán. Cualquier funcionario, incluso de rango ministerial, puede renunciar cuando desee, nadie puede ir contra su voluntad si no quiere seguir. La falta de respuestas de Fernández, antes las sucesivas advertencias de Guzmán de que había que hacer cirugía mayor, no surtieron efecto. El tipo se fue y la consecuencia fue un aumento exorbitante de los precios por la escalada del dólar. Esto puede suceder en cualquier contexto, pero si no tenés intuición para atajar los penales, lo que va a pasar no diferirá notoriamente sea cual fuere el gobierno de turno. Los acuerdos de precios son un paliativo y no resuelven nada, sobre todo si tenemos en cuenta que las cadenas de supermercados que adhirieron no tienen presencia, o no tienen sucursales, en muchas ciudades del interior del país. 

En síntesis, el final del kirchnerismo en 2023 pueden terminal mal como estamos viendo hasta ahora, o aún peor. El PRO está desaprovechando oportunidades de un modo insólito, pese a que el único distrito de peso electoral que tiene sea CABA. El que venga, va a a tener que hacer una reforma integral del Estado y de la distribución de recursos, yo no veo que haya otra forma de ordenar cuestiones esenciales como las reservas, el mercado cambiario, y otras que ya mencioné. ¿Existe la posibilidad de que CFK vuelva a ganar si se postula nuevamente? Sí, claro, no hay duda de ello. Pero no le va a ser tan fácil como en sus candidaturas previas. Hay muchos frentes abiertos que desconciertan al ciudadano de clase media/baja, que es el sector que le puede aportar mayor caudal de votos a la expresidenta. Ese es el punto medular del análisis que pretendo hacer: Como ya fracasaste siendo Vice, si no te despegás de esa debacle a tiempo, te va a arrastrar a vos también. Nos estamos viendo pronto. Punto final. 




3 de enero de 2023

¿Hacia dónde va Lobos?

 Hoy hice un par de notas con algunos referentes políticos locales, que pueden llegar a ser candidatos a Intendente. Al menos, esa parece ser su aspiración. Todavía no las publiqué, no he tenido tiempo de hacerlo, quiero escuchar en detalle las grabaciones para extraer los párrafos más destacados o que resulten de interés para el lector. Sin embargo, durante el verano la política se toma vacaciones, ya lo sabemos, aunque más breves que en 2022. Comenzar la campaña demasiado pronto tiene como principal desventaja que esa intensidad inicial se vuelve difícil de sostener, son muchos meses para lograr hacer de un candidato un producto de marketing, pero si el objetivo es posicionarse, hacer una recorrida por todos los barrios, e ir marcando agenda, a la oposición no le quedará más remedio que emprender ese camino. El oficialismo lobense puede pecar de un exceso de confianza, es cierto, y quizás no se den cuenta de que mucha gente hace ya largo tiempo está manifestando públicamente su malestar o hartazgo. 

Etcheverry ya no es una novedad, ni una cara nueva que no proviene de la política. Hoy es lo que vemos, un Intendente perteneciente a un pueblo, el mismo pueblo que no logra despegar de la mediocridad. Una figura que tiene como único aval lo que ha hecho hasta ahora. Digo "único", ya que quedará a criterio del electorado evaluar si es suficiente, o si no alcanza como para que continúe en un hipotético tercer mandato. 

En los pasillos de Salgado 40 uno escucha que hay gente inepta, que en condiciones normales no debería ocupar ni por asomo el cargo que ostentan, o que llegó a ese sitial por acomodo o nepotismo. Todas esas irregularidades es lo mismo que los que están ahora les endilgaban al gobierno anterior. Llegaron al poder con aires de renovación, de transparencia, y entiéndase por transparencia mantener una conducta intachable, lo cual es mucho más que presentar declaraciones juradas y subirlas a la Web del Municipio. Acusar de politiquería al adversario es una pavada para evitar responder con argumentos sólidos, las denuncias o acusaciones concretas. Si estás convencido de la falsedad de lo que esas versiones o rumores, desmentí lo que se dice de tu persona o de tu gobierno con documentación, es la única manera de obtener credibilidad. No concedas reportajes o notas que parecen torpemente guionadas, porque la gente no es estúpida como para no percatarse de que nadie se la juega: Un periodista puede preguntar lo que sea, siempre que lo haga con respeto y con altura. Y el entrevistado, puede negarse a responder también. Siempre lo he entendido así. Pero ellos (o la gran mayoría) de los que están en Salgado 40, nunca lo comprendieron, y si no lo hicieron hasta ahora, suena dudoso que lo vayan a hacer en el futuro. Pertenecen a Cambiemos, pero en eso no hay cambiado en absoluto.

El Intendente ha tenido gestos hostiles o de prepotencia, que no son acordes a un mandatario. Seguramente en estos 7 años habrá tenido actitudes nobles, pero acá estamos hablando de otra cosa. Hacia dónde va Lobos, esa es la pregunta, porque está totalmente aislado del resto de los municipios y de las prioridades de la Provincia, por decisión antojadiza de las propias autoridades actuales. Mientras todos los estamentos políticos pertenecían al macrismo, creyeron que eso iba a perdurar indefinidamente. Se comportaron con mucha ingenuidad, por supuesto. Pero vale mencionar que inclusive en aquellos años, tampoco hubo un progreso palpable, un avance que esté a la vista de cualquier ciudadano. El Intendente se ha limitado a terminar obras inconclusas, y está perfecto que lo haya hecho, pero no ha habido iniciativas que nazcan del seno de la gestión municipal. 

Cada vez que somos noticia a nivel nacional es por un hecho lamentable, como los agrotóxicos, y acá miran para otro lado, lo cual es peligroso, ya que se les puede volver en contra. No se puede estar por tiempo indeterminado tapando el sol con una mano. Ellos creen que tienen la elección ganada aún antes de comenzar la campaña. No descarto que puedan ganar, pero se dejan llevar por la soberbia, y cualquier persona suele rechazar ese modo de actuar y de manejarse en las políticas públicas que son parte de un pueblo. Todo lo que estoy expresando, lo he hecho varias veces, y esa reiteración no es ni más ni menos que la decepcionante presunción de que todo sigue igual. No sé si sería particularmente revelador para mí como periodista, tener una entrevista con el Intendente. Desde 2015 hasta la fecha, creo haber hablado a solas con él dos o tres veces, y no logré nada esclarecedor, por lo general si había algo que él desconocía,  delegaba esa cuestión en otro funcionario del área correspondiente. Es entendible que un alcalde no recuerde algo en concreto dentro de la gestión de gobierno, pero en líneas generales debe conocer lo que hace cada uno, qué es lo que la gente está reclamando y cómo brindar soluciones a esas demandas de la sociedad. A los que están ahora y a los que estuvieron antes, nadie los obligó a ser funcionarios: Eligieron serlo porque quisieron, de lo contrario hubieran continuado con su actividad privada como lo venían haciendo desde antes. Es muy simple, si sos un inoperante, lo mejor es que te vayas. Nos estaremos viendo pronto. Punto final.   


2 de enero de 2023

Tenemos todo por delante

El año comenzó con lluvia. Durante buena parte de ayer, tuvimos una garúa sostenida que nunca llegó a convertirse en una tormenta o en un chaparrón fuerte, pero pese a todo cayeron 10 milímetros, que no es poco. Y este lunes 2, imaginé que el clima iba a "levantar humedad", como suele decirse, y efectivamente fue así. No hizo un calor insoportable, sólo se notó más acentuadamente en horas del mediodía. 

Ayer fue un día que se me tornó largo y aburridísmo, casi no hubo movimiento de ningún tipo en la ciudad, pero eso ya no me sorprende tratándose de esa fecha. Salí a pie dos o tres veces para hacer unos mandados en los pocos almacenes o boliches que estaban abiertos, y el agua se me iba filtrando por las gastadas suelas de las zapatillas. Tendría que haber hecho como mi viejo, que en tiempos de estrechez económica, colocaba un cartón a modo de plantilla en los zapatos para que esa humedad no terminara mojándole los pies o en su defecto las medias. Pero no quiero irme de tema: Con el solo hecho de que este flamante mes sea mejor que el anterior, ya me doy por satisfecho, recuerdo que no la pasé nada bien y no tuvo que ver con la falta de dinero o cosas así. Mi cabeza no funcionaba bien, tenía mucha ansiedad, me costaba dormir, y algunas cosas más que no detallaré. Pero logré superarlo. No fue ni tan fácil ni tan difícil.  

La víspera de Año Nuevo la pasé con mi familia, algo que es habitual en los últimos 15 o 20 años. Me refiero a mis familiares directos y a nadie más, no sé si he sido claro. Nos entretuvimos un rato mirando videos de You Tube a través de la TV Smart, y después pusimos Crónica porque ya es casi una tradición dejar la tele en ese canal berreta, creo que estaban pasando un show de Los Palmeras o algo así, obviamente para una ocasión de ese tipo nadie va a poner en la grilla recitales de música que tengan un sesgo deprimente. Miré el reloj, habían pasado algunos minutos de las 22, ya estábamos por terminar de cenar, y dos horas, hasta la medianoche, parecía mucho tiempo. En otras épocas, me hubiera tomado unos vasos de Cinzano con soda o una cerveza, pero tanto para Año Nuevo como para Navidad, sólo tomé una cantidad mínima de alcohol al momento del brindis. Tuve deseos de fumar algún cigarrillo pero no tenía ninguno a disposición y no había dónde comprarlos, así que me la banqué. La nicotina me "plancha" un poco, pero no viene al caso, cualquiera que conozca algo de los efectos del tabaquismo puede profundizar sobre esas cuestiones. Estimo que me habré dormido a la 1 de la madrugada del 1 de enero, y hoy, más allá de que tuviera laburo pendiente o no, me levanté alrededor de las 8:30. Ello me permitió ir organizando el día con mayor tranquilidad, porque si te levantás a las 10, además de que sos un vago, ya no queda tiempo para hacer todo lo que tenías previsto, y tampoco podés aprovechar el día para cualquier otra actividad que quieras hacer. 

Como mencioné en varias notas, 2023 promete ser un año que dará mucho material y mucha tela para cortar, pero para eso deberemos esperar hasta marzo. Un verdadero bajón para los periodistas, ya que obviamente tenemos que conseguir información todos los días, en cualquier época del año. Es la esencia misma de un diario, sea digital o en papel.

Quiero aprovechar la oportunidad para agradecer todas las salutaciones y buenos augurios que recibí, la gran mayoría vía WhatsApp, y con el devenir de los días vamos a poder ver si se concreta ese anhelo colectivo de tener un gran 2023, que supere a su antecesor. Todo está por venir, todo está por verse. Nos estaremos reencontrando pronto. Punto final. 



A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...