28 de agosto de 2023

Agenda

Lunes, comienzo de semana. Me desperté más temprano de lo habitual y como no había podido dormir bien, me levanté antes de que sonara la alarma, era inútil seguir dando vueltas entre las sábanas. Buena parte del día lo dediqué a cuestiones que no tuvieron que ver con mi trabajo, pero que consideré prioritarias. Breve resumen: 

1) Dos consultas médicas, para las cuales ya tenía el turno asignado hace rato y por ese motivo no podía (ni tampoco quería) cancelar. En una de ellas el tiempo que me dedicaron en el consultorio fue razonable, y en la otra pasé más tiempo esperando que lo que duró la consulta en sí (10 o 15 minutos a lo sumo). Debo realizarme una serie de estudios: Ecografías y análisis clínicos. Por ahora, en ambos casos el prediagnóstico no reviste gravedad. 

2) Pagué cada centavo de lo que debía en concepto de cuentas corrientes, en distintos comercios de la ciudad. Aunque podría haberlo hecho más adelante (del 1 al 10 del próximo mes), si los precios continúan aumentando, deberé pagar al valor de ese momento, por eso quise sacarme esa carga de encima.

3) Retomando el punto #1 de esta nota, fui a la oficina de la obra social para ver qué cobertura tenían por las ecografías en cuestión. Al parecer no tendré que pagar una cifra exorbitante, pero hasta que esas órdenes de práctica no estén autorizadas, todo está por verse. Trato de no pensar. 

4) Compras y mandados cotidianos, buscando conseguir el mejor precio para lo que uno debe destinar a alimentarse, y no vale la pena agregar más porque es lo que todo ya sabemos. El único vicio fue comprar un atado de cigarrillos. Ya que estaba por el Centro, procedí a devolver libros que había retirado la biblioteca pública y que ya estaban durmiendo el sueño eterno. Sumado esto a fotocopiar unos apuntes, que no eran más de 10 páginas.

 5) Intento fallido de dormir la siesta. Habré estado una hora como máximo en la cama, pero cuando vi que no daba resultado, y con el malhumor que eso implica, seguí con lo que me había propuesto hacer. Serían las 4 de la tarde, todavía hacía un calor engañoso, porque si salías en bici como de hecho lo hice, el viento que iba rotando en diferentes direcciones te demostraba tardíamente que tendrías que haberte abrigado más. 

6) Revisar los mails, los WhatsApp, borrar aquellos que no me interesan y que no tienen que ver con mi laburo, hacer "limpieza" para que la casilla de Gmail no se llene de mensajes que no tienen ninguna utilidad para lo que yo hago. 

Y ahora, a la tardecita, estoy tomando unos mates, mientras escribo esta nota que (estimo) carecerá de interés, pero no me importa. Es peor que tratar con aquellos que fingen interés en algo que vos decís en el marco de una conversación casual. Y cuando eso pasa uno se da cuenta enseguida, así que si lo que te puedan decir no es relevante para vos, mejor dejarlo así. Esa "gente" tendrá preocupaciones más acuciantes, me permito pensar, como ver a cuánto cotiza el dólar blue o debatir hasta el cansancio -sin ningún sentido- con qué panorama nos encontraremos en las elecciones de octubre. De manera que todo lo mundano, que es rutina porque no podemos darnos el lujo de ver películas o cualquier escapismo por un tiempo indeterminado, no deja de ser parte de la vida misma. 

Este lunes se dio así, pero habiendo ya realizado todo lo que enuncié antes, mañana queda el camino despejado para lo que esté por venir. Quizás yo también podría hacer un análisis político llegado el caso, pero todavía el río está muy revuelto, no hay definiciones claras, y de mi parte creo que sólo resta sentarse a esperar. Nos estaremos viendo pronto. Punto final. 

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