El Gobierno ha
elegido como estrategia, si puede llamarse así, la confrontación permanente con
supuestos enemigos. Y digo "supuestos" porque no ha habido de parte de esos
sectores una declaración hostil en primera instancia ni nada parecido. Aun
cuando esos enfrentamientos le otorguen un nulo rédito político, han salido a
cuestionar a uno y a otro, en el contexto de su ideología neoconservadora. Los
gays, las personas trans, periodistas que no son afines, determinados países,
todos caben en la misma bolsa. ¿Es un alineamiento a las políticas de Trump o
es un fenómeno puramente local? Difícil saberlo por ahora. Lo cierto es que la
Argentina debería priorizar la neutralidad en su agenda diplomática y no
inmiscuirse en asuntos que exceden su posición geopolítica. Esto debe plasmarse
en las votaciones ante la ONU, principalmente. Ya hemos dicho en este blog que
todo gobierno debe mantener una política exterior coherente y que trascienda a
su gestión. No se puede votar a favor del embargo a Cuba, que constituye uno de
los actos más aberrantes que han perpetrado los yanquis por casi medio siglo.
Pero lo que pasó
hoy fue muy curioso. Luego que se filtraran rumores de ANSES de un posible
aumento de la edad jubilatoria y el tema fue tapa de los diarios, desde el
Gobierno salieron a relativizar las versiones y luego echaron al Director del
organismo. Claramente, se estaba pergeñando algo, sólo que la reacción no fue
la esperada y entonces el hilo se cortó por lo más delgado. También sigue
haciendo ruido el atraso cambiario y la falta de competitividad. La Argentina
es un país caro en dólares, para el turismo internacional. Los economistas que
se atreven a conjeturar esa hipótesis son eyectados del entorno oficialista,
que parece dispuesto a ir por todo cuando aún no ha logrado nada. Sí, la
inflación está bajando y el dólar parece estar planchado, pero una política
económica debe ser sustentable en el tiempo, y es algo de lo que nunca se puede
estar seguro en este país. La intención de voto está polarizada. Milei cosecha
tanto adhesiones como rechazos. Y eso es lo que estará en juego en las próximas
elecciones. No hay un plan económico con bases sólidas, hay un par de
indicadores positivos y otros bastante desalentadores, como el déficit en la
balanza comercial, el aumento de la pobreza y la retracción del consumo. Si hay
un efecto rebote, es porque la economía cayó tanto en un año, que parece una
gran recuperación. Pero no es así en términos relativos. Cada vez más gente no
llega a fin de mes, con las tarifas en alza, y los combustibles con subas
constantes todos los meses. Yo me pregunto quién hace foco en ese país, el del
laburante, el país real de los desclasados, no el de los funcionarios. Esas
personas que no viven de comprar y vender dólares, sino de parar la olla todos
los días, que a su modo hacen Patria yendo a trabajar aunque haya paro de
transporte, porque si no van los echan o les descuentan el día. Pasan más
tiempo arriba de un tren o de un colectivo que el que disponen para ver a sus
familias.
Sí, todos estamos
de acuerdo con que el kirchnerismo no fue una solución, con que la presidencia
de Alberto fue un desastre, y que el pésimo manejo de la pandemia le costó al
PJ las elecciones. Y probablemente, la crisis se iba a acentuar si ganaba
Massa. Pero esos no son motivos suficientes para decir que ahora estamos nadando
en la abundancia, porque no es así. Se votó por el hartazgo que provoca la
clase política, no en respuesta al populismo como sostienen algunos. Mientras
vos tengas un buen pasar económico, no te importa si el que gobierna es de
izquierda o de derecha, todo eso es un análisis que se puede hacer desde las
Ciencias Políticas, o son conclusiones a las que llega un politólogo. Por
supuesto que nos juega en contra ser tan egocéntricos, pero debemos aceptar que
los argentinos somos así aunque queramos sacar chapa de solidarios. Al que le
va bien del bolsillo, seguirá votando por lo mismo, y quien esté en una situación
desfavorable, lo hará en contra. Si Karina Milei es candidata, habría que ser
bastante obtuso para votarla, ya que no reúne idoneidad ni experiencia. Todo
puede ser, tal vez me estoy apresurando al hablar de posibles escenarios cuando
ni siquiera está definido si se mantendrán las PASO. Ojalá lleguemos a octubre
con un horizonte más claro. Cuando suponemos que falta mucho, no nos damos
cuenta de lo rápido que transcurren los hechos en la vida cotidiana de una
familia tipo. Nos estamos viendo pronto. Punto final.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario