9 de septiembre de 2019

Lluvioso monólogo de lunes

Lunes con lluvia en la ciudad. La ciudad se saca la modorra de encima y ya se percibe el movimiento propio de un día laborable. Creo que la única manera de sacar adelante a nuestra comunidad es que el intendente de turno tenga empatía con los vecinos y pueda conocer sus necesidades. Y que lo haga no sólo en épocas de campaña electoral. El pavimento es una obra importante, pero de poco sirve si la gente no tiene para comer o no puede llegar a fin de mes. Queda mucho por mejorar, y esto no es privativo de la actual gestión, sino que arrastramos años de desidia. Hay barrios que ni en tiempos de campaña son tenidos en cuenta. Y dentro de la estrechez económica que vivimos, también se advierte una crisis de representatividad, es decir que la gente ha perdido la confianza en aquellos que son electos sus representantes. Si no fuera obligatorio votar, iría menos de la mitad del padrón habilitado, no me caben dudas, porque hay un hastío general hacia todo el proceso que finalmente concluirá con la asunción de las nuevas autoridades. En el orden nacional y provincial, es casi imposible que Cambiemos pueda "dar vuelta" el resultado, como se ilusionan los más optimistas. Solo un hecho extraordinario podría lograrlo, y no creo que se dé ese escenario. 

Quizás es la lluvia que me tiene mal y pensativo, no lo sé, lo que puedo afirmar es que las medidas "parche" del macrismo para contener el desmadre social, hubieran sido útiles y bien recibidas en otro contexto. Por ejemplo, congelar el precio de los combustibles. Realmente es un alivio contar con estabilidad en ese sentido, sobre todo si tenés un auto o usás el transporte público, y la eliminación del IVA para algunos alimentos no se sintió del todo, porque sólo sirvió para amortiguar el impacto de la inflación. Es decir, los precios igual aumentaron. ¿Quién puede pagar $ 100 por una botella de Coca Cola? No es imprescindible ni esencial, pero lo pongo como ejemplo de la brecha que hay con otras gaseosas que valen un 60 % menos. Por otra parte, CFK no tiene escrúpulos al referirse a las segundas marcas, cuando en los últimos 12 años se devaluó alegremente la moneda y por eso había que buscar una línea más accesible de leche, yerba, y otros productos, como sucede ahora. Lo cual me lleva a la amarga conclusión que ni estos, ni los anteriores, han resuelto nada. Ahora los gurúes de Wall Street sugieren "enterrar al peso" y adoptar al dólar como moneda de curso legal. Ningún país desarrollado tiene a la dolarización como bandera. Imaginate la utopía de una moneda común para el Mercosur, es más inviable todavía. La realidad de Brasil y su tipo de cambio dista mucho del de la Argentina. Tenemos que entender que nadie va a venir a salvarnos, de ésta vamos a salir el día que tengamos mayor compromiso cívico y que no nos caguemos en el resto si a nosotros temporariamente nos va bien, cosa que no sucede a menudo. Punto final.

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  Esta es la última nota que escribiré durante lo que resta de 2024, así que no abusaré de vuestra paciencia en la lectura.   En primer lu...