17 de septiembre de 2021

Che, ¿Quién gobierna?

Esta crisis política que estamos viviendo tiene varios elementos que la hacen diferente a la anteriores. En primer lugar, viene desde adentro, desde el seno del poder, con CFK claramente enfrentada a Alberto. El plan es simple: recortarle el margen de decisión al mínimo posible, persuadiendo a los Ministros y a algunos funcionarios de segunda línea para que presenten su renuncia. El peronismo quedó enredado en su propio laberinto. Perdieron en las PASO, es cierto, pero en condiciones normales, esto no es motivo suficiente para semejante escalada de violencia que se da, reitero, entre ellos mismos. Están totalmente desquiciados y lo único que importa es tener el poder. Los cambios de Gabinete que puedan realizarse no son más que un mero maquillaje, porque la puja seguirá indefinidamente.

 El resto de la sociedad mira, y lee, sin comprender cómo puede estar ocurriendo esto. De hecho, yo mismo no puedo dimensionar aún lo que está pasando. Hasta los medios oficialistas o afines al Gobierno, como Página/12, están dando cuenta de esta puja de poder que como fin último, tiene como objetivo la renuncia de Fernández y el ascenso de CFK a la Presidencia. Quizás alguien podrá afirmar que estoy exagerando, pero esperen unos meses y verán lo que pasa. Si esto sigue así, en noviembre volverán a caer derrotados. No hace falta ser un politólogo para darse cuenta. En todo caso, espero que Alberto tenga el buen tino de no salir de la Rosada en helicóptero, porque en el imaginario colectivo, esta "foto" nos retrotrae a épocas ya conocidas y que creíamos superadas. 

Juntos por el Cambio, mientras tanto, se frota las manos: Esta crisis le viene como anillo al dedo para seguir cosechando apoyo en el descontento popular. Ya se agotaron las alusiones a Macri que hacen los trolls y funcionarios K para justificarse. Macri no es más Presidente desde 2019, pasaron 2 años y ya es hora de que los muchachos encuentren otro chivo expiatorio. Por esas cosas de la vida, lo mejor que le pudo pasar a MM es no ser reelecto, y dejar la bomba con la mecha encendida para su sucesor. Pero ya cansan. Todos, oficialismo y oposición. Son mediocres, no tienen formación suficiente para los cargos que ostentan. Guzmán, el Ministro de Economía, está haciendo lo que puede. Su perfil técnico no es malo. Si llega a un acuerdo con el FMI y la economía doméstica muestra signos reales de repunte, el mérito será suyo y de nadie más. 

El oficialismo no le puede echar la culpa a nadie, ni siquiera a Macri: como dije antes, ellos solos, están dinamitando el Frente de Todos. Lo más preocupante no sería eso, sino el hecho de que ellos son Gobierno y no saben qué hacer. Quedó al desnudo la inoperancia y la falta de liderazgo de Fernández, que ante cada movimiento siente que Cristina le está respirando en la nuca. 
Los anuncios económicos, que estaban previstos para el pasado jueves, quedaron relegados a un segundo plano. Básicamente, no está claro quién gobierna o quién toma las decisiones. 

Nos estamos viendo pronto. Seguramente habrá nuevos capítulos de esta novela. Punto final.

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