El trabajo del periodista, por obvio que parezca decirlo, es escribir noticias. Pero yo lo ampliaría un poco más, procurando no mirarme el ombligo: hacemos reportajes, notas de publicidad a pedido de un determinado cliente, en las campañas políticas cubrimos actos proselitistas, damos a conocer las farmacias de turno y las necrológicas, cubrimos accidentes, asistimos a eventos culturales, deportivos, e inauguraciones varias. Por suerte, todo lo que acabo de enumerar no lo hacemos simultáneamente: de hecho, muchas veces escasean las noticias y hay que salir a buscar, no te podés quedar esperando en tu casa. Como ocurrió la semana posterior a las elecciones, que hubo un vacío total.
En términos de tráfico o de visitas, lo que recibe la gente en cualquier medio digital varía según una serie de cuestiones. Un buen titular siempre llama la atención e invita a leer. Pero también sucede que una determinada nota no despierta interés, por motivos ajenos a su autor. A medida que vas sumando experiencia, podés predecir el comportamiento del lector, pero no es infalible. Cualquier cosa que vos publiques no te garantiza de antemano un impacto masivo. Creo que todos, en los meses más duros y álgidos de la pandemia, hemos sido respetuosos de lo que estaba pasando, preservando la identidad de las personas que lamentablemente fallecieron por respeto a sus familias. El problema es que hay un conflicto evidente entre el Hospital y el Municipio, cuando deberían trabajar en conjunto desde el minuto uno. La única participación que tiene el nosocomio es en el denominado Equipo Intersectorial, se limita al parte diario que se envía a los medios por casos de COVID. Como me cansé de repetir, los números no siempre coinciden con los que informa el Ministerio de Salud.
Hace unos días me llegó el rumor de que 10 personas se habían contagiado del virus. Si eso fuera cierto, esos vecinos no aparecen en ningún informe, y además sería irresponsable de mi parte hacerme eco de ese comentario cuando contamos con autoridades que deberían hacerlo y quizás miran para otro lado.
Si vas a publicar cada rumor o cosa que la gente te diga por la calle, cagaste. Porque es todo en base a supuestos, y uno de los roles del periodismo es ser esclarecedor en la polémica. A modo de anécdota, pude ver desde hace varios días que están reparando la fuente de agua de la Plaza 1810. Pero tenemos a un Secretario de Obras Públicas que no tiene conocimiento (iba a decir una grosería pero me contuve), que nunca aceptó ser entrevistado por quien esto escribe, y sé perfectamente que el ex Secretario Galazzi es quien se sigue encargando de casi todo, en una pequeña oficina, y que luego de un episodio bastante escandaloso que ocurrió, tampoco habla con los medios. El Jefe de Maestranza, Javier Guzmán, completa el tándem para fortalecer un poco el área.
En el caso de Galazzi (que siempre fue muy amable conmigo, debo decirlo), lo puedo entender, pero si vos tenés una cartera tan importante como Obras Públicas, lo más lógico sería dar a conocer a los medios lo que están haciendo, NO por las redes sociales, sino hablando con la prensa.
Lo más llamativo es que a algunos políticos, cuando menos hablan, mejor les va. Esto ya lo comenté en otra nota, pero lo voy a abordar de otra manera. El Intendente estuvo tres meses sin hablar en público, en las redes le dedicaban toda clase de insultos irreproducibles, pero sin embargo ganó las PASO (no él, pero sí "su gente"). Es decir, o bien todos los que despotricaban en Facebook cambiaron de opinión como por arte de magia, o se dejaron encandilar por espejitos de colores. Pensá que, entre las dos listas de JXC, sumaron más del 50 % de los votos. Y ahora que se unificaron ambas, más allá de que haya alguno descantado como siempre pasa, es casi imposible que la oposición pueda revertir el resultado.
Muchos me dicen que Lobos es gorila y antiperonista, sin embargo Sobrero estuvo como Intendente 12 años, que no es poco. Es más, es el mandatario que más tiempo estuvo en el Ejecutivo desde 1983. Tuvieron mayoría en el HCD, todo a su favor, con el viento de cola del kirchnerismo en su apogeo. Hubo varias cosas que me parecieron un despilfarro de guita, pero mientras la rueda seguía girando, a casi nadie le importaba. En 2015, Tacho fue derrotado por un señor a quien no lo conocía casi nadie, y eso es quizás lo más humillante. Si hubiera perdido contra un dirigente político de carrera, no se habría quedado con esa sed de revancha que lo llevó a volver a ser candidato en 2019, y a perder nuevamente. El PJ lobense está completamente a la deriva, pero hay cosas que se confunden: "renovación" no significa poner como candidatos a personas jóvenes con escasa llegada a la gente. Hay personas mayores, militantes de toda la vida, a quienes nunca les ofrecieron una candidatura. Ya no pueden seguir con el versito de que "se juntaron todos" para justificar por qué pierden cinco elecciones consecutivas, en principio porque la alianza Cambiemos continuará mientras siga cosechando votos. Las necesidades de la gente y del electorado cambiaron. Continuar razonando de la misma forma los llevará inevitablemente a un nuevo fracaso en las urnas, y ellos lo saben. Deberían darle una oportunidad a los pibes de La Cámpora, que son lo que le están poniendo el hombro charlando "mano a mano" con la gente en este momento. Pero bueno, no sé qué se ha hablado (o no) en la Unidad Básica, y si lo hicieron, los pases de factura no tardan en llegar. La derrota no recae sólo en los candidatos, sino en quienes los pusieron en ese lugar, esa es la diferencia. En fin, el tema da para largo. Nos estamos viendo pronto. Punto final.
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