27 de septiembre de 2021

¿Todo pasa?

Todo pasa. Pasa el tiempo, pasan los dolores, pasa la vida. El ser humano es tan arrogante que se resiste al olvido, quiere que lo recuerden por algo.  En resumen, anhela trascender, pese a que todos sabemos que esa persona en determinado momento pasará a otro plano. Metáfora berreta, sepan disculpar, a veces me contagio de leer interminables cadenas en las redes. 

Nunca le encontré mucho sentido a los homenajes póstumos: Eso de ponerle el nombre de una persona que ya murió a un salón, a una escuela, a un estadio de fútbol... Excepto que se trate de personas que fueron víctimas del Terrorismo de Estado, como se hizo en una calle relativamente céntrica de nuestra ciudad, o  los lobenses caídos en Malvinas. Además de los próceres que cimentaron nuestra Patria: cualquier calle de pueblo tiene su Belgrano o su San Martín. La diferencia es que en esos casos que enuncié de un modo no taxativo, hay una construcción histórica que atraviesa el nombre que ostenta esa calle, esa avenida o ese cartel. Tal vez haya otras excepciones que en este momento no me vienen a la mente. 

George Harrison entendió todo esto mucho antes que yo, con su monumental disco (triple), "All things must pass". Escucharlo es un viaje a una densa melancolía con un evidente tinte hipnótico que transita por varias capas de sonido, tal como lo concebía el famoso productor Phil Spector. A Spector lo empecé a detestar cuando fui escuchando varias de sus grabaciones, que le quitaban sencillez y el espíritu original con el cual fueron concebidas las canciones. Bueno, el mejor disco de los Ramones, mal que les pese a sus fanáticos (si es que aun quedan), lo produjo él. Además, hay que reconocer que el tipo inventó algo, la "Wall of Sound", y en consecuencia casi todo el material que cayó en sus manos por reviste características similares. 

Pero me estoy yendo de tema. Cuando te dicen que hay que "soltar", es romantizar un verbo cualquiera y darle un sentido que permita vender libros de coaching. Lo mismo que cerrar ciclos, la ley de atracción, y una extensa sarta de estupideces. No existe la gente tóxica. Sí hay manipuladores y ventajeros, y deben ser denominadas así. Tóxico es tomarse un litro de lavandina, o veneno para ratas. Yiya Murano era experta en toxicidad.

Al final de cuentas, lo único valedero quizás sea comprender que todo pasa. El finado presidente de la AFA, Julio Grondona (tremendo mafioso), tenía un anillo en el dedo con esa frase. Sólo se lo quitó, para no volver a usarlo nunca más, cuando murió su mujer. Forrest Gump decía algo parecido: "Shit happens". El ego no te lleva a ninguna parte. De hecho, buena parte de nuestra vida transcurre como si estuviéramos en órbita, sin ir a ningún lugar. Tenemos el instinto de alejarnos cuando algo (o alguien) nos lastima, o nos hace daño. Mecanismo de defensa que le dicen.

Vemos fotos viejas sabiendo que vamos a encontrar en ellas a personas que ya no están, y sin embargo lo hacemos como una forma de que ese rectángulo de 10 X 15 cm. nos recuerde que ese ser querido estuvo con nosotros. No lo veo mal ni bien, porque no puedo juzgar a quienes sienten las necesidad de hacerlo. Sería un rasgo de gran insensibilidad de mi parte, que no cometeré.

Te puede poner triste cualquier cosa, mientras la gente ríe y festeja a tu alrededor. Y no está mal, sos vos el que está mal. No pretendas que los demás compartan tu tristeza, o que intenten ponerse en tu lugar. Cada cual hace su juego. Puede suceder a la inversa, que te sientas contento y feliz mientras todo se viene abajo. Porque ya no te importa eso que te rodea. Enfrentamos tantas veces aquello que conocemos como "realidad", que creemos que nunca nos va a sorprender. Es un error: Hay momentos en que te da un sacudón, te shockea, y entonces decimos que tal o cual cosa "superó mi capacidad de asombro". No te preocupes, porque vendrá otro suceso que superará esa capacidad previa, como los atletas que se disputan el récord de la mejor marca. Así es y será todo el tiempo. Como les pasó a nuestros abuelos, también les ocurrirá a nuestros hijos. Eso te lo dice Serrat, en aquella memorable canción "Esos locos bajitos". 

Casi sin pensarlo, hice muchas referencias a la música y a la cultura popular, para reforzar el concepto de que nuestra vida no está pensada para incrementar las ventas de libros de autoayuda, o para escuchar con admiración a gurúes de Oriente. Eso te puede servir si ya tenés las cosas en claro, no antes. Y para no hacer demasiado tediosa la lectura, me despido en esta noche de lunes/martes, un día (sobre todo el lunes) que tiene una connotación bastante particular en mucha gente, aunque en líneas generales me motiva más que el domingo. Nos estamos viendo pronto. Punto final. 

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