30 de octubre de 2023

Un buen día es posible

 Hay un ejercicio mental que me parece interesante, y es el siguiente: Tratá de recordar cuándo fue la última vez que tuviste un buen día, de principio a fin. Es decir, incluyendo las horas de sueño. Si te cuesta hacer memoria o descubrís que pasó mucho tiempo, quizás sea una señal de que algo funciona mal. No es fácil pasar 24 horas sintiéndose pleno, tranquilo, sin sobresaltos. Podemos hacerle frente a una situación adversa, pero la manera de lograrlo no es para todos por igual. Yo descubrí que hacer actividad física me despeja la cabeza, y aunque sea un poco haragán para mantener una continuidad, vamos a darle gas mientras se pueda.

Un buen día es aquel que te provoca satisfacciones, como el reencuentro con tus amigos, el saludo afectuoso de alguien que te envía un mensaje al celular, pero por sobre todas las cosas, la convicción de que vas en la dirección correcta. Es lo más arduo de dimensionar, porque la única forma de encontrar ese camino es habiendo transitado previamente otros que no te dieron el resultado que esperabas. Una especie de prueba y error. Yo ya soy consciente de aquello que no me sirvió hasta ahora, por lo tanto todo eso lo descarto, busco otras estrategias. Lo notable es que cuando estás bien, te vinculás mejor con la gente, podés rendir mejor en tu trabajo, y tenés las antenas puestas en lo que realmente importa, no en pavadas o boludeces (esto último se bastante subjetivo). 

Todos quieren que sus hijos vayan a la universidad y se conviertan en ingenieros o abogados, y esa aspiración paterna puede considerarse válida en la medida que no genere presión y frustración a esos jóvenes. Porque en esta vida, aunque sea cursi decirlo, debemos tratar de hacer lo que nos gusta y vivir de ello. Y no necesitás un diploma en un cuadrito colgando de la pared para serlo. Hablando de cuadritos, si notás que tu hijo tiene talento para el dibujo o las artes plásticas, no lo tomes como un vago, dale incentivos para seguir, llévalo a tomar clases que le permitan desarrollar ese potencial

Como periodista, nunca aspiré a ser masivo, ni a que mi opinión sea replicada por miles de lectores. Algunos dirán ser influyente es bueno, pero si lo llevás a determinado nivel se vuelve una carga muy pesada. Habrá quien apruebe o no mi manera de ver los hechos cotidianos, pero no es el objetivo principal que me motiva. En definitiva, lo único me parece relevante es que aquel que lea una nota mía o lo que fuere, reciba un material bien escrito, bien redactado, y después saque las conclusiones que desee.

 Mientras redactaba estas líneas, reflexionaba acerca de la necesidad de "bajar un cambio" y no dejarnos llevar por todo lo que nos dicen desde la pantalla del celular, con los interminables chats de WhatsApp que se viralizan y que ni sabemos a quiénes pertenecen. No porque no sea verdad, sino porque son cadenas interminables de gansadas, en su gran mayoría, y en todo caso no veo que persigan como objetivo resolver nada. 

Pensá en esta muestra del ninguneo mediático: En estos días se están disputando los Juegos Panamericanos en Chile, los deportistas argentinos están teniendo una buena cosecha de medallas, pero casi ningún medio les dedica espacio. Eso sí es lamentable, porque muchos atletas no tienen sponsors o están en un nivel amateur, compiten en condiciones desiguales y aun así lo hacen dejando todo en cada disciplina. Están representando al país dignamente. Salvo los canales deportivos, el resto no les ha dedicado ni un segundo de pantalla, y en los diarios digitales, menos aún. 

Pero, resumiendo, yo no creo que todo tiempo pasado haya sido mejor. Que uno se sienta nostálgico no es más que extrañar una parte de tu pasado que, por definición, no volverá. Rescato los avances tecnológicos, la mejor calidad de vida que trajeron consigo los avances de la ciencia, pero me pregunto a cuántas personas en este país llegan todos esos progresos que acabo de enumerar.


 Preguntémonos, por ejemplo, cuántos pibes leen un libro fuera de la escuela, por el placer de la lectura. No pierdo las esperanzas de que sean muchos más de los que pensamos, y que cuando crezcan, esos chicos se conviertan en buenos escritores, algo que sólo se puede conseguir leyendo a los autores que marcaron el rumbo en la literatura contemporánea. Nos estaremos viendo pronto, gracias por vuestra paciencia. Punto final.

Salvar la ropa

Lunes por la tarde en la ciudad. Aunque quieran plantearlo como una cuestión ligada a la voracidad y especulación de los empresarios, la falta de nafta en buena parte del país demuestra la incapacidad e ineptitud del Gobierno. Tenemos una petrolera estatal que a los fines prácticos, como lo es garantizar el abastecimiento, no sirve para nada. Estuve recorriendo varias estaciones de servicio durante el fin de semana, para elaborar un informe, y el panorama era preocupante para aquellos que dependen de un vehículo para trabajar. Yo no tengo auto, pero eso es irrelevante. Cualquiera sabe que si te quedás sin combustible, te quedás a pata. Gradualmente se consigue gasoil y también GNC. Y este lunes la distribución y venta de nafta se hizo con cupos, 6 litros o algo así. Eso me parece bien, porque si cada uno que va cargar llena el tanque por las dudas, al que está esperando detrás tuyo lo dejás sin nada. Es similar a cuando en los supermercados venden una cantidad limitada de paquetes de azúcar o yerba, por lo general son dos unidades por persona. 

Ayer domingo, la calle fue una desolación total, lo que potenció aún más el carácter deprimente del séptimo día. Para ser franco, yo diría que un domingo promedio casi no circulan vehículos hasta las 5 o 6 de la tarde. Vivo cerca del Centro, y antes de esa hora no hay un alma. No recuerdo si siempre fue así, pero si tenemos en cuenta que mantener un auto es costoso, no tiene mucho sentido disponer de uno para usarlo esporádicamente. Conozco varias personas que tienen el coche "durmiendo" en el garage, y las pocas veces que lo sacan a la calle es para lavarlo o pasarle lustre a la carrocería. Pero bueno, tal vez no soy el más indicado para hablar de objetos que uno compra al pedo.  

En este contexto, partiendo de lo que implica este racionamiento del combustible, sumado a lo que ya veníamos afrontando, no hay manera de salir del atolladero. Puede resolverse o no, pero seguimos sin tener respuestas a la cuestión de fondo.

La política argentina -o mejor dicho, quienes la ejercen- conforma un triste y patético espectáculo. Tenía razón Borges con aquella frase, "no los une el amor, sino el espanto". Por primera vez en mi vida estoy considerando la posibilidad de votar en blanco para el balotaje. No quiero darle mi voto a un desquiciado, ni tampoco a otro que encarna una versión edulcorada del kirchnerismo. Basta, loco. Déjense de tomarnos por boludos. No debería estar diciendo esto porque es un pensamiento común y redundante. Pero dan vergüenza, son lacras oportunistas, los que estuvieron antes y los que están ahora. Lo paradójico es que la misma sociedad que hoy los denostan, los han votado durante años sin titubear.

La diferencia entre Massa y Milei, sea que quizás el actual Ministro entiende que a la gente tenés que darle guita y un alivio en los impuestos, aunque la emisión descontrolada de pesos y el exceso de consumo traiga consigo más inflación. No sé si logró estabilizar la economía, afirmar algo así sería otorgarle demasiado mérito. Pienso que los que se espantaron ante la posible victoria de Milei, se tragaron el sapo y eligieron al candidato de Unión por la Patria. 

Massa es hábil, sabe correrse a tiempo de lugares y situaciones incómodas, se parece a esos jugadores que son difíciles de marcar para los defensores rivales. Pero también es en sí mismo un enigma, porque todos sabemos que el "plan platita" no podrá extenderse hasta el infinito. Si llega a Presidente, va a tener que hacer los deberes con el FMI, él lo sabe, y también es consciente de que si hubiera aplicado un ajuste en plena campaña, sus otrora escasas chances se hubieran desvanecido aún más. 

Tanto Milei, como Bullrich y Macri, me provocan rechazo por haberse convertido en la casta que tanto cuestionaban. El Peluca acertó cuando los tildaba de "Juntos por el Cargo". Efectivamente, como quedaron en tercer lugar con nulas posibilidades, se juntaron con El Loco para salvar la ropa, la misma ropa que se prendió fuego tan pronto como los radicales tomaron conciencia de lo que se estaba gestando. Es evidente, como mencioné en otra nota, que la UCR está mucho más consolidada actualmente que hace 20 años, pero para despegarse de sus socios de centroderecha,  necesita de un líder que tenga la habilidad de conducir y de sumar voluntades, incluso gente que está desencantada luego de sucesivas frustraciones. Habrá que ver cómo sus dirigentes van transitando este proceso, porque el último presidente radical fue De la Rúa, que no dejó un recuerdo grato, precisamente. Nos estamos viendo pronto. Punto final. 


26 de octubre de 2023

Crónica anunciada del derrumbe de JXC

 Quienes ejercen el poder político y económico, tanto en la Argentina como en cualquier país del mundo, son los que tienen la capacidad de decidir por los demás. Es decir, por el resto de la sociedad. Y los cambios se van produciendo conforme lo que dispongan los de "arriba". En los últimos años, el kirchnerismo machacó bastante con el poder mediático, lo cual es real hasta cierto punto. Siempre ha habido medios influyentes para la opinión pública, en algunos casos la bajada de línea es muy obvia, y en otros se plantea de un modo más sutil. Pienso que hay una responsabilidad comunicacional, que esos conglomerados tienen, en función a la influencia que mencioné antes. Han apoyado abiertamente golpes de Estado, han exacerbado el patriotismo y el nacionalismo en la guerra de Malvinas, han fogoneado para incentivar crisis económicas, y varias maniobras más que hasta no hace mucho lo veíamos en los titulares de los diarios. Pero la gente no es tan estúpida como se supone, lo que pasa es que te das cuenta del engaño cuando ya es demasiado tarde. 

Cada persona procesa la información que recibe de un modo distinto. Por lo tanto, la lectura de un mismo texto puede dar lugar a interpretaciones divergentes. 

Yendo al tema que da título a esta nota (pero a su vez relacionado con lo anterior), Macri y Bullrich se cortaron solos al apoyar abiertamente a Milei rumbo al balotaje. Mala jugada. No consultaron a las bases, si es que a JXC le cabe ese término. Los radicales pusieron el grito en el cielo, y tienen razón. Se cansaron del ninguneo. La coalición opositora se encamina a su extinción. Bueno, Macri nunca ha sido un estadista, precisamente. Actuó de un modo intempestivo e innecesario, queriendo marcar la cancha e ignorando a sus socios políticos. Las consecuencias no tardarán en aparecer en los próximos días. A decir verdad, la UCR progresista que encarnó Alfonsín, nunca se sintió muy cómoda dentro de un frente electoral que no la representaba. Sin embargo, aceptaron sumarse a lo que en su momento fue Cambiemos y hoy es JXC, porque el partido nunca logró hacer pie y recuperarse tras la debacle de 2001. Pasaron más de 20 años, y quizás ahora sí el Radicalismo tenga referentes que resulten una opción de gobierno a futuro. Hay una nueva generación de dirigentes que puede competir en los comicios sin temor a un fracaso estrepitoso. Por supuesto que todo esto sólo lo podremos saber cuando la UCR vuelva a presentarse con su boleta sola en las elecciones, para lo cual hacen falta dos años como mínimo. Pero antes de oficializar el "divorcio" con el macrismo, es probable que convoquen a una Convención, tal como se estila, para que los representantes de los distritos puedan expresar su parecer. Es una oportunidad que no deberían desaprovechar, aunque el camino a seguir de ahora en más les quite el triunfo inmediato.

Todo está muy revuelto y convulsionado. Pareciera que vivimos en una realidad paralela, porque los precios están congelados transitoriamente, el dólar "blue" estable, y han puesto parches por todos lados para apuntalar una economía al borde del colapso. Está dando resultado, pero nadie puede afirmar hasta cuándo. En una coyuntura donde puede pasar cualquier cosa, prevalece la sensación de que hay una fragilidad estructural y que todo está "atado con alambre". Nos estaremos viendo pronto. Punto final.

23 de octubre de 2023

El día después del tsunami

 Los días post-elecciones son como despertarse luego de un terremoto. La vida sigue, todo parece estar en calma, la rueda sigue girando porque hay que laburar. Pero no deja de ser una falsa sensación. Ocultamos la preocupación refugiándonos en la rutina que debemos cumplir. Optamos por el escapismo, llegado el caso, cuando la realidad se nos torna insoportable. 

Haber cubierto ayer los comicios en Lobos no es algo nuevo para mí; con los años ya he desarrollado una suerte de "gimnasia" en función de lo que implica estar pendiente minuto a minuto de los resultados, a la usanza del rating televisivo. Antes no era así, desde luego, porque no existían las redes sociales, la conectividad era deficiente, y había un cúmulo de factores que requerían redactar una larga crónica con todo lo que había sucedido, una vez que ya se conociera el ganador. En ese sentido hubo un cambio notable, y los que ya tenemos varios años en la profesión nos hemos adaptado. Los más novatos no atravesaron esa transición, de manera que para esos colegas es natural el modo de informar que se emplea hoy por hoy. 

Lobos eligió que el actual Intendente permanezca en el cargo cuatro años más. Lo cual hace pensar que la ciudad continuará sumida en la chatura y la mediocridad que ostenta en la actualidad. No dejo de reconocer lo que a mi modo de ver está bien hecho en la gestión de gobierno, pero analizando un período de 8 años, no es significativo, deja sabor a poco. Se podría haber hecho mucho más para mejorar la calidad de vida de los lobenses, y no se hizo. No quiero ser redundante en referirme a planes de viviendas, radicación de industrias, u obras públicas de magnitud, porque ya lo dijeron los referentes de la oposición durante la campaña. Tengo la honestidad intelectual suficiente para decirlo, considerando que no tengo compromisos políticos con nadie, ni estoy afiliado a ningún partido, cualquiera que me conoce lo sabe bien. Cada uno hará su propia lectura o análisis, la democracia es así, y pese a sus puntos débiles, es mejor que vivir en una monarquía, como ocurre en varios países europeos.

A nivel local, fue una elección reñida, la más pareja desde 2015. Y ahora los argentinos tendremos que votar por tercera vez, en ese mamarracho denominado balotaje. No pierdo las esperanzas de que algún día, un Presidente reúna el consenso suficiente para modificar el sistema. Esto, como yo lo concibo, debería ser así: 1) Eliminar las PASO. 2) Se vota una sola vez, y además se le quita el carácter obligatorio. 3) No hay segunda vuelta: El que gana, aunque sea por un voto, ya puede festejar y el resto se va a su casa. Como en el fútbol: Podés ganar un partido por goleada, o por 1 a 0, pero en ambos casos el resultado es el mismo. Bueno, para todo lo que modestamente propongo, habría que reformar la Constitución, y no creo que ningún político lo haga porque no le conviene, ni a él ni a sus cortesanos y aplaudidores.

Otra cosa: El voto electrónico es rápido y eficiente, y si ha habido dificultades en determinados distritos como pasó en CABA, es por errores del sistema informático, no por la modalidad en sí. Si alguien se tomara el trabajo de probar exhaustivamente el correcto funcionamiento de las máquinas antes de que llegue el día de las elecciones, de seguro que no habría ningún contratiempo, como de hecho no los hay en ninguno de los países desarrollados donde desde hace décadas se vota de esta manera. Además, no se derrocha guita para imprimir boletas larguísimas, sobres, y urnas de cartón. Por el momento, plantear todo esto suena demasiado utópico. Pero es una discusión (o un debate) que en algún punto tiene que darse para terminar con los anacronismos y con los negocios de los punteros. Habrá que desandar un camino muy extenso para aplicar reformas estructurales de fondo. Mientras tanto, sólo resta sentarse a esperar hasta el 19 de noviembre. Nos estaremos viendo pronto. Punto final. 



19 de octubre de 2023

Elecciones

Jueves 19. Primavera atípica. Aire enrarecido. Ya está, se extinguieron los agotadores spots televisivos y radiales que constituyeron una verdadera pesadilla para la audiencia, y ya se hicieron los actos de cierre de campaña. El domingo se vota y ya no hay más nada que hacer, me refiero a que los números hablarán por sí mismos.  

Pero me permito pensar en cuestiones más profundas, aunque tal vez no logre ser claro en lo que pretendo expresar. Hay varios grados de responsabilidad que a cierta edad es necesario asumir. Sin embargo, no dudaría en afirmar que el más importante de todos, es la responsabilidad ante tu propia vida. Ejercer un autocuidado para que los posibles excesos, o la "toxicidad" del entorno, no terminen destruyéndote. Sobran ejemplos de personas comunes y de celebridades que no entendieron esto, o desarrollaron una adicción de la cual no encontraron salida, entre otros motivos. Luego debés ser responsable en tu laburo, no sólo cumplir un horario, sino ser eficiente. Ya sea que trabajes por tu cuenta o para otros, nadie aceptaría pagar por algo hecho sin profesionalismo.

Celebrar la vida, implica valorarla. O quizás honrarla, como dice la famosa canción de Eladia Blázquez. No es necesario esbozar planteos existencialistas, sobre qué viene después. Hoy por hoy, es lo que tenemos y es nuestro mayor capital. Conozco gente que está atravesando momentos de sufrimiento o dolor, pero que tienen voluntad de seguir y no de permanecer tirados en la cama. Tienen la esperanza (o la expectativa) de que su situación actual mejorará, y esa es la llama encendida para seguir adelante. 

Todos hemos tenido un mal día. El problema es cuando ese malestar se extiende por varios meses, o incluso más. No hay que tener miedo de pedir ayuda ante un profesional, o aunque más no sea a alguien de tu confianza para contarle lo que te está pasando. Si tomamos conciencia de que la vida es corta, y lo menos que podemos esperar es que sea un viaje placentero.

 Y hablar del sentido de la vida, es complejo, porque muchos dirán que no sabemos para qué estamos acá ni cuál es nuestro propósito. Si tenés hijos, o seres queridos, ellos hacen que todo cobre sentido. Si te volcás de lleno a un proyecto laboral o a estudiar algo, también habrá quien lo vea de esa manera, no hay una respuesta única y concluyente ante una cuestión que el ser humano se ha planteado desde hace siglos.

Lo más valioso del ser humano es la capacidad de razonar, discernir, decidir. Pero los animales no tienen ese tipo de facultades mentales, y sin embargo todo me lleva a suponer que son felices, podríamos citar los animales domésticos o mascotas cuyo dueño tiene un afecto que le es retribuido. En fin, sea como fuere, sería oportuno saber que el camino a transitar –dejando de lado variables económicas- dista significativamente de ser un oasis. Por ese motivo, cuando te sentís pleno, hay que capturar y atesorar esos instantes, porque no abundan. Cuando sos adulto te toca afrontar dificultades que sin duda forman parte del destino que cada uno elija, pero que también emergen sin que las busquemos. No siempre hay tiempo para meditar una decisión: Hay momentos cruciales que requieren actuar con urgencia, y por ende el resultado se torna más incierto.

Sí, todos nos quejamos y es normal. Me ha pasado más de una vez que deslizo alguna queja a través de este blog, o con la gente que me rodea. La clave, quizás, sea tomar distancia de uno mismo, desdoblarse, y evaluar con más objetividad eso que te está jodiendo. Es la única manera en que vas a poder dimensionar si realmente amerita algo así. A lo mejor no, pero sea como fuere en un buen ejercicio mental para tener en cuenta.

Las insatisfacciones cotidianas se compensan con los grandes o módicos logros que uno ha podido alcanzar, y que tienen valor porque fuiste vos quien los conseguiste. Vale la pena poner el foco en ello, no porque lo diga yo, sino porque nos hace bien. Nos estamos viendo pronto. Punto final.  


13 de octubre de 2023

Contar hasta 100

 Viernes 13. La semana se pasó muy rápido, o tal vez sea una falsa sensación que tengo por no haber podido hacer nada relevante más que la rutina diaria. Pero recapitulando, tuvimos una corrida cambiaria que provocó todo tipo de reacciones y comentarios. No es para menos: El dólar superó los $ 1.000, lo cual motivó que las "cuevas" aprovecharan el desconcierto y la desesperación de mucha gente para hacer su negocio aún más rentable, ofertando el billete a precios astronómicos. Ya para el miércoles uno no sabía bien qué iba a pasar con los precios de los alimentos, que es lo más importante, y se temía lo peor: Una hiperinflación. Por ahora no ocurrió, afortunadamente. Ha habido un aumento, sí, del 15 o 20 %, pero uno ya tiende a aceptarlo como algo natural. Estamos a 9 días de las elecciones y se vive un clima donde lo que predomina es la incertidumbre. Todos queremos saber qué va a suceder con el dinero que ganamos, mucho o poco, porque el poder de compra de redujo notablemente.

 
Es obvio que el gobierno que asuma, tiene que dar señales claras de un plan económico desde el primer momento. Ni siquiera me importa quién vaya a ganar, con que tengan un plan sustentable, ya contribuiría a generar confianza y despejar dudas. Y una duda recurrente, en sí misma, es si tienen un plan. Falta poco tiempo para votar, pero después habrá que ver si hay una segunda vuelta, y finalmente, cómo se dará la transición hacia el 10 de diciembre. En menos de dos meses puede pasar cualquier cosa, más allá de la corrupción y el lavado de guita que vemos a diario y que está totalmente naturalizado dentro de la clase política. 

Podríamos afirmar que esta semana transcurrió rápido porque nos tuvo a los saltos: Las noticias y los números que se desprenden de ellas a nivel macro, se fueron dando de un modo tan vertiginoso que no nos dio respiro. Es lógico que los ahorristas hayan retirado sus plazos fijos de los bancos, por más que el Banco Central vuelva a subir las tasas de interés. Si depositás la guita a 30 o 60 días, lo que recibirás luego en concepto de interés no será suficiente para compensar la inflación y te devolverán un montón de fajos de papeles que no valen nada. Yo no sé si fue correcto lo que dijo Milei sobre el peso y el dólar, pero no se lo puede culpar o responsabilizar en un 100 % por la corrida. La gente elige a quién escuchar y a quién no. Milei ha dicho tantas estupideces e incoherencias durante la campaña que ésta podría haber sido una más. 

En resumen, todo ello contribuye a que estemos viviendo mal, con zozobra pero también con la ansiedad de que alguien ponga fin a este status quo. No alcanzará con contar hasta 10, habrá que contar hasta 100 y armarse de paciencia, la cual se va agotando progresivamente. El karma de 2001 hace que persista el temor de una confiscación de depósitos. Como ya lo vivimos, ya sabemos las consencuencias. Claramente no es el mejor escenario para invertir ni un centavo. Por otra parte, ni yo ni mucha gente tendríamos margen para hacerlo aunque quisiéramos. No estoy describiendo nada que el lector promedio no haya visto en el tele o en los portales de Internet. No sé cuando, pero tengo la esperanza de que en alguna instancia podamos recuperar la calma, dado que es evidente que no depende de nosotros. Vamos a jugarle unas fichas a 2024, quizás nos sorprenda gratamente. Nos estamos viendo pronto. Punto final. 

9 de octubre de 2023

¿Y ahora, qué hacer?

 Ayer (domingo) vi el segundo debate presidencial, aunque no en su totalidad. El formato es bastante limitado, porque es imposible ejercer un derecho a réplica en 45 segundos, o esbozar una propuesta en 2 minutos. Por supuesto que hay que establecer un tope, de lo contrario se volvería aún  más tedioso. Creo que estaría mejor planteado con 5 minutos para exponer, y 2 para los derechos a réplica. La experiencia de este tipo de debates es relativamente nueva en la Argentina. Y al igual que en el anterior, se notó que los candidatos estaban guionados o “coacheados”, sobre todo aquellos que no dejaron una buena impresión en la primera instancia y aspiraban a revertirla, tal es el caso de Bullrich. Es lógico que sea así: te están viendo millones de personas y nadie quiere arriesgarse ni dejar furcios que pueden enterrarte vivo. Más allá de las obvias chicanas, no hubo sorpresas. Milei trastabilló un poco, pero eso no incidirá en quienes ya tienen decidido votarlo nuevamente.

Esta primavera es muy particular: Si salís a la calle entre las 8 y las 10 de la mañana, digamos, vas a advertir un viento bastante fresco, que puede hacer que te pongas un abrigo. Un gran error, porque si tenés que estar en la calle hasta pasado el mediodía, vas a terminar “al horno”. Hoy, el termómetro superó los 30 grados. Todo parece indicar que va a seguir así, lo cual no sería alarmante para nadie, considerando que estamos a dos meses de terminar el año.

El dólar continúa subiendo sin control, el Gobierno no sabe cómo reaccionar, los productos esenciales aumentan, los médicos decidieron cobrar un arancel elevado a los afiliados de las obras sociales porque dicen que sus honorarios son muy bajos. Está bien que Massa haya tomado una serie de medidas a modo de paliativo, pero como el peso no vale nada (vaya novedad), el efecto deseado termina por evaporarse.

 En medio del quilombo, sale Milei a decir que lo mejor que pueden hacer los que tienen un plazo fijo, es sacar la guita del banco lo antes posible. Todos dan por hecho una nueva devaluación después de las elecciones. No es un panorama alentador, desde luego. Pero pienso que ninguno de los candidatos, sea quien fuere el triunfador, podría llevar tranquilidad en un corto plazo. 

Vamos a tener que convivir con inflación alta durante varios meses de 2024. En primer lugar, para llevar tranquilidad a la sociedad y a la opinión pública, debés mostrarte tranquilo, porque tenés la responsabilidad de gobernar y de transmitir ese mensaje. Eso no significa soslayar una crisis, nada que ver. Yo quiero suponer que la gente no es estúpida y se da cuenta cuando la economía doméstica comienza a apretarnos el zapato. 

En mi caso, mientras tenga dinero para las necesidades básicas, me parece una inmoralidad quejarme, aunque no tengo un presupuesto abundante. Si voy al súper o al almacén, he sustituido determinadas marcas por otras más baratas. Los cigarrillos aumentaron un 15 %, y aunque no sé si dejaré de fumar, sí es seguro que lo haré más esporádicamente porque no voy a desembolsar todos los días 500 pesos en promedio por un vicio que arruina la salud. No es una necesidad básica, es una droga legal (vale decir, la nicotina).

Voy aplicando recortes de a poco: Cuando estalló la crisis de 2001, yo era muy ingenuo ante lo que estaba sucediendo; me costó entender los motivos reales de lo que sucedió, pero las imágenes que hasta el día de hoy se pueden ver en You Tube eran francamente de terror, con una represión salvaje nunca vista en tiempos de democracia.

En cambio, lo que estamos viviendo ahora todavía dista de lo que pasó hace 22 años. Pero lo veo de otra manera porque crecí, envejecí, me dediqué a laburar desde 2002 hasta la fecha, y continuaré haciéndolo. Hay gastos fijos que, por ende, tengo que saldar sí o sí ya que están relacionados con mi profesión. No voy a ahondar más al respecto porque quienes me leen también deberán hacer frente a lo mismo, según la actividad laboral que hagan. Lo que sí puedo afirmar, es que amortizar una cifra abultada (que hay que abonar sí o sí para que el portal digital siga funcionando bien), lleva un tiempo considerable.

Por ahora, esto es lo que tenemos. Además de la transición hasta que asuman las nuevas autoridades nacionales y provinciales, hay muchísimos cabos sueltos y frases indignantes que son un insulto a la inteligencia –o al espíritu crítico del electorado. Para finalizar: Milei es un provocador nato porque sabe que le sirve, pero como dijo en el primer debate la referente la izquierda Myriam Bregman, más que ser un “León”, por momentos se comporta como un gatito mimoso. Y algo más: Sospecho que si lo hemos visto tan "planchado" en contraste con su verborragia y exabruptos habituales, se debe haber clavado un ansiolítico antes de salir a escena. Nos estamos viendo pronto. Punto final.   

5 de octubre de 2023

Primer jueves de octubre

Jueves por la noche en la ciudad. La semana se pasó rapidísimo, pese a que en el devenir pueblerino no ocurrió nada de relevancia. Veremos qué nos depara el finde, en materia de notas por cubrir. Necesito despejar mi cabeza para poder descansar y rendir mejor en el laburo. Bueno, la verdad es que en todos estos años varias veces he laburado en condiciones de profunda incomodidad y malestar, y por supuesto que me la banqué, ¿qué otra cosa podía hacer? Es mi trabajo y mi responsabilidad, únicamente lo postergaría si estuviera enfermo, es mi modo de verlo.

 Estoy tratando de rescatar lo esencial, y eso es lo que todos deberíamos hacer, todo lo demás queda en un segundo plano. No es algo tan difícil: Si te ponés a pensar, enseguida te vas a dar cuenta de qué es lo básico para estar bien, para vivir bien. Pero estamos atravesando en un contexto socioeconómico que ni siquiera te garantiza lo mínimo. Abundan las malas noticias, los escándalos, el bajón. Porque ese malhumor se palpa en la calle: Hay gente que está tan saturada que un día va a explotar y reaccionar de la peor manera, no me sorprendería. Nos estamos agrediendo sin sentido en cada respuesta filosa, maliciosa, o irónica, en cada comentario fuera de lugar, porque rige el “vale todo”, y no es un fenómeno nuevo, sólo que ahora se vuelve más evidente. Estamos a 15 días de elegir a un Presidente y sin embargo seguimos en la boludez. Eso nunca había ocurrido antes, desde que tengo uso de razón. No me caben dudas de que habrá un ausentismo significativo, quizá no tanto como en las PASO, pero un considerable porcentaje de la población no irá a votar. Lo toman como una pérdida de tiempo, porque al final de cuentas “todos son corruptos y todos roban”. El hecho de que esa afirmación de haya generalizado es la consecuencia de los sucesivos gobiernos que no hicieron más que contribuir a que la gente piense así.

 Habría que dejar en claro algunas cuestiones. En primer lugar, si Milei gana, no va a hacer todo lo que ha declamado en su errática campaña. Va a haber una resistencia muy grande y enfrentamientos por doquier. Es más moderado de lo que parece, me da esa impresión, aunque diga lo contrario. Un típico neoliberal, con mucho marketing, eso sí. Claro que puedo equivocarme, y de ser así no tengo la menor idea de cómo va a terminar esto. Si gana Massa, se convertirá en la reencarnación de un kirchnerismo que ya se ha debilitado bastante. Lo notable es que cada vez que uno supone que es un ciclo terminado, le encuentran la vuelta para seguir en el poder como hace 20 años, sin contar los 4 de Macri.

 No soy gorila ni antiperonista. De hecho, el peronismo clásico en su doctrina tiene algunos puntos rescatables, como la justicia social. Simplemente no estoy de acuerdo, como habrá otros que no estén de acuerdo conmigo. Si el electorado le ha dado un voto de confianza a este modelo nacional por casi dos décadas, tendrá sus motivos. Nunca discutiría de política con un vecino porque más allá de las diferencias, es mucho más lo que nos une que aquello que nos separa. Creo que deberíamos comprender esto, porque así funciona la democracia. Y en lugar de votar a un partido, siempre lo he hecho por aquel candidato que me ha parecido más coherente, dentro de los que postulaban. Por ahora, todo lo que hay es incertidumbre. Nos estamos viendo pronto. Punto final.


3 de octubre de 2023

Los carpetazos y "la casta"

Martes por la tarde en la ciudad. No hay ninguna noticia para cubrir, no importa si resulta interesante o no: Cuando digo nada, es nada. No sé qué pasó hoy, que conforme avanzaba el día me encontré sin nada de material para publicar. Uno puede replicar alguna nota de pueblos vecinos de vez en cuando, pero la gente quiere saber qué está pasando en Lobos porque es un medio de acá. Y el rol del periodista es brindar información, entre tantos otros. 

 Lo que yo veo, es que todos están haciendo la "plancha". Los candidatos locales recién ahora han comenzado con la campaña propiamente dicha. Creo que ya lo dije antes, pero es un exceso de confianza haber postergado tanto la actividad proselitista, incluso de parte de aquellos que ya se consideran ganadores. Cuando Lobos está muy "tranquilo" a nivel de información, es para sospechar que algo inesperado puede ocurrir de un momento a otro. 

Para mí es fundamental que el lector de un portal digital encuentre lo que está buscando, un enfoque atractivo y esclarecedor, producción periodística propia, y no cualquier mamarracho improvisado. Cada uno hará lo que le dé la gana, pero no caben dudas de que el prestigio y la credibilidad que tanto te costó conseguir se pueden evaporar en cuestión de minutos si no pensás bien antes de publicar algo. Los años aportan dos cosas: Experiencia y envejecimiento, y entre ambas cosas siempre es mejor sacar provecho de la primera. 

Y si de prestigio se trata, qué decir del "escándalo Insaurralde"...  No seamos ingenuos: En realidad, la inmoralidad de lo que hizo, el despilfarro, la ostentación, y todo lo demás, es moneda corriente para la clase política, pero en el común de los casos ni nos enteramos porque actúan con un mínimo de discreción. La diferencia es que este boludo quedó expuesto, y las imágenes son tan elocuentes que hablan por sí mismas. Es absolutamente indefendible desde todo punto de vista. Ahora dicen que a la mina que estaba con él en el yate, "alguien" le pagó para subir esas fotos a las redes. Es posible, aun así es irrelevante. Y en todo caso hubieran buscado una presa de mayor rango para salir de cacería. 

Se sabe que los "carpetazos" en tiempos electorales están a la orden del día, porque nadie tiene el c... limpio. Con respecto a viajes de placer, si hacemos memoria, recuerdo que en los '90 los funcionarios del Turco evitaban veranear en Punta del Este, símbolo de glamour, y lo hacían en Pinamar. Era una orden que bajaba de arriba. Todo parece indicar que los tiempos han cambiado. Es razonable que la gente se indigne cuando quedan al descubierto hechos de esta naturaleza, no hay otra forma sensata de reaccionar. Pero reitero que es un error suponer que hablamos de un caso aislado. Este affaire es música para los oídos de Milei, porque apunta directamente a "la casta", a los que viven de privilegios cuando dicen ser representantes del pueblo. Pero quizás eso sería bueno analizarlo en un próximo posteo. Nos estamos viendo pronto. Punto final. 

1 de octubre de 2023

Un buen comienzo

Cada 1° de enero, uno piensa: “No quiero que este año se me escape, quiero hacer esto o lo otro”. Bueno, la realidad es que los meses van pasando, y en determinados casos podemos conseguir una mínima meta, pero en líneas generales nos vamos conformando con poco. ¿Por qué? Porque ya sabemos de antemano que pusimos una vara muy alta para lo que somos capaces de hacer. Reflexiono sobre esto, porque quedan dos meses para que termine 2023. No sé qué análisis hacer desde el plano personal, recién en este momento me estaba percatando de eso, y en lugar de hacerlo tan rebuscado habría que pensar menos y hacer más de aquello que nos propusimos. Habrá hechos que me quedarán grabados en la memoria, pero que no tienen que ver conmigo, sino con circunstancias que nos tocó vivir a niel país. No me gusta divagar en demasía sobre el paso del tiempo, en principio porque ya lo he hecho muchas veces, y además no se llega a ninguna conclusión. No obstante, si uno hace un registro al estilo de un “diario íntimo”, y lo lee un año después, seguramente encontrará perlitas de las cuales ni siquiera se acordaba.

Ahora bien, imaginar lo que pasará después de las elecciones, sinceramente da miedo, del mismo modo de lo que pueda suceder en los días previos. Hay que tratar de mantener la calma, lo cual no es nada fácil cuando el avión entró en una turbulencia y los pasajeros están en el medio del vuelo sin saber si llegarán a destino sanos y salvos.

La capacidad de crear, de innovar, es para mí lo que nos rescata de un inminente naufragio. No significa que ganes más plata por eso, pero tu mente funciona. Tiene ideas, proyectos. Sabe barajar los pro y los contra. Supuestamente, establece un orden de prioridades, más allá del consumismo y del marketing que nos impone la publicidad. Pero hay un componente emocional, sin duda, de lo contrario nuestro cerebro sería una computadora, una mera máquina de calcular. Lo podés ver con un ejemplo simple: Hay películas que te hacen llorar, porque te conmueven y tocan tus fibras más íntimas, y hay otras que buscan hacer reír porque son comedias. A veces, el absurdo y el ridículo causan gracia sin que sea el objetivo buscado. Debemos aprender a no ser tan duros y exigentes con nosotros mismos, darnos la chance de cagarnos de risa de nuestros errores o metidas de pata, excepto que se vuelvan demasiado humillantes. Hay de todo para sumar al anecdotario.

El problema está cuando la gente se convierte en un espejismo de lo que solía ser. Puede que vos no te des cuenta, pero los otros sí. Todo ello se vuelve una verdadera carnicería para los programas de chimentos y los tabloides al estilo The Sun, que existen en todas partes del mundo. Es erróneo pensar que sólo en Argentina consumimos TV basura. Esos formatos están en todos lados porque tienen como target un público determinado que hace foco en la caída en desgracia de grandes figuras, no de ilustres anónimos como vos y yo. Bah, ya ni siquiera son grandes figuras, sino personajes que cobran notoriedad por medios bastantes variopintos. Precisamente, la diferencia sea esa: Los yanquis sacan al sol los trapitos de gente más o menos conocida del jet set, no "construyen" personajes mediáticos.

Cualquier persona proyecta una imagen subjetiva, porque uno te podrá ver como un tipo macanudo y de buen humor, y otro como un cínico descarado. Lo único que no se puede controlar es la percepción de los demás, y claramente no sería bueno que sucediera. Habrá gente que nos diga "qué bien que estás", pero si nos sentimos para el culo, ese elogio no nos importará en lo más mínimo. ¿Y cuando pasa al revés? Sería así: Alguien que nota algo perjudicial o preocupante en vos te lo dice, pero si vos estás convencido de que no hay motivo para alarmarse ante eso, no le darás bola tampoco. En cualquier sociedad abunda la envidia y la competencia de por lo cual hay personas que están esperando que vos caigas para verte morder el polvo. Por suerte estos últimos casos no son mayoritarios, y si lo fuera, hay que “blindarse” contra ese clima asfixiante, porque una virtud clave en la vida es la templanza. Nos estamos viendo pronto. Punto final.


A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...