Lunes. Arrancamos
la semana sin sobresaltos, al menos por ahora. Después de varios meses, hoy
enviaron un parte policial a los medios, y debo decir que ya estaba
acostumbrado a que no informaran nada de su accionar, así que me sorprendió. En
Lobos ocurren muchos ilícitos que no sólo no son esclarecidos, sino que tampoco
se puede acceder a datos oficiales de lo acontecido. Lo que más me interesa es
que la población esté al tanto de lo que hechos que suceden, porque de lo
contrario daría la sensación de que la Policía no interviene en absoluto, y esa
presunción de ve acrecentada al no dar a conocer los operativos que realizan.
Por eso insisto en que, aunque haya hechos que no son esclarecidos, es necesario que la comunidad esté en conocimiento de lo que está pasando de una fuente fidedigna. Si no es así, se acentúan la incertidumbre y las dudas. Hay dos puntos particularmente débiles de esta gestión municipal, y son la seguridad y el déficit habitacional. No es cierto que los delitos no sean denunciados por sus víctimas: En su mayoría lo hacen, pero pese a ello pasa el tiempo y no se arriba a ninguna conclusión. Por ejemplo, el hallazgo de armas y chalecos antibalas en la Plaza 1810, pleno centro de Lobos. No ha habido hasta el momento ninguna novedad al respecto, ni tampoco ninguna autoridad se ha molestado en formular declaraciones que tranquilicen a la comunidad.
Si hay algo que me preocupa, es la sensación de indefensión en la que estamos viviendo, que no es nueva, porque pasan los gobiernos y sin embargo nadie le pone el cascabel al gato. Todos sabemos que para que un delincuente termine preso debe tener antecedentes o ser mayor de edad, excepto que se trate de un homicidio o algo extremadamente grave. Pero no por ello vamos a bajar los brazos y mantenernos indiferentes ante la falta de respuesta de las autoridades.
Lo que sí hace falta es un controlador de precios, que uno pueda escanear el código de barras de determinado producto para conocer su valor real, porque en todo supermercado hay ofertas engañosas, como el 2 X 1, o un descuento llevando dos unidades, que parece atractivo, pero en rigor de verdad el beneficio es mucho menor si ese mismo descuento fuera por comprar un solo artículo. No sé, nos dijeron que también había descuentos descargando una aplicación del celular, y a mí esas cosas me fastidian, porque todo debería ser más sencillo. Uno va a un mayorista porque presume que los precios serán más bajos, y aunque no haga una compra importante eso debe verse reflejado en el ticket. El almacén de barrio es más caro, pero al menos vos sabés cuánto estás pagando, podés adquirir la cantidad que quieras que el precio es igual en todos los casos, no hay promociones ni descuentos salvo con Cuenta DNI. Eso ha sido un gran avance, que se pueda abonar por transferencia o bien con tarjeta de débito. Todo lo que el comerciante debe hacer es disponer de un posnet. Incluso, aunque no es frecuente, en algunos hasta te venden los cigarrillos pagando con débito.
En esta coyuntura, hay muchas ofertas por las Fiestas, que se concentran en la canasta navideña: Pan dulces, confituras, sidra, turrones, y todo eso. Cada año hay un salto notable en los precios de esa gama de comestibles, con una brecha interanual que supera el 100 %. Una exageración notable que no se justifica siquiera por la inflación que ha habido, ya que la calidad de un pan dulce promedio, –por citar un caso- va siendo cada vez peor año tras año: Un mazacote lleno de edulcorante, colorante, azúcares, y todo tipo de ingredientes que lo hacen incomible, sólo apto para picar algo cuando tomás mate por la tarde. Y ni hablar de hacer algún regalito navideño: Olvidate, está todo carísimo, se puede aprovechar alguna promo pero sea como fuere siempre hay que leer bien la letra chica para evitar que te caguen. En un próximo posteo me referiré más en detalle a las avivadas de los comerciantes, que no son ningunos nenes de pecho y en determinados casos remarcan con una ganancia superior al 30 %. Así no hay bolsillo que aguante. Nos estamos viendo pronto, amigos. Punto final.
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