30 de diciembre de 2010

No todo es como debería ser












Noche lluviosa en la ciudad, con mucha humedad durante toda la jornada, aunque no tanto como hace unos días. En fin, se trata de un tema repetido en cada conversación cotidiana, del mismo modo que se han incorporado tópicos como la falta de mantenimiento en la zona urbana, que son motivo de quejas constantes. Uno paga las tasas y los impuestos para tener un servicio óptimo, y eso es lo que no se está viendo.

Con las prioridades trastocadas ponemos, el problema es que no logramos descubrir lo que realmente vale la pena, que son los afectos. Hay personas que se podrán tener mucha cultura y un buen patrimonio, pero que seejan llevar por su ego. Lo sustituyen con el uso del celular, el mail, el Blackberry o cualquier "chiche" nuevo. Hasta las postales navideñas, con sus habituales mensajes cursis y sensiblería barata, se envían ahora por Internet.

Sin embargo, todo se mide según los deseos e intereses de cada uno. Por ejemplo: sin la Web, claro está, este blog no sería posible, de manera que renegar de "la red de redes" a esta altura resulta anacrónico. Pero creo que podemos hacer un uso racional de las nuevas tecnologías. Inclusive, más productivo. 

Abundan las noticias online que -además de ser falsas-, están pésimamente redactadas. Por eso el periodismo es una profesión y no un entrenamiento. Quizás sería más provechoso no estar pendientes de Facebook o Instagram. Si lo lográramos, dejaríamos de vivir la fantasía de que tenemos centenares de "amigos". No hace falta ser muy  sagaz para razonar que sólo un puñado de ellos estarán con nosotros en situaciones límite.

Lo que viene en los próximos meses será duro de afrontar, sin dudas, al menos para quienes hacemos periodismo y tenemos la responsabilidad de cubrir la interminable sucesión de actos políticos que tendrán lugar en nuestra ciudad y en todo el país con miras a las elecciones. Me dirás que estoy loco, pero ya hay gente que está pensando en 2025. Los meses de intensa actividad política son muy desgastantes y te exigen al máximo. 

Todavía falta, afortunadamente, para todo tipo de anuncios, inauguraciones, acusaciones cruzadas, cortinas de humo, chicanas políticas, y golpes bajos. Es el juego de la política, tal como se entiende en la Argentina de hoy.

Simplemente me gustaría que tengamos la capacidad suficiente para ser tolerantes, porque los medios de un pueblo chico suelen ser blanco fácil de críticas injustas y solapadas. Te cuestionan ,  pero no te lo dicen de frente y con argumentos claros. Quienes nos dedicamos a esto debemos tener el temple necesario para seguir adelante y mantener la serenidad, a pesar de que más de una vez uno quisiera reaccionar de un modo poco diplomático. Cómo cualquier humano que se ve afectado por el entorno y por las emociones que eso le provocan.

Esto es todo por el momento, amigos. Nos estamos viendo pronto, remando contra la corriente. Como el salmón, diría alguien...

Pensar en nada...

Hay veces en que tengo ganas de no pensar en nada. Tener la mente en blanco, o en el mejor de los casos, imaginar una inconmensurable extensión de campo verde con flores amarillas, uno de los primeros recuerdos que tengo de mi infancia mientras viajaba en el asiento trasero de un Ford Taunus color verde de mis abuelos. Dicen quienes se dedican a esto que poner la mente en blanco requiere de un control sobre la propia conciencia, y probablemente sea así. Quisiera olvidar los malos tragos, y retener en mi memoria aquellos buenos momentos que se fueron diluyendo en alguna neurona extraviada. Y no me vayan a negar que nunca quisieron borrar del disco rígido del bocho todo lo que hay adentro, como si uno lo estuviera formateando para dejarlo "limpio" y sin tropiezos para el día siguiente. Quizás este sea el último post de 2010, no lo sé. Fue un año de cambios para mí, en el cual los acontecimientos se sucedieron a una velocidad inusitada, y además tuve que adaptarme a una nueva metodología de trabajo. Si este blog tiene algún sentido, es el de reflejar el devenir de los sucesos cotidianos desde mi prisma personal, el de maravillarme por hechos notables o de indignarme por noticias que me generaban bronca e impotencia. Pensar en nada tiene sus ventajas. Te aleja de lo inmediato y te pone en otro lugar, desde el cual podés analizar lo que te va pasando de una forma diferente. Ojalá pudiera lograrlo, y ojalá todos pudiéramos hacerlo. Siento que este año pasó demasiado rápido para mí, y quizás no sea algo de lo cual deba lamentarme, simplemente se dio de ese modo. Hay años que uno quisiera atesorar en la memoria porque fueron particularmente gratos o porque se alcanzaron metas en el plano personal que parecían imposibles. Y como suele suceder, hay años que fueron un completo desperdicio, porque empezamos con el pie izquierdo y las cosas no se nos dieron como esperábamos. No tengo ninguna expectativa para 2011. O al menos, procuro no tenerla. Tan sólo deseo que sea un año en el cual pueda mejorar, sentirme más relajado, y darme cuenta de que cada día es un pequeño tesoro, por cursi que resulte esta frase. Un día en el cual podés sentirte el ser más feliz del mundo o un rotundo fracasado. De esas viñetas cotidianas se conforma nuestra existencia. Bienvenidos al Lobos 2011, si no nos vemos antes!!! 

Disco recomendado del día: John Fogerty, "Centerfield" (Warner, 1985)

25 de diciembre de 2010

Después del agua siempre llega la calma


Quién lo iba a decir, no? El mejor "regalo" que nos ha obsequiado esta Navidad a los vecinos de Lobos es la paulatina normalización del suministro de agua. El ánimo popular estaba bastante caldeado a raíz de este tema y en lo personal ya había manifestado mi malestar. Como suele suceder con todas las cosas, no nos percatamos de su importancia hasta que nos falta. Y en el caso del agua, acciones tal elementales y cotidianas como lavarse la cara, los dientes, ducharse o afeitarse, se volvían imposibles de llevar a cabo.

La transición de la Nochebuena a la Navidad transcurrió con calma, aunque sin euforia alguna en mi caso. Simplemente me senté a la mesa como si fuera un día más y disfruté de la cena con mi familia, y desde luego me sentí feliz por los regalos recibidos. Tomé poco alcohol porque no quería arruinar el momento, y a la 1 AM del 25 de diciembre ya estaba en la cama. No tenía la menor intención de salir a recorrer la noche, aunque debo decir que siento como si estuviera dentro de un boliche, porque mientras escribo estas líneas, algunos de los bares cercanos han decidido poner la música a todo volumen. Sabía que iba a suceder, de manera que será cuestión de intentar dormir como se pueda y de dejar que aquellos que los desean festejen como lo he hecho yo alguna vez.

Hasta hace un rato me puse a escuchar mi propia música con el reproductor de MP3, y me entretuve durante el día leyendo todos los diarios de la semana que se habían ido acumulando sin que tuviera tiempo ni ganas de hojearlos. Cuando tenga más tiempo y ganas, voy a redactar un post sobre esta sospechosa toma de predios públicos por parte de los denominados "okupas", que no parecen ser del todo espontáneas y que esconden oscuros intereses y miserias humanas que son propias de quienes hacen lo que sea para llegar al poder.

Bueno, gente, esto es todo por el momento. Si para ustedes el 25 de diciembre tiene algún significado, espero que disfruten de esta fecha y que se convierta en un espacio de reflexión. Somos todos adultos y cada uno sabe lo que debe hacer.

23 de diciembre de 2010

Con calor y poca agua... otra vez


Aquí estoy de nuevo!!! Pasaron varios días y realmente no tuve tiempo de actualizar el blog. No sé qué me deparará este verano. Albergo la secreta esperanza de que me concedan vacaciones, pero si así fuere, todavía no tengo decidido si voy a ir a algún lado o me conformaré con frecuentar la pileta de algún club de vez en cuando. Justo cuando más suben las temperaturas, el calor, el sudor, los mosquitos, y todo lo que hace que vivir con 30 grados sea complicado, no hay agua en Lobos. Y si la hay, no en cantidad suficiente para lo básico de todo hogar. Me refiero a lavar la vajilla, ducharse, beber, y ni sueñen con otros usos más exóticos. Por si todo esto fuera poco, me acabo de enterar de que el barrio donde vivo siempre tuvo problemas con el agua por la baja presión con que llega por las cañerías.

En esa oportunidad el problema parece ser la baja tensión de energía eléctrica que abastece a las bombas que extraen el agua, pero en definitiva para el vecino el resultado es el mismo.


A veces me gusta leer mis viejos "posts", y darme cuenta de mis contradicciones, en cómo vuelvo una y otra vez sobre un mismo tema, y creo que en realidad esa contradicción es muy argentina. Creemos que algo va a ser positivo y nos va a hacer mejorar nuestra calidad de vida pero como los políticos nos decepcionan tan pronto, es inevitable no sostener lo contrario después.

Empezó el verano, el sol quema, y ese sopor, esa sensación de pesadez, hace que todo cueste más esfuerzo. Se duerme mal, hay más pendejos al pedo rompiendo las pelotas por la calle cualquier día de la semana, que pasan a fondo con sus autitos y motitos, mientras este 2010 ya casi se termina. Sinceramente, no quiero pensar demasiado en eso, pero debo decirles que siento que este año pasó más rápido que los anteriores. Estoy en otra situación, en la cual pocas veces me doy un tiempo para mí. Pero trato de no quejarme, porque como les digo siempre, el ocio te mata. Prefiero trabajar o por lo menos hacer algo relacionado antes que estar tirado en una cama mirando el techo.

Hay varias cosas que me provocan fastidio, pero podría resumirlas en dos: la mediocridad y el maltrato de los otros. Estamos rodeados de inútiles e inoperantes ocupando cargos jerárquicos. Y también nos someten al maltrato, a la agresión constante, como si ser periodista fuera jugar a las escondidas y no se tratara de uno de los trabajos que más dedicación exige.
Por tal motivo, confío en las buenas personas, me refugio en ellas cuando me toca pasar por un mal momento, y les agradezco que existan para hacer de este mundo un lugar más tolerable.

19 de diciembre de 2010

Cuando uno compra cosas inútiles


Hola amigos, como están? Elegí esta "tardecita" de domingo para actualizar el blog, porque si lo hago por la noche voy a estar demasiado cansado y no voy a poder redactar algo digno de ser leído. Tuve un fin de semana de mucho laburo, y hoy aproveché para organizar algunas cosas. Por ejemplo, me puse a revisar mi "videoteca" (si podemos llamarla así) y me di cuenta de que tenía varias películas sin ver. Pero también comprendí que nunca las vería, porque como dije varias veces ya no soporto estar más de 90 minutos viendo algo que no sea la final de un campeonato de fútbol. Y como además aquellos DVD's los compré de puro impulso, con la íntima sospecha de que nunca vería esas películas, hice "la buena acción del día" y se las regalé a un grupo de muchachos conocidos. No sé si ellos las verán, pero al menos podrán ilustrarse un poco, dado que entre los DVD en cuestión había un documental aburridísimo de la Segunda Guerra Mundial que nunca pude terminar de ver. De hecho, no creo que vaya a comprar más DVD's en el corto plazo, ni truchos ni originales, porque tengo bastante material para ver todavía.

Con el tema de los diarios me sucede algo parecido: una vez por semana, al menos, suelo comprar Clarín o La Nación, pero no tengo tiempo para leer el ejemplar. Lo hojeo como puedo, mientras estoy en el baño o antes de dormir, cuando las noticias ya hay sido sepultadas por la actualidad. Es decir, han dejado de ser noticias: forman parte del arcón de los recuerdos. En fin, siempre fui un ávido lector, pero para leer un texto y comprenderlo, por simple que sea, se requiere concentración, y si tenés la cabeza en otra parte el cansancio mental se nota y lo que menos querés hacer es agarrar un diario. La única excepción es cuando uno se sienta solo a la mesa de un bar a tomar un café. No sé por qué, pero leer el diario en un bar resulta más entretenido que leerlo en casa.

Cambiando de tema, trataré de resistir la tentación de renegar sobre las Fiestas de Navidad y Año Nuevo, como suelo hacer. Creo que la gente ya está harta de todo, inclusive de esas reuniones familiares, y cada vez es más natural que a estas fechas se las tome como un día más.

Película recomedada del día: "Imagine: John Lennon" (documental, 1988).

17 de diciembre de 2010

Viernes con lluvia y calor

Hola amigos, como va todo del otro lado? Los viernes suelen ser los días más tranquilos de mi trabajo, motivo por el cual aprovecho para descansar y actualizar el blog. Y también para escuchar música. Hoy estuve haciendo una "depuración" y separando toda la basura que hace rato que no escucho y que no pienso volver a hacerlo. Green Day, por ejemplo, nunca me gustó demasiado y me cuesta comprender por qué tengo tantos discos de la banda a sabiendas de que el punk nunca fue de mi agrado, con la excepción obvia de los Ramones. En fin, son cosas que uno piensa cuando llueve, está relativamente al pedo y no puede salir.

Lo que sí les puedo asegurar, es que está muy bueno el último CD de Bryan Adams, "Bare Bone", que consiste en distintos sets acústicos de sus hits más recordados. Como el propio músico explica, es similar a lo que hizo en el Unplugged de MTV, pero pasaron más de 10 años y se encuentra en una nueva etapa de su carrera. Sabe que sus canciones ya no suenan en la radio como antes y trata de remarla como puede. Por alguna extraña razón, muchas canciones notables de Bryan Adams se las adjudicaba erróneamente a Bon Jovi, y en lo personal debo decir que el mérito de un disco acústico está en lograr que no te canse escucharlo, porque sabés que con el único acompañamiento de piano y guitarra se pierden muchos matices delas versiones originales.

Creo que todos deberíamos adoptar una actitud más sana frente a nuestro pasado y dejar de ver o escuchar las canciones y películas que no hacen otra cosa que provocarnos nostalgia y recordarnos los jóvenes que éramos. En realidad, en mi caso, no considero que los '90 hayan sido demasiado provechosos en marteria artística. Incluso mis grandes ídolos del pop/rock internacional, como Michael Jackson, Madonna y Bruce Springsteen, durante dicha década editaron discos mediocres, o quizás no tanto, pero lejos de todo su potencial. Y el cine tampoco nos obsequió grandes obras, de esas para ver una y otra vez un domingo a la tarde. Es cierto que hubo buenas películas, pero ninguna que marcara un hito como fueron en su momento "Casablanca", "La Dolce Vita", "El Padrino", y tantas otras que sería largo enumerar.

A los jóvenes de mi generación nos tocó transitar nuestra adolescencia en una década donde supuestamente habíamos logrado ingresar al Primer Mundo, hasta que un buen día todo explotó y nos dimos cuenta de que en ningún país desarrollado se suceden cinco presidentes en una semana. Pero eso será motivo de otro post, en el cual abordaré mi experiencia personal durante la década del '90, hoy tan demonizada pero que en aquel momento parecía un ejemplo de modernidad y crecimiento.

Disco recomendado del día: Jamiroquai, "Rock dust light star" (2010, Mercury/Universal).

13 de diciembre de 2010

Los okupas y todo lo demás


Redacto rápidamente el post de hoy, porque si me pongo a divagar sobre todo lo que he visto y oído últimamente debería extenderme al menos una hora con el teclado. Desde hace tiempo vengo percibiendo que hay más kirchneristas en la sociedad de los que uno piensa, y están aquellos que se han inmolado a la "causa", y otros que por mera conveniencia se han alineado al movimiento K. No sorprende tanto, en rigor, si nos ponemos a pensar que lo mismo sucedio con Menem cuando estaba en la cima del poder.

Los gendarmes custodian el perímetro del Parque Indoamericano en Villa Soldati y hay, como dice la muletilla, una "tensa calma". Es probable que los ocupas reciban dinero para irme de allí y construir algo semejante a una vivienda, cuando a cualquier persona, como en mi caso, nos llevará años tener una casa propia y tendremos que alquilar unos cuantos años hasta poder disponer de una propiedad. Realismo mágico, que le dicen...

Me jode terriblemente que se quiera considerar a la gente que históricamente ha vivido de los subsidios del Estado como parte de la "inclusión" que el gobierno pregona. ¿Y a mí quién me ayuda? ¿Quién me da un crédito, si los bancos te investigan hasta la mugre debajo de las uñas para prestarte 100.000 pesos? ¿Alguna autoridad se preocupa para que los que tenemos 30 años y todavía no disponemos de ingresos suficientes podamos tener nuestro propio hogar?

Creo que, en realidad, a nadie le importa demasiado de los demás. A Macri, que no es precisamente el Premio Nobel de la Paz, lo quieren incinerar. No se bancan, o mejor dicho no aceptan, que la Capital Federal siempre tuvo gobiernos de centro derecha. Me acabo de enterar de que está de moda ocupar predios y montar carpas: mientras escribo esto, otros okupas avanzan en Bernal y Villa Lugano. Y ya se empieza a escuchar en la calle el comentario suspicaz pero no por ello desatinado: "¿Todo esto no estará armado por el sólo hecho de que está Macri y lo quieren destrozar políticamente?".

Nos toca vivir en un clima enrarecido, donde sospechosamente dos fuerzas policiales que deberían aunar esfuerzos para poner orden en una zona donde hay un serio conflicto social, hacen todo lo contrario y parecen ponerse de acuerdo para dejar una zona liberada y que la gente se cague a golpes y a balazos. Por eso me parece de un cinismo sin límites que desde el gobierno se haga un llamamiento a construir una Argentina "plural". En estas condiciones, ¿es eso posible?

11 de diciembre de 2010

Nunca vi algo así...


Con la excepción de que aparentemente no hay saqueos, juraría que las imágenes que aparecen por la pantalla pertencen a la agonía del gobierno de De la Rúa. Muertos, heridos, balazos, fuego, humo, confusión, estupor, y la guerra de pobres contra pobre. Qué es lo que está sucediendo realmente en Villa Soldati? Cómo es posible que el Parque Indoamericano, lugar que fue ocupado por personas no autorizadas por carecer de todo título de propiedad, sea tierra de nadie? No hay Policía: ni la Federal, ni la Metropolitana. Ninguna de las dos fuerzas quiso asumir el costo político de una eventual represión, y evitaron acercarse al predio. El lugar está sumido en una anarquía total. Erróneamente se dice que Macri es xenófobo cuando culpó a esta ocupación ilegal de tierras de una "inmigración masiva". En realidad, convengamos que cualquier porteño de clase media piensa del mismo modo que él (enano fascista), por eso lo votaron, y el Jefe de Gobierno solamente está expresando el pensamiento del electorado que le ha sido fiel. Supongamos por un momento que los "okupas" sean todos argentinos. Acaso cambiaría en algo el fondo de la cuestión? Porque la realidad es que no se los logra desalojar de un modo que resulte lo más eficaz posible sin tener que lamentar víctimas. La Policía siempre se ha distinguido por su torpeza para establecer el orden ante revueltas populares. No dijo Aníbal F. por televisión que habían comprado camiones hidrantes y otros elementos no represivos para disuadir este tipo de manifestaciones? Evidentemente brillaron por su ausencia.

Me genera mucha pena e impotencia ver por televisión cómo los vecinos de Soldati se enfrentan con los okupas, y cómo a su vez algunos sectores incentivan y fogonean ese enfrentamiento. la clase media de Buenos Aires es muy especial, teme perder su modesto estatus social en manos de una multitud de marginales que se han adueñado del barrio. Es todo demasiado confuso para explicarlo en un sólo post, pero nunca presencié escenas tan caótica como las de esta noche. Era la ley del más fuerte. Era el Far West, ni las ambulancias para recoger a los heridos podían ingresar a un territorio sitiado por argentinos, extranjeros, barrabravas, narcos y delincuentes de poca monta.

Menos mal que estoy en Lobos, un pueblo común y corriente de la provincia de Buenos Aires, donde por ahora puedo salir a la calle con relativa tranquilidad, aunque corra el riesgo de que un "motochorro" me robe mis pertenencias.

8 de diciembre de 2010

La vida es como un péndulo

Son los primeros minutos del miércoles 8, feriado para algunos, un día más de trabajo para otros. A mitad de semana uno ya se va acomodando, se sacó de encima la melancolía, pero no porque ésta ya no tenga razón de ser, sino porque hay demasiadas cosas pendientes como para hacer un autoanálisis.

Algún día voy a terminar de ver la película "El cartero llama dos veces", que compré en DVD y que hasta el momento parece interesante, pero sucede que me cuesta concentrarme dos horas en una pantalla y en lo que vaya acoteciendo. Pero sin lugar a dudas, es un gran film, que merece ser visto. Soy inconstante en algunas cosas. Por ejemplo, hace rato que no escucho a Dolina por Radio Nacional, me parece que se repite a sí mismo, aunque a no voy a negar que todavía me hacer reír con alguna boludez. Pero está a años luz de aquel Dolina que supe escuchar todas las noches por Radio Continental, a mediados de los noventa. Baja línea a favor del Gobierno porque trabaja para la radio del Estado, y tiene un staff mediocre que tampoco lo ayuda a mejorar la puntería. En fin, qué le vamos a hacer. Sin ir más lejos, el fin de semana estuvo Silvio Soldán en Lobos presentando un espectáculo de tango y el teatro se llenó. La entrada era gratis, claro está, pero cualquier persona normal con el historial de escándalos que tuvo Soldán, ya sería prácticamente un NN. Pero el tipo es recordado por haber tenido mucho éxito hace veinte años como mínimo, tanto en radio como en televisión. Y esa apelación a la nostalgia es uno de los motivos que le permite seguir sobreviviendo.

Este mes, supuestamente, sale el "nuevo" disco de Charly García, el demoradísimo "Kill Gil", grabado en 2007 y filtrado en Internet. Vale la pena comprarlo? Realmente no lo sé. "Sólo para fanáticos", podría ser una respuesta válida. Tuve la oportunidad de escucharlo y sonaba bastante bien, pero al menos le hubieran agregado algun tema nuevo a lo hecho en las sesiones de grabación originales, ahora que Charly parece estar un poco mejor.

Creo que está todo muy chato, muy quieto últimamente, en términos de arte y espectáculo masivo. No hay, a mi criterio, músicos que valgan la pena y que no hayan surgido de ningún reality show. En cuanto a los actores, no quiero meterme en temas que no conozco demasiado, pero muy pocos actores argentinos me resultan convincentes. La mayoría carece de naturalidad y ello estropea la ilusión de hacernos creer que realmente "son" el personaje que interpretan y que no están actuando. Lo peor es que tienen éxito, filman coproducciones con España y se llenan de guita, viajan a festivales presentando la película, y siempre en Europa hay un grupo de críticos que son condescendientes con el cine latinoamericano. Así es la vida.

Mitad de semana, podemos ver el vaso medio lleno o el medio vacío. Lo importante es que uno ya se va acostumbrando. El 2011 será un año duro y difícil de digerir, aprovechemos lo poco que resta del 2010 para pensar, como dije en el otro post, qué hemos hecho de nuestras vidas en estos 12 meses. Y qué estamos en condiciones de hacer todavía.

5 de diciembre de 2010

Todo lo que pido es un lunes tranquilo


Hace tiempo ya que no empiezo la semana con tranquilidad. Me refiero a que el lunes, además de ser un día de mierda "per se", siempre pasa algo que me altera, me molesta o me hace sentir mal. Quizá sea una mera coincidencia del calendario, no lo sé, pero últimamente no hay lunes donde no pase algo no deseado. Y como además en una oficina o trabajo cualquiera todos tratan de hacer lo menos posible, te tiran el fardo a vos. El mensaje es: "arreglate como puedas, es asunto tuyo". Es poco probable que alguien salga en mi defensa en una situación de conflicto, sencillamente porque cuando hay una contorversia el empleado más nuevo es el que lleva las de perder. Vale decir, el hilo se corta por lo más delgado, y alguien que hace poco que está trabajando en una empresa es el primero en ser señalado con el dedo por hechos en los cuales poco tuvo que ver.

Necesito paz, serenidad, tranquilidad. Y algo me dice que no soy el único. Si miramos a nuestro alrededor, no es casualidad que cada vez más gente consuma ansiolíticos o tranquilizantes. Hoy, domingo, podría haber aprovechado más el día para hacer las cosas que me gustan, pero siempre surge algo que te arruina el plan. Levantarse tarde un domingo hace que pierdas buena parte del día, pero si te acostaste a las 5 AM es previsible que vas a dormir hasta el mediodía como mínimo.


Definitivamente, quiero ir a trabajar mañana sin tener que bostezar cada cinco minutos, para lo cual debería acostarme temprano hoy, pero la vida no es tan simple y cuando están por dormirte te "hierve la cabeza, te empezás a maquinar, trazás conjeturas acerca de lo que puede suceder, y así se pasan las horas. Las campanas del reloj de la iglesia, que detesto, nos hacen saber que ya son las 2 AM, y seguimos sin poder dormir, hasta que finalmente uno se encuentra con todas las sábanas revueltas, ya salió el sol, son las ocho de la mañana y el día ya comenzó. El lunes, inexorablemente, es una realidad.

¿Han notado que el peor desayuno es el del lunes? Es así, no tengan dudas. El estómago ya presiente que algo no funciona bien.
Y después... los días pasan rápido, llegarán de un momento a otro las Fiestas, y el alcohol, y la resaca, y el pan dulce horrible, y la sidra cada vez más parecida a jugo de manzana viejo. Y así se terminará 2010. Pero eso ya será tema de otro post, el clásico post de fin de año, el que no puede faltar, viste, porque algún "balance" hay que hacer, y recordar qué carajo hicimos de nuestras vidas en los últimos 12 meses.

4 de diciembre de 2010

Sábado por la tarde

Hola amigos, como están? Me encuentro redactando el primer post de diciembre más tarde de lo previsto. Esta vez, debo reconocerlo, faltaron ganas de sentarse a escribir algo que valga la pena ser leído, sobre todo porque paso muchas horas al día con un teclado y eso me agotó bastante. Pero aquí estoy de vuelta.

Hace un rato estaba escuchando a Los Ramones, que como todos saben es un grupo que puso la piedra fundacional del movimiento punk, entendido éste no sólo como un género musical sino como un modo de vivir a mediados de los '70, en un mundo que encontró a las nuevas generaciones con una voluntad de canalizar la violencia con la música como medio de expresión.

El punk como tal nunca me gustó, pero es casi imposible no escuchar con cariño y ser condescendiente aunque sea con un tema de los Ramones. Son integrantes eran tan limitados y primitivos, ya sea musicalmente como en lo compositivo, que entretienen. Además, como la mayoría de las canciones apenas supera los 2 minutos, no se pierde demasiado tiempo escuchándolos y dándoles una oportunidad en nuestro universo mental.


Tema dos: El jueves no me podía dormir, y cuando quise acordar ya era la madrugada del viernes. De manera que como a las 4:30 AM me harté de dar vueltas en la cama, aunque creo que también me sentía harto de mí mismo. La cuestión es que me vestí y salí a caminar. Hacía frío y por un momento me sentí el único habitante de la ciudad. Obviamente, ningún bar o confitería estaba abierto un jueves/viernes a esa hora. Demabulé por las calles vacías, mientras observaba a los barrenderos hacer su trabajo a la hora que normalmente yo estoy durmiendo. La ciudad era otra. El primer tren de la mañana que salía para Merlo estaba por partir, y tuve el impulso de subirme y que me dejara en la primera estación que quisiera. Pero recordé el viernes tenía algunas boludeces para hacer y no podía hacer algo que en realidad no tenía demasiado sentido. Además, andaba con poca guita en el bolsillo y no valía la pena.

Al final, y como último recurso, terminé tomándome un "cortado" en Full YPF, una especie de bar que tiene la estación de servicio y que está abierto las 24 horas. El café no me gustó demasiado, pero me puse a leer los diarios y de a poco fue amaneciendo. Y casi sin proponérmelo, fue una manera distinta de comenzar el día. Me levanté tan temprano que me rindió mucho más, y pude hacer trámites y mandados que tenía pendientes y que de otro modo hubiera postergado.

En fin, tengo más para contarles, pero prefiero dejar algo para el próximo post, que seguramente no tardará en llegar. Nos vemos!!!

29 de noviembre de 2010

Mirá que novedad!!!


(Archivo 2010) 

Pues bien, señores, probablemente éste sea el último post de noviembre. El lunes de hoy me ha tratado más o menos, por la mañana estuve bastante nervioso, inquieto y estresado. Tenía trabajo pendiente y me costaba darle la forma adecuada a los textos. Además, no había dormido bien la noche anterior. Por la tarde fue distinto, ya tenía bastantes notas hechas y aunque faltan algunos detalles la mayor parte ya está resuelta.Ahora todos están hablando de los cables supuestamente "secretos" que el Departamento de Estado de EE. UU., por intermedio de sus embajadas, suele recibir, con conceptos y calificaciones que no se ajustan demasiado a la verdad. O al menos, a lo que nosotros percibimos desde nuestra modesta condición. No me sorprende la mirada que históricamente ha tenido EE. UU. sobre América Latina, subcontinente al cual ha sometido y presionado para que resulte funcional a sus intereses.

Pero Internet es, definitivamente, una caja de sorpresas: hasta hace unos días, pocos sabían de la existencia del sitio web Wikileaks, y los que sí lo conocían, no hallaban demasiados motivos como para poner el grito en el cielo.
La política exterior de los yanquis siempre ha sido nefasta, y no sólo eso, sino también ineficaz. Lograron el derrocamiento de Salvador Allende, un presidente socialista de un país que apenas conocían, porque para ellos Chile no representa demasiado. Pero, desde luego, tampoco era cuestión de que los latinoamericanos nos tomáramos el atrevimiento de elegir a un presidente de izquierda en elecciones libres y democráticas en plena Guerra Fría. Evidentamente, se sintieron más a gusto cuando el infame Pinochet tomó el poder y comenzó a oprimir a los chilenos a punta de fusil. Se sabe, incluso desde antes de que se conocieran estos nuevos documentos, que la diplomacia yanqui vio con satisfacción las dictaduras militares en América Latina, o en su defecto, cualquier forma de gobierno que estuviera lo más lejana posible del comunismo, y en consecuencia, de la Unión Soviética. Pero lo más irónico de todo es que haya gente que crea que estas cosas suceden ahora. Como si la CIA nunca hubiera existido, los espías fueran un ficción a la usanza de James Bond, y las operaciones de las multinacionales para voltear gobiernos fueran meras teorías conspirativas.
Como suele suceder en estos casos, el "escándalo diplomático" durará un par de semanas, a lo sumo, y luego todo seguirá tal como antes, porque no hay motivos para pensar que EE. UU. vaya a cambiar su modo de infiltrarse en los países subdesarrollados o periféricos. Además, ellos no tienen que rendirle cuentas a nadie (o sí, pero no lo hacen). Lo que sí lamento es que este puterío le haya explotado en la manos a Obama, que sin llegar a ser un tipo progresista al menos tiene una visión estratégica que Bush era totalmente incapaz de implementar en las relaciones internacionales. Obama es inteligente, pero quizás por eso sabe que las papas queman, le están respirando en la nuca y que le tocó heredar a un país en condiciones deplorables para lo que es una superpotencia.
En fin, me voy a dormir, y si alguien me quiere espiar, le aviso que no va a encontrar nada interesante, mi vida es demasiado monótona y aburrida y no ando con 800.000 dólares en la valija de un aeropuerto. Buenas noches, y vuelvan pronto que esto sigue... no sé cómo pero desde hace 5 años este blog sigue. Y tal mal no me va, de acuerdo con las expectativas que tenía al momento de empezar con esto. Nos vemos en diciembre!!!!!!!!

28 de noviembre de 2010

A suerte y verdad...

Hola amigos, como anda todo por ahí? Es domingo por la noche y trato de disfrutar los últimos minutos del fin de semana. En realidad, como suele sucederme últimamente, se pasó rapidísimo porque tuve que cubrir muchas actividades y suelen insumir más tiempo de lo que la lógica indica. Hay, en muchos casos, una evidente falla de organización que hace que un determinado evento comience tarde, y cuando digo "tarde" me refiero a lo que va más allá de lo razonable. Todos los que vivimos de esto sabemos que la tolerancia es fundamental y por lo tanto no resulta extraño tener que esperar 15 o 20 minutos, pero cuando esa demora se extiende sin ninguna explicación, se atrasa todo, la gente se comienza a fastidiar, y hay que reacomodar toda la agenda. En fin, no les aseguro que hago infinitos esfuerzos para no quejarme, pero hay cosas que me irritan porque con sólo bastaría una dosis de buena voluntad todos podríamos trabajar mejor, tanto los funcionarios como la prensa, en este caso puntual. Este noviembre ha sido duro, y como he dicho alguna vez, la gente supone que el único tiempo que vale es el suyo. Por eso, uno debe soportar actos largos y aburridos, discursos redundantes y con bajadas de línea políticas que son muy burdas y evidente. No son más que un puñado de las tantas batallas que vamos librando día a día para llevar información. 

Por supuesto que, cuando uno elige una profesión, puede arrepentirse o no, pero tiene que aceptar las "bases y condiciones". Uno siente una íntima satisfacción cuando ha hecho un buen trabajo, cuando consiguió una primicia, o simplemente cuando logró que un entrevistado hiciera una confesión imprevista en un reportaje que "a priori" no aportaba ningún atisbo de novedad. Espero que esta semana traiga consigo la necesaria calma interior que uno necesita para no golpearse la cabeza contra la pared, y que las cosas fluyan naturalmente, sin tener que dar demasiadas vueltas sobre un mismo asunto, lo cual suele ser agotador y poco productivo. Fuerza gente, que llega el lunes. Vamos a hacerle frente entre todos de la mejor manera posible, y el resto lo dirá el destino.

27 de noviembre de 2010

It's hard to be a saint in the city


Sábado por la madrugada. No acostumbro redactar "posts" a esta hora, pero temo que de lo contrario no tenga tiempo para actualizar el blog. La noche del viernes estuvo bien, entre una recorrida por "Viejo Lobo" y la visita casi obligada por El Bar de la Porteña. Todo transcurrió con normalidad, sin grandes pretensiones. De hecho, salí a tomar unas cervezas en la cálida noche del viernes por el mero hecho de distenderme un poco. Ya son las 2 AM del sábado y estoy de nuevo en casa, estamos a fin de mes y eso se nota en la calle. Hay poco movimiento, o mejor dicho, poca plata en el bolsillo. Es probable que en diciembre, a más tardar, los bares apliquen un nuevo "ajuste" en los precios de las bebibas, aprovechando que se viene el verano y que la inflación no da tregua.

Desde mi adolescencia comencé a salir los viernes y luego el sábado, pero no tuve una continuidad en ese hábito, ni tampoco me interesaba. Años después dejé de hacerlo porque tenía otros intereses que eran más prioritarios y ya me estaba hastiando el limitado circuito de lugares de esparcimiento que tiene. Hagamos la salvi, claro está, de que no soy el mismo de 10 años atrás y el sentido que uno le encuentra a determinadas cosas va cambiando a medida que pasa el tiempo. Si vamos al caso, la sociedad tampoco es la misma. Pero como suele decirse, todo pasa: los argentinos tenemos la capacidad de olvidarnos rápidamente de los malos tragos, aunque dudo de que ello sea precisamente una virtud. Está bien dar una vuelta de página, pero no de un modo caprichoso y antojadiza.


Disco recomendado del día: Charly García, "Parte de la Religión" (1987, Sony Music)


24 de noviembre de 2010

La virtud de la paciencia


Cuando uno está cansado de trabajar, al menos en mi caso, no consigo distenderme fácilmente y las cosas que me suelen provocar placer me aburren. Por ese motivo, no he escrito un nuevo post últimamente. Siempre que redacto algo para el blog, lo hago con una idea en la mente, que luego voy desarrollando y a veces termina saliendo un texto totalmente distinto al que imaginé cuando me senté frente a la pantalla a escribir.

Es que aquí, en Lobos, si un día cualquiera de la semana querés salir de las cuatro paredes de tu casa y hacer algo que te cambie el humor, es difícil. Los fines de semana siempre surge algún plan, aunque sea modesto, pero el resto de los días las opciones son pocas. Esta percepción es compartida con varias personas de mi edad con las que tuve oportunidad de hablar.

Me gustaría tener un fin de semana completamente al pedo, sólo para mí, y pasar 24 horas durmiendo si así lo quisiera. O ir a la Laguna por el sólo hecho de disfrutar la tranquildad de mirar el agua, conversar con los ocasionales pescadores, comer un asado en la Costanera, y saber que puedo pasar el día tomando un vino sin tener que pensar que a determinada hora tengo que volver.

Pero es entonces cuando me pongo a pensar: es lo que elegí. Vivir así es lo que elegí, porque soy periodista y en consecuencia si a un grupo de boludos se le ocurre hacer una conferencia de prensa un domingo a las tres de la tarde, hay que estar. Y escuchar, preguntar, desgrabar y redactar.
No voy a negar que la profesión brinda satisfacciones, que a veces me cuesta ver cuando sé que otro día más se me acaba de escapar como arena entre los dedos. Está bueno tener acceso a los hechos, a la información, y buscar un modo adecuado para transmitirla a la opinión pública.

Como le sucede a la mayoría de los asalariados, vivo el "día a día", y esa vorágine hace que pocas veces me haya ocupado de profundizar en esto. Pero cuando me pongo a pensar seriamente, me doy cuenta de que la gente cree que uno hace periodismo por hobby. Y esto no es así, es un laburo. Por supuesto, hay trabajos infinitamente peores a éste, que la gente no valora. Y esto es así porque nos acostumbramos a que los demás hagan las cosas por nosotros. Por ejemplo, para qué molestarse en generar menos basura, total van a pasar los recolectores a juntar las bolsas. O para qué tomarse el trabajo de cuidar el plato de comida, de usar un preservativo para prevenir embarazos y enfermedades, de mirar la vida como un camino con principio y fin. Reitero: siempre esperamos que los demás hagan cosas por nosotros, y no nos hacemos cargo de nuestras acciones.

Hay gente que se cree con derecho a todo por estar en una posición de privilegio, y los periodistas solemos ser víctimas del maltrato o de que nos descalifiquen. Pero, quizás, la secretaria de una oficina de seguros, de un estudio jurídico, o de lo que carajo sea, padezca lo mismo, no lo sé.

Pero si hay algo que tengo claro es que lo mejor de la vida no son los halagos, los aplausos y los premios. Sino el simple hecho de que el resto sepa que estás haciendo las cosas bien, y que uno mismo tenga esa convicción.

19 de noviembre de 2010

Los exitosos Pells en el recuerdo


Hola amigos, aquí estoy nuevamente con ustedes. Pasaron cuatro días desde mi último post, pero sinceramente tenía la sensación de que había transcurrido mucho tiempo más. De acuerdo con el software que me brinda las estadísticas de las visitas que recibo al blog y los textos más leídos, aquel que publiqué sobre "Los exitosos Pells" el 5 de diciembre de 2008 (hace casi dos años) superó todas las expectativas y es consultado casi todos los días por obra y gracia de la búsqueda en Google.

Debo decir que "Los exitosos Pells" fue la última telecomedia (o "tira") cuyos episodios seguí con genuino entusiasmo, porque me pareció que sin llegar a ser un producto superlativo si tenemos en cuenta la trama que se iba desarrollando, era una brisa de aire fresco en medio del tufo asfixiante de actores y mediáticos devenidos en bailarines que decoraron la pantalla de "Showmatch" en Canal 13.
Creo que lo que más me exasperaba de Los exitosos pells era que no lo sentía como una producción auténticamente argentina. Los diálogos eran bastante neutros, se evitaban los modismos o palabras tan cotidianas en el habla coloquial como "boludo" o "forro", políticamente incorrectas.

Ello estaba sustentado, claro está, en la necesidad de vender el formato al exterior, hecho que finalmente se consumó con resultados notables, dado que en Chile y otros países la tira también salió al aire con personajes propios y algo de color local.
Nunca hubiera imaginado que un post intrascendente, que redacté poco tiempo después del comienzo de la tira, sería uno de los más visitados de mi blog. Creo haber redactado textos de mayor análisis, profundidad y pensamiento crítico, pero si bien hubo gente que los leyó y los comentó, no tuvieron la repercusión que aquel que decidí escribir sobre "Los exitosos Pells". Sin lugar a dudas, fue el papel consagratorio para Carla Peterson, una actriz de una belleza sorprendente y que ya había demostrado sus condiciones para la comedia en "Lalola", por América TV.

15 de noviembre de 2010

Ese noviembre que suena a historia repetida


Hoy, lunes, me desperté para comenzar la semana sin el esfuerzo habitual que me provoca despabilarme y que mi mente comience a funcionar a pleno. Anoche me acosté temprano y supongo que eso habrá ayudado a que el eterno forcejeo por permancer en la cama hasta el último segundo posible antes de ir a trabajar no fuera tan traumático.

Nuevamente aparecen denuncias por presuntas coimas o favores a legisladores a cambio de votos, o de que se retiren del recinto para forzar una votación que beneficie al oficialismo, en este caso respecto al Presupuesto. Tengo la convicción de que este tipo de manejos miserables ha existido desde siempre, incluso antes del caso más recordado que fue por la Ley de Flexibilización Laboral durante el gobierno de la Alianza, aquella famosa "Banelco" según la cual el Gobierno compraba voluntades y se aseguraba votos de senadores que cambiaban sus convicciones por billetes.

Deberíamos pensar hasta dónde es capaz de llegar una persona, sea cual fuere su rol en la sociedad, si le ofrecen una buena suma de dinero para que haga algo que considera contrario a sus principios. Creo que nos llevaríamos una desagradable sorpresa. La necesidad tiene cara de hereje, suele decirse, pero nuestros diputados y senadores no parecer ser precisamente personas necesitadas, sino que gozan de sueldos o "dietas" mensuales que un trabajador de clase media no logra ganar en todo un año. Entonces, también podría hablarse de codicia. De ese deseo perverso por tener siempre más, por consolidar una posición dominante sustentada en la riqueza y en los privilegios derivados de ella. Ya hemos hablado desde este espacio de la concepción que cada uno de nosotros tiene del dinero y de cómo se comporta en función a la cantidad de guita que reciba, pero está además la ambición. Para ellos, los que tienen el poder, nunca parece ser suficiente. Tener plata es tener poder, y ejercerlo les provoca el placer de sentir que pueden disponer libremente del destino del resto, jugar con los sentimientos y las ilusiones de las masas, humillar públicamente a sus subordinados, y sentir una suerte de privilegio por acceder rápidamente a todo lo que al resto de la población le lleva una eternidad: documentos, pasaportes, visas, autos con chofer, pasajes gratis en avión si provienen de las provincias del Interior y tienen que sesionar en el Congreso, y podría seguir enumerando beneficios hasta el infinito.

Nosotros sólo recibimos las migajas de ese banquete, tenemos que someternos a que los diputados y senadores se levanten de buen humor y con un mínimo sentido común para que se dedidan a votar una Ley que contribuya a mejorar los ingresos y la calidad de vida de quienes los votaron. Más allá de que reciban coimas, "sobres", promesas de altos puestos en el Gobierno, o cualquier prebenda que se les ocurra pensar, si al menos hicieran algo, en lugar de brindarnos ese espectáculo patético y decadente por televisión, donde se los ve tomando café, hablando por celular, contando los votos en una planilla como cuando la maestra tomaba asistencia en clase, sin todo ello no sucediera, no nos sentiríamos tan ajenos a todo.

Pero vivimos como podemos, y sabemos que no podemos esperar nada de ellos, ni de los ministros, ni de los legisladores, porque están allí para hacer su juego, que consiste en enriquecer todo lo que sea posible, lucirse con arengas en favor de la Patria y de la sociedad en su conjunto (cuando las cámaras se encienden, claro está), y presentar proyectos de ley absolutamente inútiles e inviables que gozan del beneplácito de un grupo de obsecuentes, que nunca faltan, porque todo rey tiene a sus cortesanos para que el ego y la vanidad se mantengan incluso ante la evidencia de los hechos consumados.

Aprovecho la ocasión para comentarles que me cansé de bajar música, en principio porque he notado que las bandas que prometen un atisbo de novedad no son más que un reciclado de todo lo que se generó musicalmente en las décadas del '60 y '70. Desde luego, puedo hacer alguna excepción ante algún material que juzgue particularmente interesante. Pero mi bolsillo no está dispuesto a invertir en cosas que no me provocan la menor satisfacción. Y tampoco me voy a molestar en usar el Ares para descargar música que nunca voy a escuchar o que es producto de un entusiasmo efímero.

Para novedades, los clásicos: digamos de una vez por todas que Nirvana fue un fraude, lo mismo que Guns N' Roses, mal que les pese a algunos. Sin embargo, no voy a ser tan hipócrita como para negar que nunca los escuché. De hecho, reconozco que los GNR a mediados de los '90 escribieron algunas páginas notables. Escasas, pero notables al fin. Pero si hacemos uso del sentido común, no hace falta ser un erudito para pensar que dentro de 20 años, y estoy siendo generoso en el plazo, nadie se acordará de ellos. Los Beatles, Los Rolling Stones, Pink Floyd, Janis Joplin, Jimi Hendrix y nuestro compatriota Astor Piazzolla son inoxidables y resisten el paso del tiempo. Todos los pendejos que con natural entusiasmo se compran su primera guitarra para castigar al vecindario con sus rudimentarios acordes le deben buena parte de ese impulso por crear algo a los "próceres" de hace 40 años. Tal vez esté exagerando un poco o siendo algo cínico con las nuevas generaciones, pero ese es mi modo de ver las cosas. Punto final. 

13 de noviembre de 2010

El precio de la carne

Si hay algo que genera preocupación es el aumento en el precio de los alimentos. Pero en particular, la atención se ha centrado en el precio de la carne, que supera holgadamente los 20 pesos el kilo en los cortes más modestos. Inclusive, un carnicero "vip" de la Recoleta obtuvo varios minutos de fama en Crónica TV por el dudoso mérito tener en su comercio el kilo de lomo a 95 pesos. Como suelo decir ante este tipo de situaciones: estamos en problemas.

La carne vacuna es el alimento por excelencia de los argentinos. Podemos alternar con otras carnes, como el pollo o el cerdo, pero no se puede quitar de la mesa familiar a un producto que ha permanecido por más de un siglo. Bifes, churrascos, milanesas, el asado de los domingos, o unas humildes hamburguesas caseras que resultan más sabrosas y genuinas que las de Mc Donald's parecen ser parte del pasado.

Y dado que no se puede prescindir de la comida, uno se ve obligado a recortar gastos. Y nos damos cuenta, con dolorosa certeza, de que nuestra capacidad de ahorro va reduciéndose cada vez más. El dinero que antes podíamos separar de nuestros gastos corrientes, y que guardábamos en el Banco o en algún cajón secreto de la casa, pasa a ser una suma que se incorpora a la economía doméstica y se aleja lentamente de la posibilidad de ser ahorrada para un fin determinado.

A todos nos gusta comprar un libro de vez en cuando, un disco, o disfrutar de una noche con amigos en un bar. Pero vemos cómo aquellas cosas que nos servían de refugio de la rutina y del tedio que padecemos diariamente, también se nos vuelven inaccesibles. Porque o nos ajustamos el cinturón y seguimos firmes en nuestra intención de ahorrar, o debemos echar mano a la plata que juntábamos ante cualquier eventualidad. Basta con revisar el ticket del supermercado o la factura de cualquier servicio para comprobar que los gastos que se han incrementado notablemente y que exceden cualquier previsión que podamos hacer. Parece ser que la inflación es un mal endémico de los argentinos, y que las decenas de Ministros de Economía que pasaron por el país con sus posgrados en Harvard bajo el brazo no hay podido resolver. La escalada de los precios resulta cada vez más evidente y el Gobierno, por más que intente negar o minizar el problema dibujando cifras irreales, no podrá revertir el ánimo popular, que viene bastante caldeado, porque la gente tolera la corrupción y los negocios espurios, pero si hay algo que no se banca es que le metan la mano en el bolsillo.

9 de noviembre de 2010

Haciendo lo mejor posible

Aquí estoy, en esta fresca noche de martes, actualizando el blog. A medida que vamos arrancando las hojas del calendario y el año se termina, me voy sintiendo más cansado. El calor y la humedad me agobian, y este último fin de semana hubo que cubrir tantas actividades que no tuve respiro. Voy tratando de seguir, sin dejarme caer, y desde luego que no todo es padecimiento. Siempre hay un momento de distensión, ya sea disfrutando del almuerzo que prepara mi vieja y que para mí es mejor que el de cuales restaurante, o bien escuchando a The Pretenders antes de irme a dormir.

Es cierto que el ocio te mata, porque te conduce a la inacción y a la falta de incentivos. Pero también es bueno disfrutar de un fin de semana tranquilo, cosa que hace tiempo que no puedo hacer. Siento que se pasa demasiado rápido: cuando quiero acordar, es lunes otra vez. En realidad, no estoy descubriendo nada brillante, dado que la mayoría de la gente percibe lo mismo. A veces, uno quisiera que un día fuera diferente, tan sólo eso: que ocurra algo que nos sacuda un poco de la rutina, que nos movilice, y que nos motive a no bajar los brazos. Puede ser una buena noticia, un regalo inesperado, un reencuentro con alguien que hace mucho que no vemos, no lo sé. Cada uno tendrá en su mente distintas imágenes de lo que hacen que un día sea especial.

A veces quisiera administrar mejor mi escaso tiempo libre, pero nunca logro hacerlo. En parte, porque no me gusta la idea de pensar que tengo que armarme una "agenda" con las cosas que me gusta hacer. El periodismo no sabe de horarios ni de feriados: las noticias no se toman vacaciones y alguien tiene que cubrirlas y ponerlas a la consideración de los lectores.

No creo que mi profesión sea más especial que otras, pero es rigurosamente cierto que no tengo horarios preestablecidos, y esa es una de las premisas que acepté cuando decidí dedicarme a esto. Reniego mucho por eso, no lo voy a negar, pero creo que el periodismo es lo que mejor sé hacer y que probablemente, a esta altura de mi vida, no podría dedicarme a otra cosa y obtener un buen resultado.

Son pensamientos que me surgen este martes, tal vez mañana la realidad me sorprenda con hechos que cambien totalmente mi concepción de las cosas. Algo que sucede con más frecuencia de lo que pensamos, aunque no lo querramos ver.

6 de noviembre de 2010

Bossa & Clarín

Sábado de agobiante calor, y con ganas de sentarse en la mesa de afuera de un bar tomando una cerveza, un café o lo que sea. Mañana es el Día del Canillita, motivo por el cual los kioscos de diarios y revistas permanecerán cerrados. En mi casa se acostumbra comprar los diarios los sábados, y la edición de hoy de "Clarín" trajo todos los suplementos de la edición dominical, incluida la revista. Y por enésima vez, me pongo a pensar en cuál será el futuro de los diarios impresos. ¿Tendrán alguna forma de reinventarse, desaparecerán, dejarán de ser diarios y se convertirán en semanarios? Para mí no es lo mismo tomar contacto con el diario en papel que leerlo por Internet. La lectura de un texto en el monitor provoca fatiga, y uno tiene esa sensación extraña de lo intangible. Las palabras están ahí, alojadas en el servidor de alguna computadora, pero no impresas. Hoy, hasta se ve como algo habitual que los chicos estudien leyendo directamente de la compu o del celular los apuntes de la faculta en formato PDF.

Ya no puedo recortar con la tijera una nota que me interesa conservar, y hacer un crucigrama por internet resulta por lo menos engorroso. Claro que, ocasionalmente, puedo guardar como un documento de Word una nota que haya aparecido en la edición online, pero la experiencia me dice que hubo un tiempo en que tenía miles de archivos de Word del New York Times en su mayoría, con artículos que me interesaba volver a leer, aunque muy pocos casos emprendí esa relectura. El papel, por más que sea el de menor calidad, tiene el valor de lo perdurable. En la Web, es muy difícil que algo se sostenga en el tiempo, hay una constante mutación. Aparecen links que antes no estaban, galerías de fotos que no aportan demasiado, secciones orientadas a difundir los últimos avances en tecnología. Pura hojarasca. Ojalá que leer el diario se mantenga como un placer, y que los editores se esfuercen en ofrecer un producto periodístico de calidad, sin fotos gigantescas ni títulos tamaño catástrofe que suelen emplearse para llenar páginas cuando hay poco texto. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

3 de noviembre de 2010

El peligroso recurso de mantener una doctrina

Segundo post del día. Un miércoles con lluvias intermitentes y mucho calor, y un país donde todavía no está claro el escenario post-K. Si la intención del Gobierno es seguir adelante con el "modelo" como si nada hubiera sucedido, o acaso como un gesto de lealtad al líder fallecido, estamos en problemas. La mayoría piensa que un hecho tan lamentable como la muerte de K brindaría la oportunidad para que la Presidenta pueda ejercer su poder plenamente, asumir un espíritu componedor, mediar entre las partes, buscar el consenso. Pero quizás, tardíamente, nos estemos dando cuenta de que en realidad Cristina siempre fue tan confrontativa como Néstor, y que si bien ella no era la ideóloga de los enfrentamientos que propiciaba su marido, tampoco le disgustaba demasiado esa situación. Además, no sería extraño que se presente nuevamente como candidata en 2011 y que gane la elección por amplio margen. Todo es posible, al menos en esta parte del mundo.

No pasará mucho tiempo para que la Presidenta asuma el duelo, y así empezar a gobernar, delineando un perfil propio de gestión, que es lo que todos queremos. No me importa que se equivoque, que tenga desaciertos, pero que en todo caso éstas sean exclusiva responsabilidad de ella, y no de un tercero que tras bambalinas toma las decisiones yle va diciendo qué tiene que hacer. En estos momentos nadie sabe bien qué va a pasar, y lo más paradójico es que probablemente no ocurra nada trascendente y todo siga igual, de manera que se continuaría con una serie de políticas que promueven el verticalismo y la obediencia ciega a una figura central, el acatamiento irrestricto a los caprichos de quien detenta el poder, y la consolidación del clientelismo como forma de sumar votos. Por supuesto, esto no ha sido privativo del kirchnerismo. Porque para cualquier gobierno, los habitantes del país no son personas, sino votos. Boletas electorales dentro de un sobre que cada dos años se esconden en las fauces de una urna de cartón.

Tenía razón Roger Waters, cuando decía que no somos más que otro ladrillo en la pared. Lo peor es que la pared en cualquier momento parece derrumbarse, y el albañil ha resuelto tomarse vacaciones en Venezuela.

Siguiendo en la ruta

Bueno, amigos, aquí tienen entre ustedes al primer post de noviembre, redactado a las apuradas porque recién terminé de almorzar y quiero descansar un poco antes de seguir trabajando. Como alguna vez he comentado, dormir la siesta resulta una tarea casi imposible para mí, en principio porque siempre me ha costado conciliar el sueño, más aún cuando no es de noche, excepto que esté muy cansado. Además, tampoco tendría tiempo para hacerlo.

Anoche empecé a revolver viejos discos y encontré dos de Jimi Hendrix ("Electric Ladyland" y "Are you experienced") que valdría la pena escuchar nuevamente. Aunque muchos no estén de acuerdo conmigo, debo decir que Jimi siempre me pareció un guitarrista virtuoso y desmesurado, que extrajo de su instrumento sonidos inusitados para la época, sin embargo no es un músico que me provoque placer escuchar asiduamente. Su muerte prematura, su legado, y el mito posterior, sentaron las bases para que nuevas generaciones de músicos intentaran adoptar o imitar su estilo. Si de guitarristas se trata, prefiero a Eric Clapton o Santana, pero cada uno fija sus preferencias en función de factores que van más allá de lo objetivo. Porque, aunque resulte obvio, preferir un hecho artístico por sobre otro implica una carga de subjetividad. Podemos discutir si tal músico es más talentoso que otro, pero a menudo el talento no resulta suficiente para seducir a las masas. El carisma, la personalidad sobre el escenario, y el deseo de trascender a partir de un hecho artístico son factores gravitantes.

En fin, en lugar de hacer filosofía barata o divagar sobre una cuestión de elecciones, me voy a descansar en la cama aunque sea un rato, tratando de mantenerme a salvo de los 26 grados de temperatura que nos obsequió en la mañana de hoy esta primavera que no deja de sorprendernos con la sucesión de sol, calor, humedad, y aguaceros.

31 de octubre de 2010

Volviendo al escenario real

(Última revisión: Mayo de 2023)

Hola amigos, les confieso que este breve texto de este lunes/martes por la noche lo escribo por el mero hecho de despuntar el vicio, porque estoy muy cansado y tengo sueño. Pese a todo ello, siempre encuentro un tema que me despierta interés para intentar desarrollarlo, y si reviste complejidad, lo voy desmenuzando hasta que puedo sintetizar la idea de una forma comprensible, evitando caer en el tedio. 

El fin de semana estuvo tranquilo, el domingo fuimos a comer un lechón a la casa de mi primo con un grupo de amigos. Aunque la carne es sabrosa, no soy muy fanático del lechón o de la carne de cerdo en general. En fin, era lo que había y bienvenido sea, lo importante era pasar un rato distendido tomando una cerveza y hablando boludeces.

Estoy escuchando unos de los primeros discos de Amaral "Gato negro, dragón rojo", un álbum doble que no tiene razón de ser, ya que por su duración la lista de temas bien podría haber entrado en un solo CD. Fue editado en 2008, y en aquel momento tuvo como corte de difusión el tema "Kamikaze". No es nada meritorio para atesorar en el arcón de los recuerdos, por supuesto, pero tampoco es desagradable al oído. Inclusive, tiene una producción y unos arreglos muy cuidados para lo que uno está acostumbrado a escuchar de una banda de pop en español. 

Hoy se me ocurrió empezar a ver una película que siempre me interesó, "Conversaciones con mamá" (2004), y ya voy por la mitad. Espero poder terminarla en un corto plazo. Por lo que vi del film hasta el momento, estoy en condiciones de afirmar vala pena, las actuaciones de Eduardo Blanco y China Zorrilla son notables. Y Ulises Dumont, un grande como siempre.

Hay ciclos que se vuelven largos y agotadores, por varios motivos. Uno tiene que lidiar con su propia historia personal, con sus propios demonios. Pero no es excluyente, ya que además el hombre tiene que enfrentarse a esa construcción colectiva que llamamos sociedad. La vida del periodista es ajena a los feriados o a los fines de semana. Hay que ir donde está la noticia, aunque sea Navidad y estés a punto de brindar a la medianoche.

Tarde o temprano, inclusive si el oficialismo gana las elecciones de este año, llegará una era "post-K". Nadie sabe bien qué podría pasar, pero no creo que se pueda consolidar el poder de una nueva gestión sin poner en agenda un plan económico serio. Aquel que comparte los postulados del actual modelo seguirá haciéndolo, y la oposición será testigo del liderazgo indiscutible de CFK, que fue consecuencia de una desgracia (la muerte de Néstor). Sin embargo, es algo habitual en el pulso social, como ocurrió cuando murió Raúl Alfonsín y el radicalismo tomó un envión importante dentro del electorado en plena campaña política.

Bueno, antes de dormirme sobre el teclado de la notebook, me despido por hoy. Volveré a redactar un posteo más acorde a mi estilo habitual en los próximos días. Prepárense para lo que traiga consigo el segundo semestre, pero sin alarmarse inútilmente. Y no digan cosas de las que luego se vayan a arrepentir, como de vez en cuando me pasa a mí: A veces es preferible cerrar la boca para evitar una discusión estúpida. Recuerden que no todo es lo que parece ser. Nos estamos viendo pronto.

27 de octubre de 2010

El inesperado adiós de Néstor y un país desconcertado


Me costó creerlo cuando me llamaron por teléfono para darme la noticia. La persona más poderosa e influyente de la Argentina, murió esta mañana para consternación de sus seguidores y detractores.

Durante los 5 años que lleva de vigencia esta blog, he abordado distintas facetas de Néstor Kirchner y de su Gobierno. Cuando no estuve de acuerdo con sus medidas, no dudé en expresarlo, pero también le reconocí algunos aciertos, sobre todo en los primeros años de su gestión. Esos primeros años, de 2003 a 2005, cuando todavía no se mostraba tan temperamental e intransigente en varias cuestiones que requerían consenso.

Fue, en la primera mitad de su gestión, un presidente que alcanzó un altísimo grado de adhesión y popularidad, y después de la catástrofe del gobierno de la Alianza los argentinos teníamos cierto optimismo. En realidad, necesitábamos creer que alguien mejor estaba por venir, sea quien fuere.


No quiero extenderme demasiado porque casi todo se ha dicho hoy, tanto en los medios como en la conversación cotidiana, mientras muchas familias estaban en sus hogares esperando al censista. Como era previsible, la noticia del censo quedó rápidamente opacada por la muerte de Kirchner. Sobre el futuro del gobierno de CFK, que llevaba la impronta de su marido, pesa un signo de interrogación. Esperemos que podamos pasar por esta transición hacia las eleccciones de 2011 de la manera más ordenada posible. Es un momento delicado y la oposición debe actuar con responsabilidad, no por la muerte de K en sí misma, sino por el hecho de que la Presidenta deberá formar un nuevo grupo de asesores, que establezcan las políticas centrales para los meses que restan tras la ausencia de un esposo. Esto implica, entre otras cosas, que deberían salir del Gobierno personajes que sólo contribuyeron a perjudicar seriamente la imagen de la gestión presidencial ante la opinión pública, en un ejercicio autodestructivo e innecesario. Todos conocemos, a quienes cometieron tales desatinos, pero prefiero no mencionar a ninguno en particular porque no es el momento.

Un grupo de intelectuales, entre los que se encontraba el filósofo José Pablo Feinmann, creó el espacio "Carta Abierta", destinado publicar solicitadas en los medios gráficos para sustentar desde distintas corrientes del pensamiento al actual Gobierno cuando Kirchner ya había dejado la presidencia. Sin embargo, sus argumentaciones, lúcidas algunas de ellas, abundaban en ambigüedades y generalizaciones.

Vienen tiempos difíciles. Que alguien nos ayude a salir de esta incertidumbre, paradójicamente, cuando la única certeza que tenemos es la muerte del ex presidente.

26 de octubre de 2010

Lo perduable, lo efímero, lo valioso, lo decadente


Pues bien, se nos ha informado hasta que hartazgo que mañana nos aguarda un día diferente. Un nuevo Censo de Población y Vivienda, que resulta a todas luces necesario de realizar periódicamente, pero en esta ocasión con la sospecha de que los datos serán prolijamente manipulados por el INDEC. Espero, al menos, que como la mayoría de la gente conoce las cifras ilusorias del organismo, lo hagan con sutileza y no "dibujen" cifras imposibles de concebir. De más está decir que los censistas cumplirán con su tarea y no tienen ninguna responsabilidad con el procesamiento de los datos y el manejo posterior de la información que se recoja.
Recuerdo mi experiencia como censista, en noviembre de 2001. Yo en aquel tiempo todavía ejercía la docencia, concretamente en la Escuela Nº 19 de Empalme Lobos (Barrio Magnasco) como Profesor de Inglés. Me tocó censar la zona periférica al establecimiento donde me encontraba trabajando, y del mismo modo procedieron el resto de los docentes y directivos de la escuela en cuestión. Encontré gente analfabeta, viviendo en condiciones deplorables, y supuestamente, tenía que preguntarle a esa persona que estaba totalmente excluida cuántos ambientes tenía su casa, si las paredes estaban revocadas, el material de los pisos, las características del baño, y otras tantas pelotudeces que en este momento prefiero olvidar porque me indigna de sólo pensarlo. Partamos de la base que hacerle una pregunta semejante a un vecino que vive en una casilla, totalmente olvidado por las autoridades de turno, que llevaba su miseria a cuestas con dignidad y resignación, era poco menos que una vergüenza. Por mi trabajo en el censo de 2001 (que duró dos días) me pagaron 50 pesos/dólares. Justo cuando la Presidencia de De la Rúa agonizaba y faltaba un mes para que se produjera la debacle total que todos conocemos. La gente de condición humilde, es a mi criterio la más solidaria, porque comparte lo poco que tiene. Fueron dos jornadas de un calor asfixiante, y en varios lugares me invitaron a comer, o a tomar algo fresco. Por supuesto que rechacé el convite, no por hacerme el exquisito sino porque prefería terminar de completar las planillas lo más rápido y eficazmente posible y me costaba ubicarme con los nombres de las calles. Lo último que voy a decir respecto a lo que acontecerá mañana, es que pretender sacar un rédito político de un censo es un acto canallesco, para éste o cualquier gobierno que acometa tal tarea. Pedirle dignidad y escrúpulos a un político parece una utopía, pero también es prudente esperar los resultados antes de dar por sentado, como quizás lo esté haciendo yo, que la realidad será totalmente distorsionada.

Ya he perdido el interés en comprar determinadas cosas, prefiero empezar a redescubrir todos los libros y los discos que tengo desde hace tiempo. Por otra parte,  hace rato que me cansé de bajar música porque las bandas que prometen un atisbo de novedad no son más que un reciclado de todo lo que se generó musicalmente mucho antes, en las décadas del '60 y '70. Metallica fue (y lo sigue siendo) un fraude, lo mismo que Guns N' Roses, mal que les pese a algunos. Sin embargo, no voy a ser tan hipócrita como para decir que nunca los escuché y que los GNR escribieron algunas páginas notables. Escasas, pero notables al fin. Pero si hacemos uso del sentido común, no hace falta ser un erudito para pensar que dentro de 20 años, y estoy siendo generoso en el plazo, nadie se acordará de ellos. Los Beatles, Los Rolling Stones, Pink Floyd, Bob Dylan, Jimi Hendrix y The Doors son inoxidables y resisten el paso del tiempo. 

Todos los pendejos que con natural entusiasmo se compran su primera guitarra para castigar al vecindario con sus rudimentarios acordes, le deben buena parte de ese impulso por crear algo a los "próceres" de hace 40 años. Tal vez parezca que estoy siendo algo cínico con las nuevas generaciones, pero es esa la intención. Como suelo decir, tengo la impresión de que "ya está todo inventado". Un abrazo, y nos estaremos viendo pronto. Punto final.

24 de octubre de 2010

Cada cosa en su lugar



Hoy presencié por primera vez un partido de polo, en Santa María de Lobos, y debo decir que fue una experiencia curiosa. En primer lugar, era la final de un torneo de mujeres, lo cual al menos le aportó su cuota de glamour al evento por la belleza y ese aire pseudo aristocrático de las jugadoras. Ahora bien, reconozco que mis conocimientos de polo son nulos, de manera que pregunté la dudas más elementales que constituyen la esencia del juego y me explicaron con sencillez y claridad.

La tarde del domingo estaba perfecta para quedarse en casa tirado en la cama o viendo una película, pero se dio la circunstancia de concurrir a este partido y allí fui. Siempre tuve prejuicios respecto a ciertos deportes, como el polo y el golf, que están reservados a una minoría selecta y no gozan del fervor de las masas. Seguramente quienes los practican lo hacen con convicción, porque les gusta, y no por el hecho de demostrarle a la sociedad que pertenecen a un grupo de personas de clase alta que tiene sus propios modos de distensión.


En general, ver o practicar todo tipo de deportes me aburre, aunque todos hacemos una excepción con el fútbol. Ocasionalmente me entusiasmo con algún partido televisado, sobre todo aquellos donde los jugadores justifican sus altos sueldos y dejar todo en la cancha. Los famosos partidos "de ida y vuelta", con situaciones de gol que se suceden en ambos arcos. Una sola vez fui a ver un partido entre equipos de primera división: fue un Boca-Independiente, en Mar del Plata, en un torneo de verano. Como los torneos de verano no valen demasiado salvo para los turistas que están al pedo, no hubo incidentes, creo que ganó Boca 2 a 1, y desde donde yo estaba ubicado se veía bastante bien. Fue en el verano de 1998, si no me traiciona la memoria.

Cuando uno va a un partido de polo se hace la idea de que va a haber gente de guita, y efectivamente es así. Pero si te comportás con corrección y no hacés ningún comentario fuera de lugar no hay motivos para sentirse discriminado. Desde luego, un cartonero de Villa Lugano no sería muy bien recibido en el Campo Argentino de Polo, pero yo estoy hablando de un partido modesto, que no era entre dos equipos de elite, y que fue muy "sponsoreado". Es pobable que si jugara La Dolfina o todos esos equipos que concitan la atención de los ricos y famosos el contraste entre uno que no es considerado "gente bien" sería más notable.

Esto es todo por hoy, amigos. Me voy a dormir y espero que ustedes procedan de la misma forma para afrontar el lunes de la mejor manera. Nos vemos!

22 de octubre de 2010

El viernes que se escapa demasiado rápido

Tenía ganas de actualizar el blog anoche, pero otras personas de mi familia estaban usando la computadora y cuando finalmente tuve la PC disponible, ya era muy tarde y las ideas que tenía previsto plasmar en un nuevo "post" habían perdido el sustento y el entusiasmo inicial. De modo que me dediqué a escuchar "El club de los martes", de Los Tipitos, uno de los mejores discos del rock argentino en lo que va del año, y a hacer zapping en la radio hasta que me venció el sueño.

Como es de público conocimiento, esta semana la violencia sindical se cobró una víctima en el barrio de Barracas: un militante del Partido Obrero fue baleado en un hecho que suma una nueva página a la lista del manual de la irracionalidad argentina. No hay ningún detenido, nadie fue citado a declarar, no hay ningún preso. Un hecho gravísimo, que luego continuó provocaciones y desconcierto general en Callao y Corrientes, una de las esquinas más transitadas de Buenos Aires, transcurrió entre la indignación de algunos y el estupor de otros. Porque esa bala asesina podría haber impactado en cualquier transeúnte, totalmente ajeno a la manifestación. Evidentemente, la vida de algunos vale más que la de otros. Por Matías Berardi, el chico que vivía en una familia de clase alta, un rugbier que fue secuestrado y asesinado, corrieron ríos de tinta en los diarios, se organizaron manifestaciones, reclamos por mayor seguridad, y la sociedad toda se conmocionó. Por este pobre militante, cuyas ideas políticas no comparto pero tiene derecho a expresarse libremente, seguramente se hará un reclamo masivo de Justicia o dos, pero la gente a la larga de olvida, porque no tiene la llegada ni las influencias de la familia del otro muchacho asesinado para concitar la atención de los medios.

Quiero hacer una aclaración: para las familias de ambos, el dolor es el mismo. Tanto los padres de Matías, como los del joven militante cuyo nombre no recuerdo, deben estar sufriendo uno de los momentos más difíciles de su vida. Y ojalá que ambos hechos se esclarezcan, con celeridad, pero que el Gobierno no haga la vista gorda ante los barrabravas sindicales porque sabe que necesita de sus votos. Salvo algunas declaraciones muy tenues, ningún funcionario condenó explícitamente esta verdadera batalla campal que cada vez con más frecuencia suele enfrentar a sindicatos de distintos bandos, como así también a militantes del PJ más radicalizado.

La historia argentina parece seguir un camino inverso a lo que marca el sentido común. Como dijo Charly García: "Mientras miro las nuevas olas, yo ya soy parte del mar". Los hechos demuestran que tan equivocado no estaba.

19 de octubre de 2010

Yo no sé si es en vano este amor

Es martes por la tarde en la ciudad, hora de la siesta por excelencia, y escribo estas breves líneas antes de irme a trabajar. Ojalá pudiera dormitar un poco, pero cuando aparecen los primeros bostezos y las ganas de aferrarse a la almohada, ya es demasiado tarde y hay que volver a levantarse. Todos pasamos por momentos de insatisfacción en nuestro trabajo, pero lo que a veces más me jode es que tenga que perder el tiempo desgrabando discursos, bancándome situaciones de mierda y redactando crónicas que con toda seguridad no le interesan a nadie pero que bien sirven para relleno si no hay algo mejor que publicar. Es que, por otra parte, el interés de la gente por un tema en particular es cada vez más efímero. Me pasa a mí, por ejemplo, que me aburro rápidamente de un libro y busco otro, y ni hablar de las películas. Uno piensa ingenuamente que lo que está impreso en papel goza de cierta perdurabilidad, pero las palabras de los políticos, dirigentes y concejales son demasiado vanas y huecas como para que consigan trascender más allá de un par de días. A veces pienso cómo sería mi vida en otro lugar que no fuera Lobos, siento que aquí la gente me conoce y sabe quién soy, más allá del juicio de valor que tenga sobre mi persona. En otro lugar debería empezar de cero, y siempre uno carga con la cruz de no ser un hijo dilecto, "nacido y criado" en esa ciudad. A menos que sea tan grande y densamente poblada que haya más habitantes foráneos que autóctonos. Necesito respirar un poco de libertad, pasar unos días sólo con un termo y un mate, y sentir la brisa tibia de la primavera en la cara. Quisiera no pensar en la plata que hay que gastar, en lo que uno gana, y lo que más desearía es no tener que preocuparme si me alcanza o no. Simplemente, hacer una vida sencilla, sin lujos pero tampoco sin privaciones. 

Disco recomendado del día: Eminem, "Curtain Call 2" (Universal, 2022)

18 de octubre de 2010

Hay que seguir en la trinchera

Hola amigos, son las primeras horas del lunes y tenía ganas de redactar algo antes de irme a dormir. El domingo pasó rápido como siempre, de hecho ya ni siquiera vale la pena abordar el tema, pero uno no puede evitar pensar en los fugaces momentos de felicidad que se nos presentan a diario y que son los que nos mantienen vivos. A veces pienso que no debería tomarme las cosas tan en serio y darme la oportunidad de cagarme más de risa de lo que me pasa. Soy muy exigente con mi trabajo, trato de cumplir con todo lo que me piden y eso a veces genera presión. Sólo espero ir buscando espacios para relajarme y tomar cada día con más calma.

Cambiando de tema, estuve viendo unos minutos de la película "El cartero llama dos veces" (1946), que compré en DVD. Aproveché para escuchar a Whitney Houston en sus años de gloria y recordar distintas etapas de mi vida que me remiten a sus baladas. Y escuché también un viejo cassette de Alejandro Dolina, tras lo cual pude comprobar que efectivamente los programas de hace unos años eran mucho más divertidos que los actuales. Hace un rato nomás estuve en la casa de un amigo, donde comimos unas empanadas y nos lamentábamos del inexorable comienzo de la semana.

El Día de la Madre transcurrió con un almuerzo tranquilo y larga sobremesa, y le fueron entregados a mi mamá los regalos de rigor, que se merece con absoluta justicia por ser una de las personas que más quiero, mi confidente, la que me banca cuando estoy insoportable, y a quien le debo la vida.

Esto es todo por el momento, la notebook es tentadora para escribir y boludear por Internet, pero me espera un día largo y agotador y debo concentrar mis energías en descansar lo más posible. Un abrazo, gente!

14 de octubre de 2010

Chile en los ojos del mundo


El rescate de los mineros en Chile concitó la atención mediática, y los televidentes se encontraron presenciando un hecho totalmente inusual dondequiera que decidieran situar su vista en la grilla de canales. Ciertamente, podríamos extendernos sobre lo sucedido hasta correr el riesgo de caer en lugares comunes o en sensiblería barata. Debo decir que nunca me interesó demasiado lo que sucedió con los mineros chilenos, de modo que el rescate de estas personas me resultó un hecho totalmente ajeno. Me interesan las historias de lucha y superación personal, pero esta vez algo no terminó de convencerme. No sé, es como cuando empezás a ver una película por la mitad, siento que me pareció algo parecido. Cuando ocurrió el derrumbe y los mineros quedaron atrapados, no le presté demasiada atención, entonces cada nuevo capítulo que se escribía en esta historia me obligaba a interiorizarme del tema, y nunca lo hice del todo. Quizás me hizo acordar demasiado a la hazaña de los rugbiers uruguayos que permanecieron abandonados en el fuselaje de un avión en los Andes en diciembre de 1972.
No les quepan dudas: antes de que saliera a la superficie el primer minero ya estaba terminado el guión de la película que testimoniará lo sucedido, siempre con la mirada condescendiente y épica a la vez que nos ofrece Hollywood en cada versión de los acontecimientos que ocurren en esta parte del continente, donde todo es tan real que asusta.

El Presidente Sebastián Piñera seguramente tendrá un notorio incremento en su popularidad debido al éxito del operativo de rescate, y si sabe aprovechar el momento obtendrá un importante rédito político de lo que pudo haber sido una tragedia. En América Latina, todo es tan imprevisible que en lugar de replantearnos las normas de seguridad que deben existir en la minería, convertimos a un jefe de Estado en un héroe nacional por salvar de la muerte a 33 obreros. Pero algo me hace pensar que los chilenos no son tan ingenuos como nosotros, y que transcurrido un tiempo prudencial habrá algunas voces que empezarán a cuestionar el millonario negocio de la minería y la extracción voraz y desmedida de los recursos naturales.

A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...