16 de abril de 2019

Gracias por sonreír!!!


Hay días que nos despertamos con mejor semblante. Invitan a crear, a pensar a futuro, a reflexionar... a dedicar un tiempo para vos tomando unos mates  o mirando tele. Pero fuera de eso, no deja de ser un día más, en el sentido de que como soy periodista trabajo todos los días del año. Lo que cambia es la percepción que tenemos y una mayor tolerancia a la frustración.  Si un hecho que es necesario cubrir ocurre un domingo, hay que estar ahí. Por respeto a los lectores y a quienes confían en mi medio de comunicación. Pero no me pesa, no me fastidia. Es algo que ya lo tengo incorporado. Y como esta profesión no es algo que me impusieron sino que es algo que elegí con total libertad, debo dar lo mejor de ella para hacer un buen laburo. 

A veces cuesta expresar una idea sin ofender a nadie. Por eso, a menudo, uno se "autocensura". De hecho, hay cosas que me gustaría decir para agitar un poco las aguas. Pero si no lo hago es para evitar la confrontación. Tengo mis convicciones y trato de defenderlas, pero no tengo ganas de perder tiempo en una discusión en la cual mi interlocutor se considera el dueño de la verdad. Mis opiniones sobre este Gobierno podrán irritar a algunos, pero francamente no puedo evitar indignarme cuando percibo cómo vamos perdiendo la capacidad de reacción y nos acostumbramos a que el caos sea lo normal, a que la ilegalidad se convierta en un modo de vivir, y tantos otros incisos que sería largo mencionar. No obstante, hago la salvedad de que destaqué los escasos méritos que encontré al principio de la gestión macrista. 

Cambiando de tema, hace tiempo que no escucho un programa completo de Dolina. La señal de AM 750 no tiene la nitidez ni la potencia de Radio Nacional, y además entre el Himno y el boletín informativo se desperdician varios minutos antes de que comience el programa. No obstante, por las veces que lo escuché, siento que le falta algo: esa "chispa", esos guiños cómplices, esa espontaneidad. No sé qué pensar al respecto, será que ya me he hartado de Dolina y me niego a admitirlo o quizás, efectivamente, la calidad del programa haya mermado. 

Como el fútbol ha dejado de interesarme hace rato, los días en que las emisoras de AM transmiten partidos se asemejan a los discursos por Cadena Nacional. No hay posibilidad de escuchar otra cosa, excepto Radio 10, que no transmite partidos de ningún tipo. A veces siento que la decadencia de la televisión también llegó a la radio, y que las viejas glorias de la radiofonía, como Héctor Larrea o Pinky, deben percibir esto con más claridad que yo porque han trabajado en el medio y saben cómo hacer bien las cosas. Considero que se subestima a la gente, se parte de la idea de que no es rentable ofrecer un programa de calidad porque no tendrá audiencia. Y hay además una cuestión de costos: es más barato hacer un programa de chimentos (con mediáticos y prostitutas VIP incluido) que pagarle el sueldo a un grupo de panelistas de un programa periodístico.

Por supuesto, no siempre las cosas suceden como uno quisiera. Y sí, hay factores externos que te joden, como algún entrevistado arrogante y megalómano, y en determinados casos tener que esperar para una conferencia de prensa porque las autoridades (es decir, quienes deben hablar), no llegan. Lo peor de todo es que cuando algo me molesta, aunque no diga nada, no puedo disimular mi cara de fastidio o de hartazgo. Considero que, en la vorágine que vivimos, debemos "bajar un cambio" por nuestra salud. Es la única manera de que puedas hacer que la experiencia de vivir resulte enriquecedora y nos recurriendo a todos esos medicamentos que son veneno para ratas. 

Quedarse atrapado en el tiempo es un peligro que debemos evitar. Ser prisionero de un recuerdo, que se va deformando o mutando hasta parecernos la mejor historia de nuestras vidas. Porque la mente desdibuja los recuerdos, con una gran dosis de nostalgia por algo que no volverá,  con el transcurso del tiempo hasta hacerte sentir mal.  A estar atentos a esto, porque es muy común. Y cuando le digan a alguien "no va más", que sea definitivo, aunque te duela a vos o le duela a ella. Es una cuestión de dignidad. Si sos un tipo adulto con sentido común,  no podés jugar a ir y venir dándole vueltas a una historia que ya caducó. Esto es válido para una relación de pareja, de amistad, o meramente laboral.  Es decir, si bien hay distintos niveles de intimidad, no existen muchos matices cuando hablamos de esto.  Ciertamente, es mejor estar solo que estar rodeado de gente que no tiene su propia vida resuelta y que encima quiere solucionarte la tuya. Punto final. 

Un resumen de 20 años

  Al cabo de casi 20 años, puedo afirmar que estoy conforme con las notas que he escrito en este blog. Este año ha sido muy particular para ...