1 de febrero de 2021

Primer día de febrero: no es momento de carnaval

Cada nuevo mes, además de representar un nuevo ciclo conforme la manera que tenemos de medir el tiempo, representa una oportunidad. En realidad, podría serlo en cualquier día del año, cuando hay cosas que te marcan y que te indican que tenés que cambiar. Podés cambiar tu actitud o comportamiento porque no te sentís cómodo con vos mismo, o bien porque las circunstancias te obligan a hacerlo. Si tenés poca plata, vas a tener que ajustar tu economía. Si algún familiar tuyo está enfermo, deberás realizar las tareas que esa persona hacía y que por motivos de salud se ve imposibilitada. Desde las compras cotidianas, hasta pagar los impuestos y los servicios públicos. 

Ahora bien, el "cambio interno", es otra cosa. Suele suceder cuando te cansaste de vos mismo, no te soportás, y menos aun la gente que te rodea. Entonces hay que ajustar algunas tuercas, cada cual a su modo. Varía de una persona a otra. El mal humor y el pesimismo crónicos te vuelven un sujeto que contagia negatividad. Yo no soy psicólogo ni mucho menos, pero creo que el primer paso es identificar al problema. Haciendo esto, ya el 50 % está logrado. Lo que sigue después es ver cómo lo resolvés y si eso no puede acontecer en un corto plazo, habrá que aprender a lidiar con lo que te toca y que te resulte lo menos perjudicial posible. 

Hace tiempo que no voy al Parque, por ejemplo, que solía ser uno de mis lugares preferidos para despejar un poco la cabeza pero me terminó aburriendo. Opté por usar más la bici, y todos los días hago una recorrida por la periferia que me demanda más o menos tiempo según el trayecto que elija. Hasta tanto no estemos bajo una ola de calor o con mucha humedad ambiente, no volveré a ir al gimnasio, pero quiero retomar y darle una continuidad.  El gym me gustaba, pero muchas veces lo tomaba como un deber más que como un disfrute, y ahora me ha surgido como una buena excusa para no ir. 

Siento que el fin de semana se ha convertido en un largo bostezo que me termina sumiendo en el tedio, salvo que me encuentre muy agotado y con necesidad de descansar. En fin, cuando querés acordar, ya tenés el lunes encima nuevamente, como ocurrió hoy. No voy a negar que a veces uno tiene tiempo libre, pero no lo sabe aprovechar. Qué se yo, un viernes a las tres de la tarde, ¿Qué podés hacer, cuando todos tus amigos están trabajando o durmiendo la siesta?

En este momento estoy abocado poder continuar redactando aquí regularmente, tratando de evitar que las notas o posteos se vuelvan una aburrida crónica diaria. Este blog va a cumplir 15 años y no voy a tirar por la borda todo ese esfuerzo. Ojo, conlleva un esfuerzo que es gratificante también, porque uno intenta no escribir sobre cualquier estupidez.  Hay que rescatar la necesidad de escribir, o mejor dicho, de expresarse: en una sociedad donde uno tiene que cuidarse todo el tiempo de lo que dice o hace, (porque de lo contrario te crucifican) lo único que nos salva es difundir nuestras ideas por algún medio para evitar la metodología del "escrache" que vemos cotidianamente por las redes sociales. Por suerte (toco madera), nunca nadie tuvo motivos suficientes para actuar de ese modo conmigo. De todos modos, tengo cuidado con los chats de WhatsApp, porque se puede tergiversar algo que escribiste, te hacen una captura de pantalla y cagaste. Las cosas importantes deben ser tratadas y dirimidas personalmente, sino decile al médico de Maradona, que está hasta las manos por su conducta negligente y por varios mensajes que no hablan muy bien de su ética profesional. Punto final. 


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