La realidad nos abruma y nos agobia con más frecuencia que lo habitual. Incluso, podemos llegar a enfermarnos si nos dejamos llevar por la corriente y no conseguimos ponerle un límite a este subibaja frenético. El discurso de Milei, ayer, en el Foro Económico de Davos... qué decir. Una vergüenza. Hasta diarios históricamente conservadores como La Nación, dejaron entrever que fue un delirio, de principio a fin (después intentaron compensar un poco publicando otras notas favorables).
La alocución de Milei dura 23 minutos, y se vuelve insoportable de escuchar, con
una particular reiteración, casi constante, contra el “socialismo”. A la gente,
a nosotros, nos interesa tener mejor calidad de vida, no perder tiempo en
planteos ideológicos. “Occidente está en peligro”, advirtió. ¿Un Presidente de
un país del Tercer Mundo, les viene a dar lecciones de economía a los más
prósperos, que claramente no las necesitan? No sé, dado que el discurso fue
leído, quiero pensar que alguien tendría que haber hecho una revisión para no
pasar un papelón. Su hermana, Karina, estaba sentada al lado, con cara de nada,
en una actitud de implícita aprobación. No hace falta ser muy perspicaz para comprobar que, lamentablemente, la vice Villarruel es una “4 de copas”. Lo cual
es una pena, porque a pesar de varios exabruptos que ha tenido, es bastante
inteligente. Y mucho más componedora que El Loco.
Davos es la cita
del establishment. No podés dirigirte a los principales CEOs y líderes
internacionales de esa manera. Lo único que faltaba para completar la vergüenza
ajena, es que el demente sacara a relucir la motosierra. Por otra parte, un discurso de esa naturaleza no te beneficia en nada, todo lo contrario. Te pone
en un rol de kamikaze, que puede ser funcional
para la “tribuna” en el plano doméstico, pero no para un escenario donde
el auditorio toma nota cuidadosamente de cada una de tus expresiones.
Otro tema: Creemos que sólo aquello que vemos en los portales de noticias, o en la tele, es lo único que ocurre en el lapso de un día. Claramente no es así. Difícilmente un lobense se entere de lo que sucede en Jujuy, Santiago del Estero, o Tierra del Fuego, a menos que juzgue valiosa esa información porque tiene algún conocido o familiar viviendo allí.
Yo pensaba que
los grandes medios iban a machacar todo el verano con el crimen de este joven que
fue apuñalado en Santa Teresita, pero el tema se instaló durante unas semanas y
luego no se volvió a hablar más al respecto. Las similitudes con la barbarie que
cometieron los rugbiers en Villa Gesell, como todos recordarán, son notorias.
Una clara disparidad entre los agresores y el agredido, que se encuentra en un
estado de total indefensión al ser atacado por una patota.
Lo real es lo que
existe, aunque si tuviera que explicarlo en términos filosóficos, sería mucho
más complejo. Entonces, se eligen hechos reales (empíricamente) para darles
cobertura, según los intereses de cada medio, o bien según sus compromisos
comerciales. Claro que si salta un escándalo por una partida de alimentos en mal estado –por citar
un caso- y esa empresa es anunciante, es obvio que ese canal de TV hará la vida
gorda, o "venderá" a su audiencia una versión light de la historia.
Cada vez hay más
portales regionales de Internet que brindan información con mayor precisión que
un noticiero promedio a las cinco de la tarde. Es cuestión de buscar, y no
dejar que nos den todo "masticado".
No estaría mal
que determinados medios respondan a intereses políticos o económicos, si lo
dijeran explícitamente y no quisieran sacar “chapa” de independientes. Pero, ¿acaso
no nos estamos hartando de comer siempre la misma m…. y seguir retroalimentando
ese malhumor constante? Hay argentinos que han puesto en juego sus
conocimientos y su prestigio profesional apostando al país y continúan
haciéndolo pese a las sucesivas crisis que nos toca atravesar.
Entender, no es lo mismo que comprender. Decimos que queremos una educación "inclusiva", que haya una institución que les dé cabida a todos, pero los pibes salen de la escuela aprendiendo cada vez menos, y probablemente sea así aun cuando permanezcan 20 años estudiando, simplemente porque los contenidos que se les enseñan no están pensados para el mundo que les tocará afrontar. Además, se tergiversa la historia, como ocurre siempre, cuando "la historia la escriben los que ganan". Esta última afirmación la dejo picando para que no me salten a la yugular.
Esto, a su vez, tiene que ver con lo anterior: ¿Cuántos adolescentes o jóvenes que se definen como libertarios saben lo que es el socialismo, o al menos tienen una pálida idea? Y no hace falta ser licenciado en Ciencias Políticas para saberlo...
Por lo general, se dan la cabeza contra la pared si quieren ingresar a la Universidad (porque ahí no hay Wikipedia que valga), o bien cuando buscan su primer empleo, aunque justo es decir que conseguir el primer laburo siempre nunca ha sido fácil para nadie. Nos estamos viendo pronto. Punto final.
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