Domingo por la tarde en la ciudad. Vamos transcurriendo el fin de semana, con días nublados y ventosos, y pronóstico de lluvia que al momento de redactar estas líneas no se ha cumplido aún. Durante la mañana aproveché unas horas libres para escuchar música que hacía tiempo no sonaba en mis oídos, con una pila de cd's que tenía arrumbados en un caja de cartón. La verdad, es como volver a encontrarse con un viejo amigo, en el común de los casos. Y en otros, con artistas o bandas que no está en mi interés escuchar nuevamente. Música que cayó por su propia mediocridad y no resistió el paso del tiempo. Me desperté tarde porque anoche terminé la jornada bastante agotado, olvidé activar la alarma del celular, de manera que cuando mi reloj biológico me lo indicó, salí de las sábanas. Como todos los días, recorrí la ciudad en bici, ya sea para despuntar el vicio de bicicletear o bien para hacer algún mandado, aunque mi vehículo no tiene cesto alguno, por lo cual debo llevar las bolsas en una mano y manejar el manubrio con la otra. Trato de evitar hacerlo en horas de mucho tránsito, obviamente. Hace tres años, cuando me esguincé el tobillo al caerme de una escalera, temí que me hubiera fisurado algún hueso, pero la placa radiográfica no arrojó mayores lesiones. Me recuperé bastante rápido, aunque de vez en cuando el dolor vuelve a aparecer, y no puedo correr o trotar con la intensidad que lo hacía antes.
No me siento particularmente melancólico ni reflexivo porque hoy sea domingo, generalmente dedico este día a organizar el trabajo para el resto de la semana, de tal forma que me mantenga ocupado haciendo algo útil, además de que se agiliza notablemente la rutina cuando podés planificar un poco. Tengo que hacer una lista de los invitados que aún no fueron al estudio para mi programa de TV, y siempre hay que tener un "plan B" por si a último momento uno de ellos no puede estar presente, o se le complica el horario de grabación.
Me propuse, en esta breve nota, no abordar la situación del país como suelo hacer, ya que a todos nos agobia que nos bombardeen con noticias que ya sabemos o que podemos inferir. Pienso que la única ficha que nos queda es seguir cada uno desde su lugar, tratando de que las cosas salgan de la mejor manera, y cuando lleguen los comicios, veremos qué pasa. Por supuesto que es frustrante tener que cambiar hábitos y costumbres porque la guita ya no alcanza como antes, pero como es un mal endémico, seguramente nuestros padres y abuelos ya lo padecieron antes. Punto final.
Blog de Lobos, ARG, desde hace 18 años en la Web.
Un resumen de 20 años
Al cabo de casi 20 años, puedo afirmar que estoy conforme con las notas que he escrito en este blog. Este año ha sido muy particular para ...
-
El gobierno exageró alevosamente el diagnóstico para justificar el despojo. La Ley Bases que se encaminan a aprobar no hace más que trazar...
-
Cada uno alcanza la felicidad a su modo. Son episodios fugaces que nos otorga la vida y que hay que aprender a disfrutarlos, a degustarlos...
-
Que si se disculpa, que si no… Que uno saca al embajador, el otro lo deja… Todas estas idas y vueltas entre Milei y el presidente de Españ...