23 de marzo de 2022

Primer libro, ya entrando en la recta final

Antes de comenzar a escribir este humilde posteo, les diré que voy a dejar de lado por un momento toda falsa modestia, y seré algo egocéntrico, ya que me referiré a mi primer libro. A medida que se acerca la fecha, por supuesto que vienen a mi mente varias sensaciones y posibles escenarios. Es inevitable, aunque intente no anticiparme a los hechos. Puedo afirmar que lo que he escrito reviste cierta calidad por ser mi primera obra, de ninguna manera aceptaría comercializar algo que a mí mismo me resulta un mamarracho. Esto último, por dos razones: En primer lugar, por respeto al público que desee asistir el día de la presentación, a quien no quisiera defraudar. Y en segundo orden, porque desde los inicios, desde aquellos primeros manuscritos que están muy cerca de entrar a imprenta, hubo un laburo desgastante, tanto para mí como para los editores: Desde el hecho de elegir la tapa, contratapa, hacer correcciones exhaustivas para pulir cualquier eventual error de tipeo... 

Mientras todo eso acontecía, no me dediqué full time a este novel proyecto, continué trabajando y haciendo notas periodísticas como siempre. Es decir, en todo lo que respecta a la escritura de los relatos que integran el futuro ejemplar, claro que di lo mejor de mí. Pero una vez cumplido ese proceso y puesto a consideración de la Editorial, ya las cuestiones que decidimos de común acuerdo eran de otra índole, como elegir el lugar para efectuar la presentación, el horario, si habría o no algún artista lobense para amenizar la velada... Y un dato no menor, es ponerle precio al ejemplar. Yo no espero que los pocos o muchos que me honren con su presencia ese día compren el libro, aunque me encantaría que lo hagan porque estamos hablando de valores que, al día de hoy, no son prohibitivos en contraste con otros costos más elevados para cualquier cosa que desde la economía doméstica podamos encontrar en un comercio. El valor que uno decide ponerle a una obra, al menos en este caso, persigue obviamente un fin de lucro, pero antes que ello, recuperar la inversión que se hizo. 

Reitero, no es un compromiso para nadie el hecho de ir y tener que comprar un libro. Sería lo ideal, pero por un momento dejo las expectativas de lado y voy planeando aquello que está en mis manos hacer hasta que llegue el día. Que, en resumidas cuentas, consiste en darle toda la promoción que esté a mi alcance para que aquellos que aún no se enteraron, al menos sepan de este evento. Es algo que suele hacerse en las redes sociales, principalmente, o bien repartiendo algunas invitaciones personales. Pero estas modalidades no soy excluyentes una de la otra, sino que pueden combinarse. Hubo varios cuentos que quedaron afuera del producto final, porque no se llegó a tiempo, pero quizás aparezcan publicados en algún otro lado, no necesariamente en formato impreso, o al menos, no en un libro. La respuesta que se obtenga en esta presentación, el 9 de abril, podrá las cosas en su lugar y ya me permitirá planificar los pasos siguientes de otra manera. 

Quiero agradecerles a todos, a ustedes que me están leyendo en esta nota, a quienes no han leído nada de mí en absoluto porque no les interesa, a los que desde el vamos me pusieron pilas y me motivaron a seguir con este proyecto cuando todavía era sólo eso, un proyecto. La fecha debió postergarse casi hasta el infinito porque considerábamos que había otras prioridades que le podían restar público, pero bueno, ya está. Que venga lo que tenga que venir. Es más, ni siquiera pretendo tener un "speech" muy preparado cuando me toque el momento de hablar, porque cuanto más planificás ese tipo de cosas, más te enredás en vos mismo, y lo que la gente escuchará será, por ende, muy confuso. Los espero a todos, pese a que falta mucho y poco tiempo a la vez. Más allá de lo que ocurra, confío en lo que hice y cuando llegue el momento tan anhelado, espero no quedarme "corto" con los agradecimientos, porque si debo poner en la balanza el ying y el yang, el saldo siempre redundará el una experiencia positiva, o al menos, nueva. Eso sí lo puedo afirmar con convicción: Totalmente nueva. Seguiré escribiendo por aquí en los próximos días, y nos estamos viendo pronto. Punto final.


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