10 de marzo de 2022

Tiempo de revancha

 En líneas generales, la vida siempre da revancha. No debemos confundir esto con venganza, porque la venganza se alimenta casi constantemente del odio y del rencor, y no me dedico a eso. En cambio, a lo que me refiero, es que en algún momento vas a poder demostrarles a los/las inoperantes de turno, que realmente fuiste capaz de hacer lo que muchos dudaban. El tiempo que puede transcurrir en el "mientras tanto" es impreciso, pero si estás atento a lo que ocurre a tu alrededor, no tarda en llegar. Pero la satisfacción la vas a tener vos mismo, no tanto refregándole tu éxito al resto. Eso es lo que deberíamos saber. Todo aquello que represente una coherencia entre tu pensamiento y tus actos, contribuye a ganarse el respeto. Me ocurrió, días atrás, en el 8M, cuando junto con un camarógrafo del canal donde colaboro, hicimos una nota, pero desde el primer momento, me di cuenta de que otras personas que teníamos previsto entrevistar, no tenían el menor entusiasmo en dialogar con nosotros. Pusieron la música a fondo (era un lugar público), y yo no quería ser partícipe de un "tira y afloja" que ya desde el vamos no conduce a ningún lado. Es lo mismo que pasa cuando vas a un bar y los mozos se hacen los boludos y empiezan a barrer los pisos o a correr las mesas: Es una señal inequívoca, quieren que te vayas. 

Pues bien, yo percibí lo mismo en ese contexto, de manera que hicimos una nota breve con una referente política que aceptó desde el primer minuto, y tuvo buena predisposición. Y a las otras dos jóvenes, no. Di media vuelta y me fui, porque estoy en mi derecho de hablar con quien yo quiera o  quien yo considere que vale la pena. No hubo censura, porque simplemente no se habló con esas activistas. Se optó por la indiferencia, que no es lo mismo. 

A su vez, esas dos personas tienen todo el derecho del mundo a negarse a ser entrevistadas. Lo más irónico de toda esa historia es que, por actuar de ese modo, alguien de ese grupúsculo me acusó de "ejercer violencia", vaya a saber uno con qué o contra qué. Una cosa es plantear el feminismo en términos de la igualdad de los sexos o reivindicación de derechos que con toda justicia merecen, y otra es agitar el avispero para poner como debate una supremacía de la mujer sobre el hombre. Además de que ese razonamiento me parece estúpido, cuando trabajo yo no cuestiono lo que veo, salvo que sea demasiado evidente. A mí déjenme de chicanas perpetradas sin fundamento y no pretendan encasillarme, no me corran con la cuestión del "patriarcado", sobre todo si ni siquiera me conocen. Lo que te dolió a vos (que no te voy a nombrar porque no viene al caso) no es una supuesta violencia que yo jamás ejercería, sino que no te haya dado espacio por la falta de interés que vos tenías en hablar con un medio de prensa. 

Cuánto más sencillo hubiera sido, se me ocurre pensar, el sólo hecho de decir "no doy entrevistas", en lugar de victimizarse para dar lástima. Y lo más paradójico, es que -aunque les hubiera gustado hacerlo-, no me pueden denunciar por nada, puesto que yo no cometí ningún delito. Quizás a esas chicas les genere más placer aquello que en términos reales, no es más perder el tiempo con aquello que -en clave de humor- Woody Allen llamaba "masturbación mental", en lugar de pensar acerca de la cuestión de fondo, que es la intolerancia. No me importa quién es feminista o machista, reitero, no hace a la cuestión de fondo, lo que sí es relevante es que, si vos te creés con derecho a todo y pensás el que único tiempo que vale es el tuyo mientras mi colega y yo tuvimos toda la paciencia que ameritaba, es obvio que nunca vas a ir a ningún lado, porque la vida real no funciona así. Estas personas seguramente esperaban que yo las insultara o las agrediera, pero no lo hice, de manera que, como ya mencioné, no tienen posibilidad alguna de denunciarme ante la Justicia, y cualquier intento que hagan en ese sentido, no prosperará, hace agua por todos lados. 

En lo que va de la semana, he tenido una actividad periodística bastante agitada, y a menudo sucede que las cosas que me tocan cubrir no son de mi interés, pero quizás sí de los lectores. Ya estoy acostumbrado a esto, es lo que elegí, y en cualquier laburo se dan ese tipo de situaciones. Lo peor es que mucha gente supone que tal evento es lo único que uno tiene para hacer, entonces se toman todo el tiempo del mundo para comenzar. Eso me pasó innumerables veces con el gobierno municipal anterior. Ahora no ocurre tanto, porque los funcionarios actuales hablan poco y se van enseguida también, en determinadas ocasiones como las que describí. Durante años, pedían puntualidad, cuando ellos mismos no eran capaces de cumplirla, estaban tomando café en un bar muy conocido. Entonces uno esperaba, con una mezcla de resignación y la cabeza el piloto automático, hasta que se daba comienzo a ese "acto protocolar" o "conferencia de prensa". Pero lo que solía pasar era que yo no era el único quería huir lo más rápido posible de allí, de manera que si se daba tal circunstancia. Por eso, a veces se lograba que "alguien" se quitara rápidamente el compromiso de encima y así agilizaba un poco el trámite.

Por supuesto, esta profesión también brinda momentos gratos. Que la gente te reconozca, te aprecie, y te salude, es algo que nos hace ver que la tarea diaria no ha sido en vano. Es fácil detectar a los aduladores y a los de doble moral, aunque sólo se aprenda con el tiempo. 

Bueno, retomando el inicio de este posteo, y con casi 20 años de profesión encima, ya pocas cosas me sorprenden, lo único que puedo rescatar es que el laburo se hizo con el profesionalismo que se requiere, quizás a título personal me hubiera parecido más provechoso que no "se pongan el cassette" durante el reportaje y expresaran lo que deseen de un modo más espontáneo. Pero yo no puedo tener asumir una autoridad despótica sobre los demás para decirles lo que tienen que decir. Si yo te dedico cinco minutos de video podés considerarte satisfecho/a, porque en los tiempos que manejan actualmente en la televisión, superado ese límite, ya se empieza a hastiar a la audiencia. Y cuando una nota es editada, siempre se procura mantener el espíritu del material original, que sólo se redujo unos minutos por razones de espacio. 

Si es tan difícil de entender, avísenme que les hago un croquis, o un dibujito, quizás lo comprendan mejor. Nos estamos viendo pronto, y esta es la única nota que escribiré sobre este hecho que no tuvo razón de ser. Punto final.   

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