Siempre me he considerado una persona con capacidad de mejorar, en metas a corto plazo. Puedo ser mejor periodista, una profesión que demanda una exigencia que no se dimensiona realmente, pero que no tiene "techo", aunque a veces el límite se lo pone uno mismo. Claro que, por más ambición de crecer que tengas, nunca está de más recordar que te podés mandar una cag... de un modo involuntario. Si es un error muy grosero o evidente, lo mejor y lo más honesto es hacerse cargo.
Esa postura tiene que ver con lo siguiente: Como uno se dirige al lector, o a la opinión pública, ante cualquier error que cometas, es posible que te hagan pedazos. Parece increíble, pero tu credibilidad forjada durante tanto años, desaparece en cuestión de minutos. Hay hechos que no gravitan demasiado, por lo cual hay que limitarse a decir simplemente lo que sucedió y listo. Claro que, para investigar sobre cuestiones de más complejidad, necesitás fuentes, informantes, que te canten la posta. Y respetar esa reserva de identidad, porque te están tirando datos bajo esa condición que es un acuerdo tácito, todo el mundo la sabe, y si hay que investigar un poco más, o seguir indagando... se puede hacer, pero es un proceso que lleva más tiempo, por el hecho de reunir todas las pruebas necesarias de lo que estás diciendo antes de publicarlo. En rigor de verdad, si se trata de la posible comisión de un delito, primero tenés que llevar esa información a la Justicia, y después publicarlo. Así funciona.
El acceso a documentación que refuerce lo que estás denunciando es clave. Sin ella, por más que tengas testigos de un determinado hecho o que todo parezca irrefutable, no hay manera de avanzar. El periodismo de investigación se da a un nivel macro, no tanto en pueblos chicos como Lobos y más de una vez me he preguntado si realmente somos un "pueblo manso" a la hora de manifestarnos y reclamar por lo que consideramos justo. Vivimos en una ciudad donde actualmente se producen homicidios, femicidios, abusos sexuales, irregularidades en la gestión pública... y a decir verdad, no me parece correcto mirar para otro lado, aunque más no sea acompañando a esos vecinos que se movilizan porque ya han agotado todos los recursos posibles. La Justica avanza a pasos de tortuga mientras una familia no baja los brazos y sigue reclamando. Lo más insólito es que, en lugar de asumir otro tipo de actitud, mucha gente a este tipo de crímenes aberrante los mira desde afuera o toma distancia de esa realidad, porque no les ha tocado ser víctimas a ellos. Conozco a más de uno acá, que se cree que tiene la sartén por el mango y que tiene todo controlado, lo cual los convierte en unos pobres pelotudos.
Y para concluir, si nos proyectamos hacia 2023, la inseguridad y la delincuencia son temas de agenda prioritaria en regiones más "calientes" que la nuestra. Pero lo que inclinará el voto hacia uno u otro lugar, será sin dudas la economía, que está totalmente desquiciada, con una inflación altísima, y el poder de compra de la gente reduciéndose progresivamente. Creo que habrá que empezar desde cero y lanzar un plan económico serio, pero las internas de la Casa Rosada son las que frenan esa posibilidad. Nos estamos viendo pronto. Punto final.
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