22 de agosto de 2024

Punto y aparte

 

Mañana gris y lluviosa en Lobos. Voy desandando este mes a mi ritmo. Si hay algo que no debemos perder de vista son los objetivos y cómo alcanzarlos. Por lo general, uno sabe lo que quiere conseguir, pero no encuentra la forma de ir dibujando un camino en esa dirección. No miro al largo plazo, sino que concentro mis energías más en lo inmediato que debo resolver. Las grandes aspiraciones se mantienen como el primer día, pero sé que no es el mejor contexto para poder desarrollarlas. Habrá que remar bastante, y sin lugar a duda que hay gente más luchadora y constante que yo.


 A medida que te acercás a la vejez, vas resignando ciertas posibilidades y te acomodás a la vida que te toca, o al menos eso es lo que me pasa a mí. En este momento sigo intentando mejorar en mi trabajo, que es lo que me da un sustento. No me gusta hacer las cosas así nomás, porque cuando hacés algo sin ganas eso se nota y el resultado es paupérrimo. Sin embargo, lo peor que te puede pasar es que pretendas convencerte de algo que no sos. El autoengaño es más frecuente de lo que parece. Quizás podemos prevenirlo analizando cómo nos ven aquellas personas que nos quieren de verdad, y no cualquiera que cruza por la vereda.

 

Recuerdo que antes yo escribía los posteos de este blog de un tirón, y pienso que quizás ha sido así porque abordaba temas muy frívolos o que tenían que ver conmigo. Desde hace un tiempo vengo indagando en la actualidad política, con algunas pinceladas pueblerinas. Mi historia está ligada a la de esta ciudad, no me puedo imaginar viviendo en otro lugar ni tampoco se me ocurren cuáles serían los temas que pondría en agenda. Hace falta honestidad intelectual, un pensamiento amplio y coherente. Todos podemos advertir diferencias respecto a quienes éramos hace 20 años, pero al menos hay que reconocerlas y aceptarlas. Me parece que nos vendría bien a todos amigarnos con nuestro pasado, con lo que fuimos, sin caer en la melancolía. La sociedad debe construir sobre cimientos antiguos, y no se puede edificar nada sin una base firme. Como decía un conductor radial, no se puede hacer un tango de todas las cosas, tiñendo la realidad de una pátina gris. Yo aprendí a reconciliarme con quien supe ser, y logré entender que si no soy el mismo puede ser porque yo elegí un sendero distinto o bien porque hubo hechos que no me permitieron avanzar como yo hubiera querido. Soy varias hipótesis las que se pueden barajar.


Para expresarlo de un modo sencillo, la persona que vos fuiste te hace ser quien sos vos hoy. No hay que tenerle miedo a eso, hay que aceptarlo porque sólo así vamos a poder tener otra perspectiva del presente. Comprenderemos entonces que hicimos lo posible por triunfar en la vida, y si no nos salió como esperábamos, era una de las posibilidades. No se puede ser un exitoso en todos los órdenes. Si alguien te dice lo contrario te está mintiendo. Y reconocer esas falencias es la forma más sana de reconciliarnos con nosotros mismos. Por otra parte, habría que analizar qué significa para cada uno ser exitoso: ¿Ganar dinero? ¿Formar una familia? ¿Irse de vacaciones todos los años? Como podrán ver, al igual que en un test multiple choice, hay un variado menú de opciones para escoger. Pueden ser todas las anteriores o ninguna de ellas. Ea gusto del consumidor. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

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